Tradición
La makila, el símbolo de autoridad del lehendakariSecciones
Servicios
Destacamos
Tradición
La makila, el símbolo de autoridad del lehendakariMikel Calvo y Maider Calvo
Sábado, 20 de abril 2024, 07:10
Las anárquicas ramas de un viejo níspero asoman desde el pequeño jardín de los Alberdi. No es casualidad. Allí, en Irun, un cartel de madera con ese mismo apellido tallado a mano da la bienvenida al único taller en Euskadi que aún realiza la makila, símbolo de respeto y amistad, y patrimonio de la cultura vasca, que han recibido como obsequio reyes, presidentes, ministros, grandes autores y algún papa. De las manos de Iñaki Alberdi, el artesano ya jubilado que revivió tras la dictadura el bastón tradicional vasco en este lado del Bidasoa, nació la makila que han recibido los cinco lehendakaris en democracia, y que heredará el nuevo líder vasco que decidirán las urnas este próximo domingo, 21 de abril. DV se adentra en el taller de este artesano guipuzcoano para conocer los secretos de una labor única que han recogido sus dos hijos, Beñat y Saioa.
La familia Alberdi lleva tres generaciones íntimamente ligada a la madera. Primero fue el padre de Iñaki, Joxe Alberdi, quien fundó en 1948 el taller y se dedicó a la talla en madera de muebles, bustos y heráldicas, objetos muy demandados en aquellos años. Con la llegada de la democracia, a Iñaki, que aprendió el oficio de su padre, le llamó la atención un objeto que se elaboraba en el País Vasco francés. «'Bâton traditionnel basque' decían», recuerda el artesano. «Durante el franquismo, claro, cualquier simbología vasca estaba prohibida, pero en Iparralde el 'Bâton traditionnel basque' era muy conocido. Me formé con artesanos del otro lado del Bidasoa, me enseñaron sus secretos y la técnica, y lo traje a este lado de Euskadi. Me dije a mí mismo: 'Esto tiene que volver'», relata.
De rama a makila
EN LOS PIRINEOS
Crecimiento
10-15 años
El árbol de níspero
La fabricación de las makilas
comienza con el lento
crecimiento del árbol.
El resultado es una madera
dura pero flexible, lo que la hace
muy apropiada para un bastón.
Marcado
El artesano marca las ramas más
adecuadas en primavera.
A la hora de cicatrizar las heridas,
reaccionan formando un relieve
en torno al corte.
Marcado
en primavera,
cortado
en invierno
EN EL TALLER
Secado
5-10 años
Recogida y secado
En invierno se recogen,
en el taller se descortezan en
un horno y se dejan secar.
En este proceso suelen ser
enderezadas varias veces para
convertirse en una makila recta.
Entrega de
un pedido
2-5 meses
Confección
Una vez preparada la madera
se colocan el pomo, la punta,
la empuñadura, los casquillos
y la puntera.
15-25 años
es el tiempo aproximado
de creación de una makila
De rama a makila
EN LOS PIRINEOS
Crecimiento
10-15 años
El árbol de níspero
La fabricación de las makilas
comienza con el lento crecimiento
del árbol. El resultado es una madera
dura pero flexible, lo que la hace
muy apropiada para un bastón.
Marcado
El artesano marca las ramas más
adecuadas en primavera.
A la hora de cicatrizar las heridas,
reaccionan formando un relieve
en torno al corte.
Marcado
en primavera,
cortado
en invierno
EN EL TALLER
Secado
5-10 años
Recogida y secado
En invierno se recogen,
en el taller se descortezan en
un horno y se dejan secar. En este
proceso suelen ser enderezadas
varias veces para convertirse
en una makila recta.
Entrega de
un pedido
2-5 meses
Confección
Una vez preparada la madera
se colocan el pomo, la punta,
la empuñadura, los casquillos
y la puntera.
15-25 años
es el tiempo aproximado
de creación de una makila
De rama a makila
EN LOS PIRINEOS
El crecimiento de una rama
hasta conseguir un tamaño
adecuado puede llevar
10-15 años
El árbol de níspero
La fabricación de las makilas
comienza con el lento crecimiento
del árbol. El resultado es
una madera dura pero flexible,
lo que la hace muy apropiada
para un bastón.
Marcado
El marcado se realiza
en primavera y la recogida
en invierno
El artesano marca las ramas más
adecuadas en primavera.
A la hora de cicatrizar las heridas,
reaccionan formando un relieve
en torno al corte.
EN EL TALLER
El proceso de secado
puede durar entre
5 y 10 años
Recogida y secado
En invierno se recogen,
en el taller se descortezan en
un horno y se dejan secar. En este
proceso suelen ser enderezadas
varias veces para convertirse
en una makila recta.
