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Los prácticos del Puerto de Pasajes

Los guías para llegar al puerto más difícil

El Diario Vasco se sube a bordo para observar el arriesgado trabajo de los expertos que meten los barcos por la estrecha bocana entre olas y vientos

Dani Soriazu y Javier Bienzobas

San Sebastián

Domingo, 26 de noviembre 2023, 07:07

L

a vista está despejada y desde el puente de mando del 'Hestia', un barco mercante de bandera holandesa, se vislumbra la estrecha bocana del puerto de Pasaia. El navío enfila la entrada y se aproxima a ella a una velocidad de 6,2 millas por hora (unos 10 kilómetros hora). Lo hace con fluidez, hasta hace que parezca fácil. Pero no lo es. Hasta llegar a la zona de atraque tiene que atravesar un canal angosto con tres curvas bastante cerradas, por lo que cualquier movimiento tiene que hacerse con la máxima precisión para que la dirección de esta mole de acero, de 90 metros de eslora y 15 de manga, no se desvíe y acabe encallando en la costa o golpeando la estructura portuaria.

«Hay que andarse con cuidado», cuenta el capitán de la embarcación, que ha cedido los mandos del 'volante' a uno de los cuatro prácticos que trabajan en el puerto de Pasaia. Ellos son los que tienen el máximo conocimiento de este puerto y la pericia necesaria en el manejo de estos barcos para meterlos y sacarlos con todas las garantías de éxito. DV les ha acompañado una jornada en esta tarea, no exenta de riesgos e imprescindible para el correcto funcionamiento portuario.

Los prácticos se ponen a los mandos de los barcos que entran y salen de Pasaia para garantizar el éxito de sus maniobras en un puerto tan complejo como este.

Los prácticos se ponen a los mandos de los barcos que entran y salen de Pasaia para garantizar el éxito de sus maniobras en un puerto tan complejo como este.

Los prácticos se ponen a los mandos de los barcos que entran y salen de Pasaia para garantizar el éxito de sus maniobras en un puerto tan complejo como este.

Los prácticos se ponen a los mandos de los barcos que entran y salen de Pasaia para garantizar el éxito de sus maniobras en un puerto tan complejo como este.

«El práctico es el encargado de asesorar al capitán en las maniobras portuarias», explica uno de ellos, Josean Arrieta. Pero en el caso de Pasaia el trabajo de estos profesionales va más allá del asesoramiento. «Es el puerto más complicado de todo el Estado. No lo digo solo yo, lo dicen el resto de capitanes que llegan aquí. Es que ven la dificultad, a veces no identifican ni la entrada. Por eso nos ceden el control de la nave. Nosotros nos encargamos de hacer las operaciones de atraque, desatraque y de navegación por aguas portuarias. Incluso los cruceros, que no lo suelen hacer, pero aquí no lo dudan y nos dejan a los mandos», apunta este práctico que lleva casi 20 años desempeñando esta labor.

Las explicaciones nos las da en una de las estancias de la sede que la Corporación de Prácticos de Pasaia tiene en la calle Vieja del distrito de San Pedro. Cada práctico hace turnos de 24 horas por lo que la oficina es también su casa cuando no toca estar en la mar -tienen habitaciones, baños, cocina equipada y sala de estar-.

Mientras señala un mapa, Arrieta nos cuenta que la dificultad de este puerto radica en la estrechez del canal, con una bocana de apenas 100 metros, y en la forma en la que afectan la mar y el viento -sobre todo el noroeste- a la entrada de las embarcaciones. «Hace que los barcos grandes sean prácticamente ingobernables, que las naves se desvíen fácilmente de su rumbo. Y luego ya dentro hay tres curvas muy pronunciadas, que cuanto más grande sea el barco más difícil es darlas», indica.

Características máximas

de los buques para acceder

al puerto de Pasaia

Manga máxima en Pasaia:

Con carácter general:

30 m.

Francobordo

Manga

Bolardo

Proa

Puntal

Muelle

Calado

10 m.

