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Dos personas mayores contemplan el mar sentadas en un banco. Félix Morquecho
De repente el mundo se paró
Análisis

De repente el mundo se paró

De la economía nos ocuparemos en cuanto el líder despechado nos informe de quién se va a enfrentar a estos detalles

Domingo, 28 de abril 2024, 02:00

De repente, sin aviso previo ninguno, ante la sorpresa de la comunidad internacional y el estupor de la ciudadanía que se quedaba huérfana y desorientada, el pasado miércoles a las 19 horas el mundo se paró. Los planetas dejaron de girar alrededor del sol y ... el sol se quedó quieto en el extrarradio de la galaxia por donde deambula. El mundo se paró y se hizo el silencio. Tan solo se oían los lamentos de las almas en pena, los bramidos de los opinadores más despistados que un pulpo en un garaje y los aullidos de los lobos patrullando el cercado. ¿La razón de todo ello? Nuestro presidente se había retirado a cavilar. En juego estaba su continuidad, así que en juego estaba el poder, así que en juego estaba el destino de los corifeos, el futuro de los 'agarracargos' y el destino de los monaguillos. Demasiada tragedia, demasiada angustia. Las reacciones de apoyo no fueron ninguna sorpresa, venían de serie.

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