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José María Bergareche, en una céntrica calle de Bilbao. Luis Ángel Gómez
José María Bergareche Busque «El premio Korta es de todos los que han trabajado en Euskadi plantando cara a ETA»

«El premio Korta es de todos los que han trabajado en Euskadi plantando cara a ETA»

José María Bergareche Busquet, presidente de DV, subraya que es la independencia la que otorga credibilidad a los medios de comunicación

Julio Díaz de Alda

San Sebastián

Lunes, 23 de noviembre 2020, 06:44

José María Bergareche Busquet ha sido distinguido con uno de los Premio Korta 2020 que concede el Gobierno Vasco en reconocimiento a la trayectoria y la aportación a la sociedad de destacados empresarios. Un desempeño del que se reconoce «orgulloso» y cuyo mérito comparte con los profesionales que le han acompañado en una senda que comenzó a mediados de los 70 en dos modestos periódicos regionales (EL DIARIO VASCO, del que hoy es presidente, y El Correo, de cuyo consejo de administración forma parte), y que le llevó, como consejero delegado de Vocento, a sacar a Bolsa al Grupo en 2006 con una plantilla de 5.000 personas. Todo, rememora, bajo la terrible presión de ETA. Una persecución que, defiende, pasó enorme factura a las familias de las víctimas. También a la suya. Con su padre, Luis Bergareche Maruri, como referencia, defiende una gestión «humana», y cree que el empresario vasco no ha sido suficientemente reconocido. Se sienta en varios consejos -como el de Dominión-, y tras haber presidido el Círculo de Empresarios Vascos, ocupa hoy la presidencia de Diana Capital mientras intenta «devolver a la sociedad parte de lo recibido» desde iniciativas sociales y educativas.

-¿Cómo interioriza la concesión del premio Joxe Mari Korta?

-Es una oportunidad para reivindicar que este premio es de todos los que han trabajado en Euskadi en los años de plomo plantando cara a ETA, arriesgando su vida, superando la coacción y luchando por la prosperidad de la sociedad. Singularmente, en el caso de El Diario Vasco y El Correo, es preciso subrayar el valor que tiene haber podido superar entre todos la etapa tan difícil y dramática con la que hemos tenido que convivir.

-¿Conoció́ a Joxe Mari Korta?

-Sí, claro. Con Joxe Mari Korta me une la defensa de la empresa por encima de todo, y también su compromiso personal. ETA le mató en agosto del 2000, un año terrible con 23 asesinatos. Unos meses antes, con ocasión de la ruptura de la tregua, en noviembre de 1999, y tras la detención del comando Vizcaya, la documentación que le fue incautada reveló que tenía información muy elaborada para asesinarme también a mí. Me vigilaron frente a casa durante dos meses para matarme, pero mi vida de largas jornadas de trabajo y horario desordenado se lo impidió́. Me siento muy afortunado de estar vivo.

-¿Se ha reconocido al empresario vasco su papel frente a ETA?

-No se les ha reconocido aún lo suficiente ni se ha puesto en valor su heroísmo y cómo se han esforzado por defender a sus trabajadores y empresas. Entramos en el asunto del relato. Hace poco he estado en Berlín, y los alemanes recuerdan todos los días los errores que cometieron. Aquí́ nos falta el que se cuenten bien las cosas antes de que, como algunos quieren, se pase rápidamente la página de la violencia. Los jóvenes no tienen idea de ETA, porque no se les ha contado. Entre las víctimas hay siempre más tendencia al silencio, quizás por nuestro carácter. A nadie le gusta reconocer los errores cometidos y eso es lo que nos ha pasado como sociedad.

-ETA asesinó al director financiero de El Diario Vasco el 24 de mayo de 2001. ¿Qué recuerda de aquella trágica jornada?

-Mi recuerdo imborrable es el de una tristeza infinita por el sufrimiento de toda su familia, especialmente su mujer Amaia y su hijos Jon y Oihana. También tengo grabada en la memoria la valentía, el compromiso y profesionalidad de todos los trabajadores del periódico, que se conjuraron para sacar adelante ese día el periódico en medio de la conmoción por el asesinato de un compañero tan querido como Santi. Pocos meses antes, ETA había intentado volar el edificio del periódico y también había intentado matar al director. Recuerdo lo ocurrido aquellos meses como algo que debiera perdurar en la memoria colectiva, como el mejor antídoto para evitar que algo así pueda volver a suceder.

Impulso empresarial

-¿Cómo fueron sus inicios?

-En 1975, mi padre -entonces presidente de El Diario Vasco y después, tras el asesinato de Javier Ybarra a manos de ETA, también de El Correo- y un accionista importante de ambos periódicos me plantearon que había que hacer el relevo generacional. En el 78 me trasladé́ a San Sebastián. Vivíamos una crisis enorme, y no podíamos pagar las nóminas. Codo a codo con mi padre, que fue un emprendedor nato, aprendí́ el sacrificio de ser empresario: la renuncia. Nunca me planteé lo que era bueno o no para mí́, sino lo que fuese bueno para la empresa. Se modernizó́ enormemente la gestión de los dos periódicos. Fue muy intenso el adaptarlos a los nuevos tiempos. No fue fácil, pero lo hicimos. El contrapunto negativo fue que con 27 años y dos niños pequeños tuve que decirle ya entonces a mi mujer, Magda, que había que salir de casa a toda velocidad por la coacción de la violencia.