Calado natural del puerto

En Pasaia el fondo es de arena

Calado máximo en Pasaia

Línea de

flotación

A popa:

29 pies

(8,83 m.)

A proa:

28 pies

(8,53 m.)

Todas las denominaciones son mirando hacia proa

Estribor

(derecha)

Babor

(izquierda)

Aleta de

estribor

Aleta de

babor

Popa

Costado de estribor

Costado

de babor

Eslora

Amura de

babor

Proa

Amura de

estribor

Manga

Línea

de crujía

Línea imaginaria que divide al buque, de proa a popa, en dos mitades iguales

Eslora máxima en Pasaia:

Con carácter general:

185 m.

Buques con mercancías peligrosas:

175 m.

Buques sin propulsión o gobierno:

150 m.

Tránsito Nocturno:

Sólo podrán transitar por el canal de acceso durante la noche, los buques de eslora total hasta 140 m. o hasta 80 m. sin propulsión y/o gobierno propio

Condiciones de Marea

para la circulación de barcos

1

2

3

Pleamar

Bajamar

Fondo

1

Con eslora superior a 130 m.

sólo podrán entrar y salir

durante la marea creciente

2

Con calado superior a 25 pies,

(7,6 m.) y hasta 130 m. de eslora, podrán entrar o salir solamente en el tramo de marea comprendido entre 4 h. antes y 3 h. después de las pleamares

3

Los buques de hasta 130 m. de eslora y calado hasta 25 pies, podrán entrar y salir del puerto durante las 24 h. del día y en cualquier condición de marea

GRÁFICO:

F.J. BIENZOBAS

Características máximas

de los buques para acceder

al puerto de Pasaia

Manga máxima en Pasaia:

Con carácter general:

30 m.

Francobordo

Manga

Bolardo

Proa

Puntal

Muelle

Calado

10 m.

Calado natural del puerto

En Pasaia el fondo es de arena

Calado máximo en Pasaia

Línea de

flotación

A popa:

29 pies

(8,83 m.)

A proa:

28 pies

(8,53 m.)

Todas las denominaciones son mirando hacia proa

Estribor

(derecha)

Babor

(izquierda)

Aleta de

estribor

Aleta de

babor

Popa

Costado de estribor

Costado

de babor

Eslora

Amura de

babor

Proa

Amura de

estribor

Manga

Línea

de crujía

Línea imaginaria que divide al buque, de proa a popa, en dos mitades iguales

Eslora máxima en Pasaia:

Con carácter general:

185 m.

Buques con mercancías peligrosas:

175 m.

Buques sin propulsión o gobierno:

150 m.

Tránsito Nocturno:

Sólo podrán transitar por el canal de acceso durante la noche, los buques de eslora total hasta 140 m. o hasta 80 m. sin propulsión y/o gobierno propio

Condiciones de Marea

para la circulación de barcos

1

2

3

Pleamar

Bajamar

Fondo

1

Con eslora superior a 130 m.

sólo podrán entrar y salir

durante la marea creciente

2

Con calado superior a 25 pies,

(7,6 m.) y hasta 130 m. de eslora, podrán entrar o salir solamente en el tramo de marea comprendido entre 4 h. antes y 3 h. después de las pleamares

3

Los buques de hasta 130 m. de eslora y calado hasta 25 pies, podrán entrar y salir del puerto durante las 24 h. del día y en cualquier condición de marea

GRÁFICO:

F.J. BIENZOBAS

Características máximas de los buques

para acceder al puerto de Pasaia

Manga máxima en Pasaia:

Con carácter general:

30 m.

Manga

Bolardo

Francobordo

Proa

Puntal

Muelle

Línea de

flotación

Calado

10 m.

Calado

natural

del puerto

A popa: 29 pies(8,83 m.)

A proa: 28 pies(8,53 m.)

Máximo

en Pasaia

En Pasaia el fondo es de arena

Todas las denominaciones son mirando hacia proa

Popa

Amura de

estribor

Costado de estribor

Aleta de

babor

Proa

Manga

Costado de babor

Eslora

Amura de

babor

Condiciones de Marea

para la circulación de barcos

Línea

de crujía

Línea imaginaria que divide al buque, de proa a popa, en dos mitades iguales

1

2

3

Eslora máxima en Pasaia:

Con carácter general:

185 m.

