Mikel Calvo, Imanol Lizasoain y Javier Bienzobas (Gráficos)
San Sebastián
Jueves, 12 de septiembre 2024, 02:00
El parque eólico que Capital Energy proyecta en Ezkeltzu, entre Zizurkil y Usurbil, se encuentra dentro del espacio protegido del aeropuerto de Hondarribia, es decir, en una distancia de menos de 30 kilómetros, tal y como establece el Real Decreto 297/2013 por el que ... se regula la compatibilidad de la seguridad aeronáutica con los aerogeneradores, lo que podría afectar a los servicios de Comunicaciones, Navegaciones y Vigilancia de los aviones -conocidos como CNS-. Una circunstancia que puede poner en riesgo la construcción de los cuatro molinos en la cara norte del Hernio. El trámite de la solicitud de autorización administrativa queda, de esta manera, supeditado al visto bueno de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que analiza la compatibilidad del proyecto con los límites permitidos de construcción en el entorno de los aeropuertos y sistemas de radares.
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De hecho, el organismo estatal comunicó este mes de junio a Green Capital que «ciertos elementos» de Ezkeltzu «no serían autorizables», ante lo que presentaron alegaciones. Dicha situación llevó a la renovable a pedir a la delegación de Administración Industrial de Gipuzkoa que suspendiera temporalmente la tramitación del proyecto. Desde la renovable española reconocen a este periódico el «problema» y aseguran que están trabajando con el organismo estatal «para solventarlo en la mayor brevedad posible». Mientras tanto, el Gobierno Vasco exige celeridad y avisa de que, por el contrario, dará por caducado el expediente.
La viabilidad del proyecto reside, principalmente, en la compatibilidad o no de los cuatro aerogeneradores que pretende enclavar Green Capital -filial de Capital Energy encargada del proyecto- entre Usurbil y Zizurkil con elementos concretos de seguridad del tráfico aéreo en Gipuzkoa y del aeropuerto de Hondarribia, definidos como servidumbres aeronáuticas. Entre este tipo de normas se encuentran las dirigidas específicamente para los parques eólicos debido a la posibilidad de que generen interferencias en los sistemas de radiofrecuencia y radares.
En el artículo 16 de la citada norma por el que se regula la compatibilidad de la seguridad aeronáutica con los aerogeneradores se especifica, en esta línea, que los molinos deberán construirse a no menos de 30 kilómetros de los radares primarios y secundarios de los aeropuertos, además de que tendrán que respetar una distancia de 10 kilómetros respecto a los sistemas de radiofrecuencia. Los proyectados en Ezkeltzu se encuentran a menos de 27 kilómetros del aeródromo de Hondarribia, tal y como se recoge en una respuesta parlamentaria a una consulta realizada por Mikel Otero del grupo EH Bildu, donde se detallan las coordenadas de cada molino.
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Además, cualquier edificación -grúa, antena, aerogenerador...- que supere los 100 metros de altura se considera como un obstáculo a efectos de la navegación aérea y, en el caso de los molinos de Ezkeltzu, que llegan a los 121 metros, se requiere también de un estudio de afección operativa por parte de la AESA. Así las cosas, la altura de los elementos así como su proximidad con el aeródromo guipuzcoano y la consecuente posible afección a los sistemas de radares han llevado al organismo de regulación aérea a analizar con detenimiento el proyecto de Capital Energy.
Pese a todo, el parque eólico de Usurbil y Zizurkil puede aún recibir luz verde si, finalmente, AESA acepta las alegaciones presentadas por la renovable española y considera que es compatible con la seguridad aérea. El plazo para la emisión de esta autorización es de seis meses si el parque se encuentra en zonas afectadas por servidumbres aeronáuticas, como es en este caso, aunque el proceso podría acelerarse si la empresa apremia al organismo. El silencio administrativo sería desfavorable.
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El problema principal que pueden generar los aerogeneradores en los aviones se refiere a las interferencias en los radares provocadas por las palas. ENAIRE, proveedor estatal de servicios de navegación aérea, elaboró un estudio al respecto donde especifica que «la señal espectral de las palas en movimiento se asimila a la señal que reflejaría una aeronave en movimiento». Esta cuestión, continúa el análisis, no sería grave si sólo se tratara de un aerogenerador, pero el «despliegue de parques eólicos puede causar una pérdida de detección y de seguimiento inaceptable». El proyecto de Ezkeltzu es el más cercano al aeropuerto guipuzcoano de las ocho solicitudes para construir aerogeneradores en Gipuzkoa.
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