«La cultura empresarial que hay en el País Vasco yo no la he encontrado en ningún otro lugar de España»

empresarios

«Falta aún que se cuenten bien las cosas antes de que, como pretenden algunos, se pase la página de la violencia»

relato

-¿Cómo fue la época del gran crecimiento del Grupo?

-La llegada de Alejandro Echevarría fue muy importante. Siempre nos hemos compenetrado y somos buenos amigos, además de primos. Creamos un gran equipo de gestión y de periodistas. Fuimos comprando periódicos por España, y lo que observamos es que la cultura empresarial de aquí́ no la hay en ningún otro lugar. Planteamos a los consejos de El Diario Vasco y El Correo crear una sociedad al 50% y que en lugar de repartir dividendo, lo dedicáramos a comprar cabeceras para crear un gran grupo de prensa regional, que fue integrando a El Diario Montañés, La Verdad de Murcia, Ideal de Granada, Hoy de Extremadura, Sur de Málaga, El Norte de Castilla, La Rioja, El Comercio de Gijón, Las Provincias de Valencia y creamos también La Voz de Cádiz. Y ampliamos también la presencia del entonces Grupo Correo con proyectos en radio y televisión. La compra de un 25% de Telecinco fue importantísima. Luego llegaría la de ABC, cuya incorporación nos convertiría en un grupo multimedia líder en España. De esta manera se constituyó Vocento, consolidándose el proyecto con su salida a Bolsa; poco después tomé la decisión personal de culminar una trayectoria ininterrumpida de 32 años al frente de diferentes responsabilidades ejecutivas en la empresa.

-¿Cómo ve a la prensa de hoy? ¿Y las llamadas 'fake news'?

-Nunca una sociedad con tanta información ha estado tan desinformada. A través de las redes sociales y de algunos llamados periódicos digitales, lo que se ofrece es información poco rigurosa y poco independiente, pues no han tenido capacidad para sobrevivir sin depender de fuerzas económicas o políticas. La independencia de la clase política tiene un precio y genera muchas dificultades, pero es algo que merece la pena porque ganas la credibilidad de los lectores. En este negocio la credibilidad la alcanzas con la independencia.

-Sin embargo, se consume información como pequeñas pastillas de droga. Sin importar demasiado de dónde vienen.

-La tendencia es esa, y es un problema para la propia sociedad. Yo confío en el proyecto digital de nuestros periódicos, con el que proporcionamos información de calidad, rigurosa e independiente. Y con una opinión plural. Es la ú́nica manera de tener una sociedad bien informada.

-El Gobierno quiere controlar las llamadas 'fake news'...

-Un error considerable. Hay suficiente legislación como para ejercer el derecho de réplica, velar por la veracidad de la información y perseguir los delitos. Un afán regulador innecesario.

-¿Los medios también están abocados a la concentración?

-Sí́. No hay sitio para todos. Tal y como están las cosas, tendrá que haber más operaciones corporativas. Y ahí Vocento es uno de los actores principales.

-¿Qué́ papel han jugado los medios contra la pandemia?

-El papel de los periódicos ha sido fundamental, y proporcionan cada día una excelente información que el lector aprecia. Prueba de ello es que El Diario Vasco y El Correo han aumentado su difusión, en versión digital y en papel.

-El Diario Vasco celebra estos días el 25 aniversario de su web...

-Con aquello el periódico fue pionero en España. Este aniversario es importante. El crecimiento continuado de su proyecto informativo digital de pago se orienta en la buena dirección y con resultados excelentes. Después de años de acceso gratuito a la información digital, a la gente le puede faltar hábito para dar el paso de convertirse en suscriptor y pagar, pero lo harán progresivamente cuando comprueben que tienen a cambio un producto informativo con credibilidad, calidad e inmediatez.

«Mi mujer fue la que más sufrió»

Al echar la vista atrás, José María Bergareche se detiene, serio, al recordar cómo su mujer, Magda, fue «la que más sufrió» por la presión terrorista. «Lo hizo siempre en silencio, y aunque llegó a enfermar y tuvo que ser tratada de una fobia, afortunadamente se recuperó», afirma. El empresario explica que el desgaste de las familias de las víctimas fue terrible, y rememora que hasta en tres ocasiones ellos tuvieron que abandonar precipitadamente su casa: en San Sebastián a finales de los 70, y más tarde en Bilbao y Lekeitio. De igual modo, su madre sufrió depresiones cuando su padre fue amenazado. Y de sus cuatro hijos, solo una ha regresado al País Vasco; además otro de ellos -Borja- fue impulsor de Gesto por la Paz.

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