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Es como si al mercado de trabajo, esa gran arena de gladiadores donde se baten el cobre los habitantes de este mundo, le hubieran aplicado una escala hiperdiminuta. Las perspectivas que ofrece el mundo laboral (tanto para las empresas como para los estudiantes o recién ... licenciados) son mucho más aprehensibles si se concentran en espacios pequeños, en unos pocos metros cuadrados. Por ejemplo, los que ocupan los dos claustros del edificio principal de la Universidad de Deusto. Allí tuvo lugar la pasada semana el XIV Foro de Empleo y Emprendimiento, una nueva ocasión para que las empresas participantes sepan qué ofrecen los nuevos estudiantes salidos del centenario centro educativo. Y a su vez, estos conozcan de primera mano qué es lo que buscan los empleadores a la hora de cubrir sus plazas laborales. Cientos de jóvenes -con clara mayoría femenina- visitaron durante dos días los puntos de atención instalados por aproximadamente medio centenar de empresas de los más diversos sectores de actividad para intercambiar información, inquietudes, y currículums.
Con una buena colección de folletos informativos se paseaba por los stands Aída Gallardo, estudiante de quinto curso de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Derecho. Un grado que ofrece un amplio abanico de oportunidades laborales, porque aúna dos especialidades en una sola carrera, lo que les otorga cierta ventaja en un mercado laboral «muy competitivo». Una de sus primeras visitas fue al puesto informativo de Laboral Kutxa, «donde me han explicado que el perfil de ADE encaja mucho en lo que necesitan. Los conocimientos de derecho pueden servir a varios departamentos de un banco».
¿Y qué es lo que buscan estos? El perfil del empleado tipo de banca ya no es, por supuesto, el de aquel atornillado en la ventanilla de atención al cliente. «Buscamos gente joven, recién titulada en ADE, economía, o derecho», explica Endika Palacio, responsable de selección de Laboral Kutxa. «Pero ahora, con los cambios que está viviendo el sector, con la transformación digital, empezamos a necesitar otro tipo de perfiles para nuestros servicios centrales, más técnicos, ingenieros, matemáticos...», añade. «En definitiva, empleados mucho más especializados en cosas concretas».
Iria Herbello es una viguesa que estudia tercero de Turismo en Deusto, y que anda a la búsqueda de una empresa del sector en la que realizar prácticas durante el verano. Y acude a informarse al stand de Meliá, «porque la de los hoteles es una de las ramas de turismo que más posibilidades laborales ofrece». El currículum de Iria incluye, como no podría ser de otra forma hablando del sector turístico, una variada gama de idiomas. «Tengo el nivel C1 de inglés, en francés el B2, aunque practicando para B1. Y el B1 también en alemán», resume. El dominio -o al menos el buen manejo- de más de una lengua resulta muy valioso en el sector hotelero, como confirma José Miguel Amador, coordinador de Recursos Humanos del Meliá Bilbao. Los idiomas, por tanto, se presuponen. Pero lo que Meliá busca sobre todo el «gente con activa, con ganas de trabajar, con actitud». «Lo que se busca ahora es un perfil más social, empático, involucrado en el entorno que le rodea», precisa Amador.
La necesidad de adaptarse a los cada vez «más profundos y rápidos cambios» que experimenta el mercado laboral empuja a «desarrollar a tope las competencias personales: trabajo en equipo, creatividad, innovación, emprendimiento, idiomas….». Es lo que recomendó la consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, durante una de las charlas inaugurales del foro. «En definitiva, trabajar nuestra marca personal para seguir creciendo en términos de productividad sostenible, bienestar y generación de valor», exhortó.
«Lo de saber trabajar en equipo te lo piden últimamente muchas empresas», confirma Patrick Belausteguigoitia, estudiante de Derecho «más especialidad económica», un complemento de la carrera enfocado al sector empresarial y mercantil. Su deseo es el de trabajar «en el ámbito jurídico, en empresas como Deloitte o KPMG». «Pero también he hecho prácticas en la BBK, así que el ámbito bancario también me interesa. Si te ciñes a uno solo lo tienes más difícil», se sincera. Sin embargo, una de sus visitas es al stand de Iberdrola.
La compañía eléctrica requiere una amplia gama de perfiles, asegura Leire Hormigo, responsable de selección de Zona Norte y Oeste de la compañía. Todos han de cumplir una serie de requisitos comunes, como «que tengan un nivel alto de inglés, grandes competencias digitales, y orientados al desarrollo internacional, a moverse». Entre los profesionales que demandan están los de ADE, y también derecho, perfil en el que sí encajan estudiantes como Patrick. Pero sobre todo buscan informáticos y profesionales de la telecomunicación. «Es lo que más nos cuesta encontrar. Porque, al final, ingenieros industriales y eléctrónicos hay bastantes en Euskadi, y de calidad. Y 'ADES' hay en exceso. Pero en informática, pro ejemplo, ha poca especialización», lamenta. ¿Falta de estudiantes? «No, no es eso. Hay muchos puestos de trabajo informático, pero no son de calidad. Son como subcontratas. Hacen mucho soporte informático, pero no desarrollan capacidades como podrían hacerlo, por ejemplo, en una consultora, trabajando en un proyecto concreto… Creo que las empresas van por delante del sistema formativo», considera Hormigos.
La velocidad a la que avanza el mercado laboral, su constante transformación, deja muchas veces en fuera de juego al sistema educativo, incapaz de seguir ese ritmo. Y eso que, según el rector de Deusto, José María Guibert, «la relación de la formación universitaria de Deusto con las necesidades del mercado laboral es muy fuerte». De hecho, la universidad «analiza periódicamente la situación y reforma sus planes de estudios para responder adecuadamente a las demandas».
Aún así, no parece ser suficiente. Por ejemplo, el grupo Ulma, presente en el foro, admite serias dificultades para encontrar especialistas en mecatrónica de grado superior. Una especialidad de ingeniería que trabaja en sistemas mecánicos controlados electrónicamente por computadoras. «Aquí en Deusto podemos encontrar más ingenieros de telecomunicaciones, industriales, electrónicos», explica Nerea Vicent, del área de personas del grupo, que cuenta con ocho cooperativas que se dedican a distintas soluciones para la construcción. ¿Qué más les piden a sus futuros empleados? «Pues sobre todo inglés, porque somos un grupo internacionalizado», añade Vicent. «Pero también que no tengan problemas para desplazarse a Oñati, que es donde tenemos nuestra sede central. Y algunas personas, pues no están dispuestas», desvela.
El de la movilidad sigue siendo un requisito que cada vez más empresas exigen. Para muchos es un hándicap. Para estudiantes como Jon Gallego, no. Este joven donostiarra, que cursa ADE, sueña con un trabajo «que requiera un poco de movilidad, ya que así el trabajo se hace mucho más dinámico y ameno». Algo de experiencia tiene en aquello de buscarse la vida lejos de casa, «He estudiado seis meses en Holanda, y hablo un inglés bastante fluido. La movilidad no me asusta», afirma Jon, que sigue su recorrido por los puestos informativos de las empresas en busca de su primera experiencia en el mundo laboral.
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