Tomás Arrieta está trabajando estos días desde casa con un ritmo vital «muy volátil». T. A.

Tomás Arrieta: «La actividad económica tiene que estar subordinada a los criterios sanitarios»

Presidente del Consejo Vasco de Relaciones Laborales ·

Asegura que el impacto de reducir la actividad económica a lo esencial «será muy grande enel PIB y también en el empleo; a corto plazo se duplicarán los ERTE de suspensión»

Domingo, 29 de marzo 2020, 07:05

El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que se reducirá a partir del lunes toda la actividad económica a lo estrictamente esencial no cogió desprevenido al presidente del Consejo Vasco de Relaciones Laborales, Tomás Arrieta. «Era una medida que se estaba contemplando aunque parecía que no se iba a adoptar hasta comienzos de la próxima semana». Pero más allá de ese adelanto, Arrieta, al que preguntamos ayer por esta cuestión -la entrevista se realizó el viernes-, incidió en el mensaje que ya había trasladado, y es que «lo económico tiene que estar subordinado a los criterios sanitarios». Eso sí, añadía ayer que esta nueva medida tendrá un «gran impacto en el PIB y también en el empleo. A corto plazo es muy probable que se dupliquen los ERTE de suspensión».

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-¿Qué análisis hace de la situación?

-La cifra de ERTEs que se están presentando está ya al nivel de 2009, del primer año completo de la crisis económica. Entonces el tamaño medio de las empresas era mayor que ahora. Es una situación difícil y dura y tenemos muy poca capacidad de hacer previsiones a medio y largo plazo porque se trata de algo inédito. No es una enfermedad de la economía, sino fisica, pero con efectos directos sobre la economía. Eso sí, no se trata de una situación estructural sino coyuntural.

«El objetivo principal es contener la propagación y garantizar la atención sanitaria. Hay que plegarse a lo que digan los expertos»

-La polémica entre reducir la actividad al máximo, defendida por los sindicatos nacionalistas, o mantener la que se pueda garantizando la salud de los trabajadores, que propugnan Gobierno Vasco y patronales, entre otros, quedó zanjada ayer con el nuevo decreto del Gobierno.

-Es un equilibrio complicadísimo. Es un gran sudoku. En un principio parecía deseable mantener alguna actividad para que la recuperación sea luego más rápida. Pero tiene que estar siempre subordinada al objetivo principal, que es contener la expansión del coronavirus. Hay que contener esto, frenar la propagación, que se pueda levantar el confinamiento y las medidas restrictivas cuanto antes y proteger a la sociedad, básicamente. Lo otro es razonable y lo suscribía hasta ayer, pero insisto, siempre que estuviera subordinado. Tenemos que plegarnos a lo que digan los expertos. Tiene que haber unos objetivos jerarquizados.

-Por lo tanto, la prioridad es evitar el coma sanitario y no el económico.

-Los sanitarios dicen que si paramos ahora luego nos recuperaremos antes, aunque entiendo que no es fácil adoptar una decisión al respecto, porque si evolucionamos hacia revoluciones muy bajas resultará más complicado salir del agujero.

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-Pues el Gobierno central ya ha dado ese paso. ¿Qué opina al respecto?

-Quiero creer que la medida obedece a que las autoridades sanitarias consideran que hay que endurecer las medidas, porque entienden que no han sido suficientes. El Gobierno actúa con criterios que son básicamente técnicos y mantiene la coherencia, que creo que es lo que más o menos asumimos todos. Preservar la actividad esencialmente razonable pero subordinada a los criterios sanitarios con el objetivo de frenar la propagación del virus y garantizar la atención sanitaria a la población.

-¿Qué impacto puede tener esta medida?

-El impacto va a ser muy grande sobre todo en el PIB y también en el empleo. Si al ritmo actual se había reducido la actividad al 50%, con esta nueva medida se limitará mucho más. Y en lo que respecta al empleo, a corto plazo es muy probable que se dupliquen los ERTE de suspensión, ya que no tienen por qué producirse rescisiones, tal y como señala el Ejecutivo. De hecho, el decreto del Gobierno del viernes iba en esa dirección, la de prohibir los despidos y encauzar las regulaciones de empleo a los ERTEs, es decir, a las suspensiones temporales. El objetivo básico tiene que ser garantizar que la gente sin recursos pueda hacer frente al día a día, ya que hay mucha gente sin colchón.

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-Los expertos dicen que la recuperación puede ser en forma de V, de U o de L en el escenario más negativo. ¿Cuál ve más previsible?

-Es muy difícil hacer previsiones. Dependerá de cuánto dure la pandemia. Lo que parece sensato es que una vez que se supere la fase sanitaria habrá una recuperación, aunque previamente habrá un decrecimiento significativo del PIB. Creo, con todas las reservas, que habría que descartar la salida en L. La duda es si en V, con una salida y una recuperación más rápida, también del empleo, o en U, algo más lenta. Con empleos más frágiles los efectos agregados serán más negativos. Pero todo dependerá de cómo se recupere la actividad.