Pleamar

Buques con mercancías peligrosas:

175 m.

Bajamar

Buques sin propulsión o gobierno:

150 m.

Fondo

1

Con eslora superior a 130 m.

sólo podrán entrar y salir

durante la marea creciente

2

Con calado superior a 25 pies,

(7,6 m.) y hasta 130 m. de eslora, podrán entrar o salir solamente en el tramo de marea comprendido entre 4 h. antes y 3 h. después de las pleamares

Tránsito Nocturno:

Sólo podrán transitar por el canal de acceso durante la noche, los buques de eslora total hasta 140 m. o hasta 80 m. sin propulsión y/o gobierno propio

3

Los buques de hasta 130 m. de eslora y calado hasta 25 pies, podrán entrar y salir del puerto durante las 24 h. del día y en cualquier condición de marea

GRÁFICO:

F.J. BIENZOBAS

Características máximas de los buques para acceder al puerto de Pasaia

Popa

Línea de crujía

Manga máxima en Pasaia:

Línea imaginaria que divide al buque, de proa a popa, en dos mitades iguales

Con carácter general:

30 m.

Costado de estribor

Amura de

estribor

Manga

Aleta de

babor

Manga

Costado de babor

Proa

Eslora

Bolardo

Todas las denominaciones son mirando hacia proa

Amura de

babor

Francobordo

Proa

Puntal

Muelle

Línea de

flotación

Eslora máxima en Pasaia:

Calado

Con carácter general:

185 m.

10 m.

Calado

natural

del puerto

Buques con mercancías peligrosas:

175 m.

A popa: 29 pies(8,83 m.)

A proa: 28 pies(8,53 m.)

Máximo

en Pasaia

Buques sin propulsión o gobierno:

150 m.

En Pasaia el fondo es de arena

Condiciones de Marea

para la circulación de barcos

Con eslora superior a 130 m.

sólo podrán entrar y salir

durante la marea creciente

Con calado superior a 25 pies, (7,6 m.) y hasta 130 m. de eslora, podrán entrar o salir solamente en el tramo de marea comprendido entre 4 h. antes y 3 h. después de las pleamares

Tránsito Nocturno:

Sólo podrán transitar por el canal de acceso durante la noche, los buques de eslora total hasta 140 m. o hasta 80 m. sin propulsión y/o gobierno propio

Pleamar

Los buques de hasta 130 m. de eslora y calado hasta 25 pies, podrán entrar y salir del puerto durante las 24 h. del día y en cualquier condición de marea

Bajamar

Fondo

GRÁFICO: F.J. BIENZOBAS

Pero ellos están más que preparados. Para ejercer como práctico hay que haber sido, entre otros requisitos, capitán de la Marina Mercante, además de pasar una serie de exámenes en Madrid y otro en el puerto donde se va a ejercer el puesto. Y después de eso se debe realizar un periodo de prácticas, que en Pasaia, por la dificultad que entraña, va de seis meses a un año. Ahora bien, la mar es impredecible y este trabajo entraña sus peligros. Nos adentramos en aguas del puerto para comprobarlo.

Jugarse el pellejo

Cada día, los prácticos reciben un listado de los barcos que van a llegar y salir del puerto. «Estudiamos las mareas, el viento, la altura de ola, la luz, el tráfico... y según nos va comunicando la autoridad portuaria, actuamos», apunta Arrieta. Para ello, cuentan con dos lanchas, una principal y otra de repuesto. Esa embarcación es la que les traslada hasta el barco que tienen que manejar. Nos subimos a la que está en activo ese día y Arrieta nos presenta al patrón, Iñaki Ibarzabal. Lleva 18 años encargándose de esta tarea, previamente trabajó en barcos atuneros y de bajura. Su tarea es acercarse lo suficiente a los barcos para que el práctico pueda embarcar o desembarcar de ellos a través de una escala.

