Gipuzkoa genera 1.657 empleos pese a la guerra y los contratos indefinidos se disparan

Entre el mal dato del paro y el bueno de la afiliación, para inclinar la balanza hacia el lado positivo, aparece el positivo incremento de la contratación indefinida, que sigue consolidándose al alza en Gipuzkoa después de la entrada en vigor de la reforma laboral, con un aumento del 23,8%. El 19% de los contratos firmados en este primer trimestre han sido sin fecha de caducidad en el territorio. En total, 12.081 contratos, de los 63.914 suscritos en su conjunto.

La contradicción entre afiliación y paro tiene una explicación. El número de cotizantes que da la Seguridad Social es una media del mes, mientras que la cifra de parados de Lanbide, organismo dependiente del Gobierno Vasco, corresponde al último día de marzo, con lo que es habitual que haya discrepancias. En todo caso, con los distintos indicadores dentro de la coctelera, todo hace indicar que la buena marcha de la economía hasta el inicio de marzo (antes del efecto de la guerra), provocó que aumentara la contratación de personal, aunque el remate final del mes con los efectos ya conocidos haya restado cierto punto de impulso a esa contratación en beneficio del incremento puntual del desempleo.

La salida de la pandemia ha animado la contratación, en este inicio de año, en algunos sectores. Por ejemplo en la hostelería y la industria manufacturera, con casi mil de los 1.657 nuevos puestos generados respecto a febrero. Hostelería aporta el 40% del total, con 663 afiliados, y la industria manufacturera generó en marzo 325 nuevos empleos, un 19,61%. Construcción o agricultura crecen pero a mucho menor ritmo.

En lo relativo a la estadística del paro en el territorio, contando las cifras del último día de marzo, figuran 547 parados más que el mes anterior, cifra mayor que el ligero repunte del desempleo en marzo del año pasado, de 165 personas, con la pandemia en auge. Este año, en un mes en el que se ha registrado una tormenta perfecta en pleno inicio de la recuperación económica, el desempleo en el tercer mes, que no suele ser el mejor para el empleo, ha repuntado tres veces más.

Gipuzkoa se ha convertido en el séptimo territorio del Estado con peor evolución en lo que a paro se refiere, con un incremento del 1,79%, el más alto de los tres territorios de la comunidad autónoma vasca. El Gobierno Vasco justificó esta bajada en la peor evolución de Gipuzkoa por el efecto en la industria de la crisis por la guerra.

Los tres territorios vascos aumentaron su cifra de desempleados y Euskadi es la segunda comunidad que más incrementa su número de parados, tras sumar 1.270 desempleados el pasado mes, solo superada por Andalucía, con 1.911 parados más. En el conjunto del Estado, el desempleo bajó en 2.911 personas, un 0,09 menos, hasta los 3.108.763 desempleados.

Por el contrario, la contratación indefinida aumentó hasta el 23,8% en Gipuzkoa. Esa tasa es la más alta de Euskadi, que registra una media del 16,45% de contratos indefinidos. En todo el Estado la tasa es bastante más alta y alcanza el 22,69% y más de un millón de contratos sin fecha de caducidad firmados.

Los viceconsejeros de Empleo e Inclusión del Gobierno Vasco, Alfonso Gurpegui, y de Trabajo, Elena Pérez contextualizaron que marzo ha sido un mes «especialmente complicado» con un incremento del paro mayor en el sector industrial, entre hombres, entre jóvenes y en Gipuzkoa, «exactamente en los ámbitos y sectores de población donde la recuperación se había mostrado más sólida hasta ahora», pero destacó que se ha logrado el «máximo histórico» en contratación indefinida, que alcanza el 21,49% del total de 71.669 contratos firmados el pasado mes, frente al 9,9% con el que se cerró 2021, cuando no se había aprobado la vigente reforma laboral.

En el conjunto de España, el mercado laboral resiste por el momento los primeros envites de la guerra en Ucrania, algo inusual puesto que históricamente siempre se había mostrado tremendamente frágil a los vaivenes de la economía. España sumó en marzo más de 140.000 nuevos empleos, el doble que un año atrás, aunque un poco por debajo de los 150.000 que se crearon de media entre 2015 y 2019.

Esta mínima desaceleración, concentrada en determinadas actividades industriales muy intensivas, no se debe tanto al difícil momento que se está viviendo en Europa, sino a la huelga en el transporte, que provocó un bache en la creación de empleo en el periodo central de mes. La cifra de afiliados se elevó hasta los 19.834.503 (4,8%) con 914.000 cotizantes más que hace un año.