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Un selecto grupo de jubilados, apenas el 1,81% en el conjunto de España, está percibiendo la pensión máxima establecida por la Seguridad Social. A fecha de 1 de diciembre, esta proporción de pensionistas se beneficiaba de un límite mensual de 3.267,60 euros brutos, lo que equivale a 45.746,40 euros anuales distribuidos en catorce pagas. Esta cifra, que se mantiene en enero de 2025, representa un incremento con respecto a 2024, cuando el tope anual era de 44.450,7 euros, o 3.175,05 euros mensuales. La Seguridad Social no abona pensiones superiores a estas cantidades, reflejando un sistema que busca establecer límites claros en las prestaciones.
La revalorización general de las pensiones en 2025, que asciende a un 2,8%, ha beneficiado a más de 12 millones de personas. Esta medida gubernamental busca ajustar el poder adquisitivo de los jubilados al compás del crecimiento del Índice de Precios al Consumo (IPC), traduciéndose en un aumento promedio de 600 euros anuales para la pensión media. Sin embargo, a pesar de este incremento generalizado, la pensión máxima sigue siendo un referente, alcanzada solo por una minoría de jubilados.
En el extremo opuesto, se sitúa la pensión mínima, fijada en 12.241,60 euros anuales para los pensionistas de 65 años o más y en 15.786,40 euros anuales para aquellos con cónyuge a cargo. La pensión media de jubilación ha experimentado un incremento, pasando de 1.441 euros mensuales en 2024 a 1.481,35 euros en 2025, lo que supone un aumento de 564,87 euros anuales. Este panorama muestra la diversidad de situaciones económicas dentro del colectivo de pensionistas.
Un grupo aún más reducido de pensionistas supera el límite máximo establecido, gracias a ciertas excepciones contempladas por la ley. Estos casos, aunque minoritarios, destacan por percibir ingresos que rebasan la cifra establecida como tope. A nivel nacional, un 1,24% del total de pensionistas se encuentra en esta situación, sumando 128.486 personas.
Las excepciones principales que permiten superar la pensión máxima son dos:
- haber trabajado más allá de la edad ordinaria de jubilación y recibir el complemento de maternidad. Aquellos que continúan trabajando después de la edad de jubilación ven incrementada su pensión un 4% por cada año adicional de trabajo. Por ejemplo, un empleado que trabaja dos años después de su edad de jubilación puede recibir un complemento de 244,2 euros mensuales, además de la pensión máxima.
- disponer del complemento de maternidad, destinado a quienes han visto afectada su carrera de cotización tras el nacimiento de hijos, también contribuye a superar el límite máximo, con un incremento de 35,90 euros mensuales por hijo en 2025 (anteriormente 33,20 euros en 2024), hasta un máximo de cuatro hijos.
En el territorio de Gipuzkoa, el año pasado, 3.345 pensionistas percibieron una cantidad superior a la pensión máxima, lo que representa un 1,71% del total de pensiones en la región, como informa Mikel Madinabeitia. Aunque este número es relativamente pequeño, la cuantía que recibieron fue considerable: más de 3.175 euros mensuales brutos en catorce pagas.
De estas 3.345 prestaciones, la mayoría, 3.036, corresponden a jubilación, mientras que 295 son de incapacidad permanente. Estos datos reflejan una realidad donde, a pesar de los límites establecidos, existen casos en los que los pensionistas pueden superar dichas barreras gracias a circunstancias específicas.
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