Impuestos

Gipuzkoa ingresó 87,2 millones en 2022 gracias a las reformas fiscales en IRPF y Sociedades

La Diputación subraya que las reformas introducidas entonces en IRPF y Sociedades han «cumplido» con los objetivos de aumentar la recaudación para sostener los servicios públicos y «reforzar» la equidad –aportar al fisco según la capacidad contributiva– y progresividad –a mayores ingresos, mayor carga tributaria–. Un repaso a las estadísticas desde el año 2015, el primero en el que entró en vigor la reforma de 2014, permite comprobar que el fisco ha mejorado cada año sus ingresos en IRPF –el motor recaudatorio junto al IVA–. Y lo ha hecho, además, de forma llamativa, incluso con una pandemia de por medio. La mejora en esos siete años ha sido de un 41,3%.

De las nueve principales medidas adoptadas en este tributo –ver gráfico adjunto–, la que mayores réditos proporcionó a las arcas forales fue la relacionada con el tratamiento de las aportaciones a las Entidades de Previsión Social voluntarias –EPSV–, cuya modificación normativa provocó un impacto de 34,1 millones y afectó a 26.251 contribuyentes. El límite de la aportación individual y la conjunta se quedó igual, en 5.000 y 12.000 euros, respectivamente, mientras que la novedad residió en la aportación de la empresa, con un límite de 8.000 euros.

DV se ha puesto en contacto con dos compañías expertas del ámbito de la fiscalidad –Sayma y BSK Legal & Fiscal– para conocer su punto de vista sobre las modificaciones introducidas en IRPF y Sociedades. Ambas fuentes coinciden en subrayar los «incentivos» fiscales para las microempresas en el tipo de gravamen y las amortizaciones. Un aspecto por el que las empresas que vienen de fuera «siempre preguntan». Gipuzkoa rebajó el tipo del 28 al 24% en general y del 24 al 20% para las pequeñas empresas. Esta medida permitió «estimular» la inversión foránea.

Por otro lado, ambos expertos aprecian que se tomaron medidas para «reforzar» la capitalización de las empresas con el objetivo de «reducir el endeudamiento, fortalecerse para prevenir pérdidas futuras y destinar recursos a la inversión en bienes productivos o en empresas emergentes».

Víctor Etxeberria, socio y codirector del área fiscal de Sayma, agrega que otra medida positiva en IRPF tuvo que ver con la «eliminación del sistema de módulos, que eran fuente de posible fraude fiscal». También que se creara un régimen especial para personas desplazadas, una especie de gancho fiscal para atraer talento, especialmente en las nuevas tecnologías, y que se reforzaran las deducciones en la sucesión de la empresa familiar.

David Hermo, socio del despacho BSK Legal & Fiscal, subraya por su parte como acciones positivas la «mejora de las deducciones por inversión, emprendimiento e innovación. En cuanto al IRPF, destaca la «progresividad» del impuesto, con aplicación de tipos impositivos «más altos» para los contribuyentes que generan más rentas, «en sintonía con los cambios que se han producido en nuestro entorno, y el mantenimiento de incentivos fiscales clásicos como los relativos a la vivienda o a las EPSV».

Los ámbitos de mejora de las reformas, desde el punto de vista de Sayma, son el Impuesto de Patrimonio –el tributo que grava las posesiones de los más favorecidos–, «ineficaz, ineficiente y que desincentiva la inversión»–, los «conflictos e inseguridad jurídica derivada de una falta o deficiente definición del concepto de actividad económica y, por otro lado, los requisitos y características de las sociedades patrimoniales».

Los expertos critican también que la reducción del tipo de gravamen y la mejora de las deducciones se vio acompañada con una «limitación» de los incentivos fiscales, que «redujo» su aplicación en cada ejercicio. Etxeberria hace una especial incidencia en la «limitación» de las bases imponibles negativas, 50% con carácter general y 70% para las pequeñas y microempresas, que «perjudica» y grava resultados «sin atender a la capacidad económica real generada».

Hermo destacaría la digitalización de la Administración y de los procesos de los contribuyentes, lo cual tiene sus «luces y sombras», en especial, con el TicketBAI, que siendo un proyecto «pionero ha supuesto un cambio radical» para «muchos» empresarios.

Finalmente, Hermo subraya que «entre los recortes, hay determinados incentivos que se construyen con una multitud de requisitos que, a la postre, dificultan su cumplimiento y, por ello, no llegan a ser aprovechados. Además, en un contexto de buena recaudación, convendría reducir las limitaciones que existen para compensar las pérdidas de años pasados, los cuales no han sido buenos».