-Los sindicatos denuncian que algunas empresas han aprovechando la situación para rescindir contratos, en algunos casos mediante EREs.

-No lo sé, pero creo que en lo que respecta a EREs puede ser más anecdótico. Es verdad que a las empresas con dificultades reales y estructurales no les soluciona un ERTE. Pero ahora con las medidas aprobadas el viernes ya no es posible hacerlo mientras dure la crisis sanitaria.

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«Es momento de hacer un ejercicio de responsabilidad, de hacer todo el esfuerzo posible para mantener el empleo»

-UGT apunta a que la cifra de parados crecerá en marzo en más de 9.000 personas en Euskadi, y eso teniendo en cuenta que no computan los afectados por ERTEs, que técnicamente no están en desempleo.

-No lo sé. El impacto parece que va a ser considerable, pero no es el momento de hacer esas cuentas. Es momento de hacer un ejercicio de responsabilidad colectiva. Hay que realizar todo el esfuerzo posible para mantener el empleo, para utilizar los ERTEs y no los EREs, que ahora han quedado prohibidos.

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Empleo precario

-Al igual que en la crisis económica los primeros y los grandes perjudicados están siendo los empleos temporales, a los que también se ha preservado con el decreto del viernes.

-El que más sufre habituamente es el empleo precario y temporal. Como siempre son el eslabón más débil de la cadena. Pero hay que trabajar con datos y para ello habrá que esperar a los oficiales, es decir, a las cifras de afiliación que se darán a conocer la próxima semana. Hemos necesitado ocho años, casi una década, para recuperar gran parte de los niveles de empleo previos a la crisis. No sabemos cuánto tiempo y cómo podemos resistir esta situación. Es razonable dudar porque no hay precedentes.

-¿Cree que toda esa ingente cantidad de dinero que están destinando las instituciones para paliar los efectos del coronavirus va a llegar realmente a los trabajadores, a los ciudadanos y a los más vulnerables, o se está primando a las empresas?

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-Nos perdemos en esas cifras tan grandes. ¿Se va a trasladar realmente a la población? Habrá quien en su situación individual no lo note, pero en términos generales creo que sí se va a trasladar. Con esos recursos básicamente hay que reducir costos de las cotizaciones, hay que avalar a las empresas para que mantengan la persiana abierta, hay que inyectar recursos en la economía para recuperar la producción en cuanto se pueda. Eso razonablemente pasará. Una de las dudas es que estamos ante una crisis de todos, global. Quisiera creer que sí, que va a ser un incentivo para que la respuesta sea global, que la UE resuelva algunas cuestiones.

-¿Como la de los eurobonos, medida a la que se resisten algunos países, como Alemania y Holanda? ¿Tendría que ser el momento de hacerlo como solicitan España e Italia, entre otros?

-Claramente. Aquí no hay culpables, quienes no han hecho los deberes. El virus nos ataca a todos y tenemos que reaccionar como uno solo. Esa es una de las enseñanzas de esta pandemia. Todos estamos absolutamente interconectados y dependemos los unos de los otros. Eso puede favorecer una respuesta unitaria, más solidaria, más contundente y que, en última instancia, puede contribuir a reforzar los lazos. Quiero creer que hay condiciones objetivas para que eso se pueda dar.

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-¿La medida adoptada por EE UU de poner dinero directamente en manos de los ciudadanos puede ser una medida más efectiva?

-No lo sé. No tengo cualificación para opinar sobre esos aspectos. Es una cuestión a abordar por economistas y bancos centrales.

-La negociación colectiva también se ha parado. ¿Se podrá recuperar luego o esta situación puede pasar factura y complicarla?

-No es lo que más me preocupa en este momento. La normalización de la negociación colectiva es un objetivo que hay que abordar. Estoy relativamente satisfecho de los últimos datos anteriores a este estallido. Pero no creo que sea lo más urgente ahora. Es otra de las cosas en la que estamos todos de acuerdo. Eso lo recuperaremos luego a medida que se restablezca la normalidad.

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«Mi hija es internista en Madrid, ha estado infectada y se está reincorporando. Dice quela situación es difícil»

-¿Cómo está viviendo esta situación en el ámbito personal y familiar?

- Mi hija es internista en Madrid. Ha estado infectada con coronavirus casi dos semanas y hace un par de días le han vuelto a hacer la prueba, le ha dado negativo, y se está reincorporando. Lo que transmite es que la situación es difícil y que todas las manos son pocas. Ese es mi experiencia más próxima. Pero soy consciente de que a mucha gente le está pasando lo mismo. Lo llevamos como podemos, con un ritmo vital muy volátil como la Bolsa. Estoy teletrabajando, tratando de aportar lo máximo desde casa.

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