Miércoles, 20 de junio 2018, 06:46
El salto a Milán de la Agencia Vasca de Internacionalización es un paso muy meditado. Con Italia como cuarto exportador a Euskadi y una industria muy similar a la vasca, los expertos de la Spri han analizado largamente la economía y la arquitectura jurídica e institucional del país transalpino antes de decidir la apertura, que también ha sido analizada con los clúster y las propias empreas del País Vasco. Según consta en un informe interno del departamento de Tapia, «las oportunidades de negocio pueden venir más por el mercado auxiliar», ese que se refiere a los proveedores de segunda o tercera escala de los grandes fabricantes mundiales, todos presentes en Italia. En la zona, por ejemplo, hay un alto volumen de suministradores de Fiat. La máquina-herramienta (Italia es el segundo productor europeo tras Alemania y un gran consumidor) es otro de los sectores en los que Euskadi puede sacar chispas a la nueva oficina. El negocio aeronáutico vasco podría aprovecharse de la presencia en Lombardía del gran grupo Leonardo, mientras, por ejemplo, el Clúster Marítimo podría encontrar una referencia en el Grupo Fincatieri, líder europeo en construcción de cruceros. En definitiva, Milán aparece como una gran oportunidad de negocio.
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