Once mil guipuzcoanos se jubilan cada año y las nuevas pensiones escalan ya a 1.625 euros

La llegada a la jubilación de generaciones más numerosas, las correspondientes al 'baby boom' –nacidos entre 1958 y 1975– no impacta todavía en Gipuzkoa a diferencia de otros territorios, donde el envejecimiento de la población tensiona con más intensidad la sostenibilidad del sistema público de prestaciones y obliga a recurrir a mano de obra extranjera. Un ejemplo de todo ello es la vecina Navarra, donde el año pasado se firmó un récord en jubilaciones con 6.245 altas, 600 más que en 2023.

Paradójicamente, el año en el que más guipuzcoanos se jubilaron fue en 2005 con 11.700 altas –ver gráfico adjunto–. Es la fecha más lejana a la actualidad en este periodo analizado. Haciendo unos cálculos rápidos, se da la circunstancia de que los que entonces tenían 65 años –la edad de jubilación legal por aquel entonces– nacieron en 1940. Uno año después de finalizar la Guerra Civil.

En cambio, apenas dos después, en 2007, se produjo la cifra más baja en dos décadas: 9.676 jubilaciones. De todo el registro analizado en dos décadas, 2024 fue el duodécimo año en el que más personas dejaron de lado para siempre su rutina laboral.

Más allá de los números, y con la inminente retirada del 'baby boom' llamando a la puerta, lo que es evidente que las próximas llegadas a la jubilación constituyen una llamada de atención para el sistema de pensiones. En Gipuzkoa, como en el resto del país, la sostenibilidad del sistema público de pensiones se enfrenta a uno de sus mayores retos en la historia reciente: cómo asegurar el bienestar de una población que envejece rápidamente y cómo hacerlo sin poner en peligro las finanzas públicas.

Estrechamente relacionado con este desafío, todos los territorios –también Gipuzkoa–, recurren por necesidad a la población foránea para cubrir la falta de mano de obra local, especialmente para algunos sectores donde los empleados escasean –hostelería, construcción, empleadas del hogar...–. Así, nuestro territorio suma en estos momentos 82.000 inmigrantes en edad de trabajar –entre 20 y 64 años–, 61.000 más que hace dos décadas, mientras que ha perdido 27.644 autóctonos. Una tendencia que irá en aumento en los próximos años por la baja natalidad.

¿Pero cuál ha sido la evolución de la pensión media en Gipuzkoa en los últimos veinte años? Los datos de la Seguridad Social corroboran que las revalorizaciones en las cuantías de los últimos años han provocado que la prestación de 2024 haya sido la más elevada de la historia.

En el caso de la media de todo el sistema, la cuantía de las nuevas altas en el sistema fue de 1.624,77 euros brutos al mes en catorce pagas, 800 euros por encima que hace dos décadas, lo que supone un crecimiento del 97%. El coste de la vida, por su parte, subió un 50% en ese periodo, según el Instituto Nacional de Estadística. Desde 2002, cuando José Luis Escrivá era el ministro del ramo, el sistema de pensiones vinculaba su revalorización al IPC, pero con la llegada de Rajoy al poder en 2014 se limitó la subida al 0,25%. Posteriormente, en 2022, Pedro Sánchez revirtió la medida y la volvió a vincular a la inflación.

En lo que respecta al régimen general, la pensión media en 2024 de las nuevas altas fue de 1.759,64 euros, nuevo récord. Y la de los autónomos, de 1.115,80 euros. Es decir, una diferencia de 640 entre este colectivo y el de los trabajadores por cuenta ajena.

Dado que el importe de las pensiones contributivas depende de lo cotizado a lo largo de la vida laboral, también hay diferencias importantes por provincias. Los importes más altos de jubilación se dan en los tres territorios vascos: Bizkaia –1.862 euros–, Álava (1.845 euros) y Gipuzkoa –1.759–. También están muy por encima de la media en Asturias –1.773–, Madrid –1.724– y Navarra –1.682–. Las peores prestaciones, por su parte, son las de Jaén –1.248–, Cáceres –1.244–, Almería –1.238–, Lugo –1.162– y Ourense –1.076 euros–.

Lógicamente, el hecho de que la cuantía de la pensión haya ido incrementándose en los últimos años ha elevado a su vez el importe total de las nóminas. Así, pagar las pensiones de jubilación en Gipuzkoa cuesta actualmente más de 300 millones de euros al mes. Una cifra que irá en aumento ante el incremento de las jubilaciones y la esperanza de vida.