En este caso, Arrieta nos explica que nos vamos a aproximar al 'Seine Highway', un barco de 140 metros de eslora que transporta coches y que acaba de salir del puerto con la ayuda del práctico Jorge Izaguirre, a quien vamos a recoger. Nos dirigimos a 1,2 millas náuticas fuera del puerto (unos 2 kilómetros), donde espera el buque. La lancha se acerca y se coloca en el lateral del inmenso navío, cuyo tamaño es comparable a un edificio de 4 ó 5 plantas. Contrasta con la pequeña embarcación en la que nos hemos desplazado.

Iñaki Ibarzabal, el patrón de la lancha, maniobra para pegarse al barco, justo donde está colocada la escala por la que Izaguirre tiene que descender. No es una operación fácil, el oleaje hace que la embarcación no deje de moverse. «Es un trabajo que tiene sus momentos de tensión», apunta Ibarzabal. «La aproximación es clave, ponemos nuestra vida en sus manos», recalca Arrieta.

A los pocos segundos Izagirre asoma y empieza a descender por la escala, a unos cinco metros de altura. Baja 'a pelo', ataviado con unos guantes y un chaleco salvavidas como únicos elementos de seguridad. La lancha que le espera se menea hacia arriba y abajo con el vaivén de las olas, pero con aparente facilidad el práctico coloca sus dos pies en su superficie. «Entraña dificultad y riesgo físico, tanto en el embarque como en el desembarque, nos jugamos el pellejo, sobre todo en invierno cuando el estado de la mar es peor», cuenta Izaguirre. Entre las malas experiencias vividas por él hay una caída al mar que le provocó la fractura de dos costillas, o la que le pasó a un compañero, que se rompió el cóxis al pegarse un golpe contra el barco. «Si las doce toneladas de la lancha te aplastan te dejan como un churro», afirma.

Ceder el testigo

Nos alejamos del 'Seine Highway'. Izaguirre ayudará en la entrada y salida de otros dos barcos antes de acompañarle en busca del 'Hestia', que espera en alta mar. El buque, de 90 metros de eslora, consignado por Algeposa, va cargado de papel y el acceso al mismo desde la lancha es más sencillo, apenas un par de escalones para alcanzar la barandilla y embarcar en él. En esta ocasión nosotros también subimos y acompañamos a Izagirre hasta el puente de mando.

La maniobra de embarque y desembarque se hace a través de una escala, sin más elementos de seguridad que un salvavidas y unos guantes. Es la única manera de acceder al barco para ponerse a los mandos.

La maniobra de embarque y desembarque se hace a través de una escala, sin más elementos de seguridad que un salvavidas y unos guantes. Es la única manera de acceder al barco para ponerse a los mandos.

La maniobra de embarque y desembarque se hace a través de una escala, sin más elementos de seguridad que un salvavidas y unos guantes. Es la única manera de acceder al barco para ponerse a los mandos.

La maniobra de embarque y desembarque se hace a través de una escala, sin más elementos de seguridad que un salvavidas y unos guantes. Es la única manera de acceder al barco para ponerse a los mandos.

Ahí le espera el capitán, donde, tras una breve conversación, le cede el control de los mandos de la nave. El timón es un pequeño mando con el que el práctico desvía el rumbo ligeramente a izquierda o derecha. Izagirre se maneja con soltura, aunque reconoce que hay que tener cuidado con las maniobras. «Hay que mantener el barco en la línea de enfilación para entrar de forma correcta a puerto, que no se desvíe, controlar los movimientos que provocan las olas de popa...».

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El buque entra en el puerto, despacio, dejando a los lados San Juan y San Pedro, hasta que finalmente atraca. Otra operación delicada pero que solventa dando indicaciones al capitán. Una vez amarrado el barco, toca volver a la lancha. Pero la actividad no cesa. El sol cae pero otro barco espera a los prácticos, de noche también hay actividad. «Se puede hacer dura, pero es una vida que nos gusta», asegura Izaguirre.

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