Tomás Arrieta insta a corregir la dualidad entre trabajadores estables y temporales

El presidente del CRL resalta que la pandemia ha refrendado que las crisis golpean con mayor contundencia a las personas con empleo precario

Lunes, 20 de julio 2020, 14:07

El presidente del CRL, Tomás Arrieta, destaca que hay que proteger el empleo en esta fase de recuperación tras la pandemia, pero añade que «no podemos hacerlo sin redoblar esfuerzos en paralelo para corregir la dualidad entre trabajadores estables y temporales«.

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En ... una carta escrita con motivo del informe sociolaboral 2019 dado a conocer hace unos días, Arrieta destaca que el informe muestra que a pesar del crecimiento del PIB y del consiguiente avance en términos cuantitativos del empleo y de la ocupación, «la segmentación entre trabajadores temporales y fijos seguía generando antes de la pandemia importantes distorsiones y debilidades estructurales en nuestro mercado de trabajo«.

El presidente del CRL subraya que la brusca aparición del coronavirus ha vuelto a confirmar que las crisis golpean siempre antes y con mayor contundencia a las personas con un empleo más precario«. En consecuencia, considera que la enseñanza parece clara; es decir, romper esa dualidad entre temporales y fijos.

Arrieta entiende que para avanzar en la estabilidad laboral se requiere un esfuerzo compartido de todos los agentes sociales y políticos, pero sin olvidar, dice, «que nos enfrentamos a un problema complejo que lleva casi tres décadas instalado entre nosotros y que se resiste a retroceder incluso ante reformas legales orientadas a reformar formalmente el principio de causalidad en la contratación».

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Flexibilidad interna negociada

El responsable del órgano laboral entiende que uno de los factores que pueden contribuir a la superación progresiva de esta segmentación pasa por el incremento de la flexibilidad interna negociada en el seno de las empresas «como herramienta preferente de adaptación del empleo y las condiciones laborales a las fluctuaciones inherentes a un modelo económico globalizado y extraordinariamente dinámico».

De hecho, subraya el papel «esencial» de los ERTE para amortiguar el golpe de la pandemia, lo que ha evidenciado la importancia de los instrumentos de flexibilidad interna para hacer frente a situaciones excepcionales de recesión sin destrucción directa de puestos de trabajo.

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Como otros muchos agentes, Arrieta se suma a la incertidumbre respecto a la evolución que tendrán estos expedientes temporales en el futuro inmediato. «Estamos ante tiempos inciertos que requieren, quizás más que nunca, de un enorme esfuerzo de entendimiento y acuerdo«. A su entender, a corto y medio plazo, el escenario pasa por reforzar »nuestro modelo de relaciones laborales, afianzando las tendencias que a finales de 2019 nos permitieron estabilizar la negociación colectiva, fundamentalmente de base sectorial, colocándola en términos de convenios vigentes en niveles similares a los anteriores a la gran recesión de 2008«. Y es que cerca de 100.000 trabajadores tienen sus convenios decaídos.

El presidente del CRL defiende que los convenios colectivos son uno de los elementos clave para acompasar crecimiento y bienestar en épocas de bonanza y para proteger a las personas más vulnerables en tiempos de incertidumbre. Arrieta se muestra esperanzado de que los avances de los últimos años no se se conviertan en un «simple espejismo».

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Finalmente, subraya que una sociedad justa y cohesionada solo puede construirse desde el diálogo y la concertación con el objetivo de garantizar la extensión razonable del bienestar entre todos su miembros.

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