La madera se oscurece gracias al calor
necesario para enderezarla y la luz
a la que se expone durante el largo
periodo de secado
Confección
Una vez preparada la madera
se colocan el pomo, la punta,
la empuñadura, los casquillos
y la puntera.
El tiempo de espera
desde la solicitud hasta
la entrega de un pedido
es de 2-5 meses
15-25 años
es el tiempo aproximado
de creación de una makila
De rama a makila
EN LOS PIRINEOS
El crecimiento de una rama
hasta conseguir un tamaño
adecuado puede llevar
10-15 años
El árbol de níspero
La fabricación de las makilas comienza
con el lento crecimiento del árbol.
El resultado es una madera dura pero flexible,
lo que la hace muy apropiada para un bastón.
Marcado
El artesano marca las ramas más adecuadas
en primavera. A la hora de cicatrizar las heridas,
reaccionan formando un relieve en torno al corte.
El marcado se realiza
en primavera y la recogida
en invierno
EN EL TALLER
El proceso de secado
puede durar entre
5 y 10 años
Recogida y secado
En invierno se recogen, en el taller
se descortezan en un horno y se dejan secar.
En este proceso suelen ser enderezadas
varias veces para convertirse en una makila recta.
La madera se oscurece gracias al calor
necesario para enderezarla y la luz
a la que se expone durante el largo
periodo de secado
El tiempo de espera
desde la solicitud hasta
la entrega de un pedido
es de 2-5 meses
Confección
Una vez preparada la madera se colocan el pomo,
la empuñadura, los casquillos, la puntera y la punta.
15-25 años
es el tiempo aproximado
de creación de una makila
Años de aprendizaje y divulgación en ferias, y una «buena red comercial» ayudaron a que Iñaki pudiera dedicarse a tiempo completo a la producción de makilas. «Podría hacer entre 200 y 300 bastones al año, y ahora andamos parecido de pedidos», detalla. Sin embargo, el impulso «más importante», explica, «fue que Lehendakaritza decidiera utilizar la makila como símbolo para la toma de posesión. Ese bastón es un poco más especial que los demás porque lleva la inscripción 'lehendakari' y lo van pasando de unos a otros. Esta decisión ayudó mucho para que la makila se diera a conocer».
El proceso de elaboración del bastón de los Alberdi sigue siendo el mismo que hace 300 años, y puede prolongarse desde los 15 hasta los 25 años. De hecho, «aunque algunas veces nos han pedido una marca diferente, o cambiar algo de la técnica, hemos dicho que no porque nos parece que desvirtuaríamos el producto», zanja Beñat. Todo comienza con el níspero, el árbol que da la bienvenida al taller de los Alberdi, el elegido para la elaboración del bastón porque es la única madera que reacciona a los «tatuajes» que imprime el artesano sobre la rama, como los llama Beñat. Estas «incisiones» son lo que diferencian a la makila del resto de los bastones, y lo convierten en único. «Lo curioso», aclara Beñat, «es que si intentas realizar la misma operación en un castaño o una haya, la marca no sale. Nosotros lo provocamos, pero es la naturaleza quien lo hace, y por eso no hay una makila igual».
1 /
En primavera, Beñat acude a los bosques del Pirineo vasco francés para realizar la escarificación o 'tatuaje' sobre las ramas más adecuadas del níspero. Con el paso de los meses, el árbol frutal reacciona formando un relieve como consecuencia de los cortes, y, en invierno, el artesano vuelve al bosque para recoger las ramas marcadas. «Ahora, tengo una ventaja que mi padre no tenía: el 'GPS'. Porque el paisaje cambia mucho de primavera e invierno, y es fácil perderse», apunta Beñat con una sonrisa de oreja a oreja mientras su padre asiente con la cabeza. Una vez en el taller, las ramas pasan a ser calentadas en un horno y se descortezan. El secado de los palos suele ser como mínimo de entre 5-10 años y deben ser enderezados varias veces antes de convertirse en makilas. «Son como las personas, hay bastones que son más rebeldes que otros y hay que enderezarlos más. Ahí está el arte de cada uno», bromea Iñaki.
90-95 cm
es el largo medio de una makila
Pomo
Se fabrica en cuerno,
antiguamente se utilizaba
cuerno de buey.
Casquillo superior
Sujeta la empuñadura
de piel y presiona el pomo,
aquí es donde se graban
las dedicatorias o frases.
La punta
Desenroscando
la empuñadura
se esconde la punta.
En el pasado su función
era defensiva, servía
para protegerse
del peligro
en los caminos.
La empuñadura
Es un tubo recubierto
de piel de cabrito trenzado.
En la makila de honor
la empuñadura es de plata
o alpaca.
La madera
Es el único árbol que
adorna su piel con relieves
al sanar las heridas realizadas
previamente por el artesano.
El tamaño varía según
la estatura de la persona,
debe descansar debajo
del brazo extendido.
Casquillo inferior
En la parte inferior se coloca
otro casquillo en el que
se graban motivos de grafía
vasca, cincelados a mano.
