![Cambiar para conservar](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/04/22/pse-ee-kyR--1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
![Cambiar para conservar](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/2024/04/22/pse-ee-kyR--1200x840@Diario%20Vasco.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Dijo Edmund Burke que la costumbre es el alma de los estados. Lo cierto es que, cuando la amenaza de grandes transformaciones del orden social recorrió su Europa contemporánea a finales del siglo XVIII, los poderosos del momento se dieron cuenta de que tenían mucho ... que perder. Solo entonces se hicieron conservadores: alguien o algo tuvo que amenazar el mundo tal como lo habían conocido para tener la necesidad de conservarlo. Los conservadores se organizaron: algunos se hicieron reaccionarios, pretendiendo regresar a un pasado mítico al que, en realidad, no tenían posibilidades de regresar. Otros, como Burke, entendieron bien que para conservar lo que tenían, era necesario cambiarlo.
Nuestra política ha tenido enormes sobresaltos las últimas décadas. Sin embargo, ha habido costumbres que han perdurado. Una de ellas es que pase lo que pase, el PNV gobierna siempre. (La excepción de Patxi López con apoyo de Basagoiti fue eso, una excepción). El problema de las costumbres es que evolucionan según sus usos, y nada más cierto que esto en una democracia. EH Bildu, con su irrupción como actor político alternativo al dominio jeltzale, ha desafiado algo que se había naturalizado tanto que parecía una tradición más que una costumbre. La tradición nos hace ver como natural algo que, en realidad, no lo es: el poder eterno es algo a lo que no se han acercado ni los más sólidos imperios.
Los cuarenta gloriosos del PNV no volverán. Ha cambiado para siempre el sistema político vasco y, ante eso, al PNV no le cabe otra opción que hacerse conservador. La tarea que tiene delante es compleja: cambiar para conservar. Tienen un buen futuro lehendakari y varios años por delante para hacerlo. Deberán darse cuenta, y diría que lo hacen, de que marchan, literalmente, contra el reloj. ¿Qué cambios será capaz de hacer Pradales dentro del margen de tiempo que la sociedad vasca le ha dado?
EH Bildu ha recorrido el camino inverso. Ha logrado algo no fácil de lograr en política: se ha vuelto previsible. Sabemos que el tipo de oposición que realizará será para proyectar una alternativa de gobierno. No está en la necesidad de cambiar nada de lo que está haciendo: EH Bildu no es conservador porque nada amenaza su posición actual. Se espera, en consecuencia, que siga ofreciendo pactos de país, apoyo a leyes y presupuestos y una permanente mano tendida que será, en la práctica, un diálogo continuo entre Gobierno y oposición: el primero cambiando para conservar y el segundo conservando para cambiar.
Vienen años apasionantes a la política vasca: un sistema de partidos moderado con una altísima competitividad, con una diferencia mínima entre las dos primeras fuerzas. Los cambios están asegurados. Será mejor que nos acostumbremos a ellos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.