La puntera
Es la parte que toca el suelo
y suele estar hecha de acero.
90-95 cm
es el largo medio de una makila
Pomo
Se fabrica en cuerno,
antiguamente se utilizaba
cuerno de buey.
Casquillo superior
Sujeta la empuñadura
de piel y presiona el pomo,
aquí es donde se graban
las dedicatorias o frases.
La punta
Desenroscando la empuñadura
se esconde la punta. En el pasado
su función era defensiva, servía
para protegerse del peligro
en los caminos.
La empuñadura
Es un tubo recubierto de piel
de cabrito trenzado. En la makila
de honor la empuñadura es
de plata o alpaca.
La madera
Es el único árbol que
adorna su piel con relieves
al sanar las heridas realizadas
previamente por el artesano.
El tamaño varía según
la estatura de la persona,
debe descansar debajo
del brazo extendido.
Casquillo inferior
En la parte inferior se coloca
otro casquillo en el que
se graban motivos de grafía
vasca, cincelados a mano.
La puntera
Es la parte que toca el suelo
y suele estar hecha de acero.
Pomo
Se fabrica en cuerno,
antiguamente se utilizaba
cuerno de buey.
Casquillo superior
Sujeta la empuñadura
de piel y presiona el pomo,
aquí es donde se graban
las dedicatorias o frases.
La punta
Desenroscando la empuñadura
se esconde la punta. En el pasado
su función era defensiva, servía
para protegerse del peligro
en los caminos.
La empuñadura
Es un tubo recubierto de piel
de cabrito trenzado. En la makila
de honor la empuñadura es
de plata o alpaca.
90-95 cm
es el largo medio
de una makila
La madera
Es el único árbol que
adorna su piel con relieves
al sanar las heridas realizadas
previamente por el artesano.
Casquillo inferior
En la parte inferior se coloca
otro casquillo en el que
se graban motivos de grafía
vasca, cincelados a mano.
El tamaño varía según
la estatura de la persona,
debe descansar debajo
del brazo extendido.
La puntera
Es la parte que toca el suelo
y suele estar hecha de acero.
Pomo
Se fabrica en cuerno, antiguamente
se utilizaba cuerno de buey.
Casquillo superior
Sujeta la empuñadura de piel y presiona
el pomo, aquí es donde se graban
las dedicatorias o frases.
La punta
Desenroscando la empuñadura
se esconde la punta. Antiguamente
su función era defensiva, servía para
protegerse del peligro en los caminos.
La empuñadura
Es un tubo recubierto de piel de cabrito
trenzado. En la makila de honor
la empuñadura es de plata o alpaca.
90-95 cm
es el largo medio
de una makila
La madera
Es el único árbol que
adorna su piel con relieves
al sanar las heridas realizadas
previamente por el artesano.
Casquillo inferior
En la parte inferior se coloca
otro casquillo en el que se graban
motivos de grafía vasca, cincelados
a mano.
El tamaño varía según
la estatura de la persona,
debe descansar debajo
del brazo extendido.
La puntera
Es la parte que toca el suelo
y suele estar hecha de acero.
Eso sí, los Alberdi cuentan con un 'stock' de makilas que llevan años secando, y trabajan con un plazo de entrega de entre dos a cuatro meses. Con el paso principal realizado, los artesanos pasan a embellecer el bastón con los casquillos, donde se realizan las grabaciones en euskera, tales como 'hitza-hitz' (la palabras es la palabra); 'nere bideko laguna' (mi compañera de camino) y 'nire laguna eta laguntza' (mi amigo y ayuda), entre otros. La parte superior está coronada por una empuñadura de cuerno que toma cuerpo en un tubo roscado recubierto de cuero trenzado. Y para la makila llamada de honor, la empuñadura es enteramente de plata o de alpaca. Pese a los idénticos pasos para realizar una makila, los artesanos aseguran que «no hay uno igual. Esto es como el vino, hay cosechas buenas y otras malas, pero como todo lo hecho a mano, no hay una makila igual en el mundo, cada una tiene su historia, significado y simbología».
Uno de los lehendakaris que más trabajó para devolver a la memoria vasca la importancia de la makila fue José Antonio Ardanza, quien falleció este mismo mes de abril a sus 83 años de edad, y es el único líder vasco en pisar la Casa Blanca en un encuentro oficial con el entonces presidente los Estados Unidos, Ronald Reagan. Esta cita histórica, que se prolongó durante aproximadamente quince minutos, se produjo el 23 de marzo de 1988, y el jeltzale entregó una makila elaborada por Iñaki Alberdi al presidente norteamericano, que, por cierto, tuvo que ser enviada 24 horas antes al edificio presidencial para ser minuciosamente inspeccionada. En la imagen, que este periódico publicó en su portada, se puede ver cómo Reagan recibe en el Despacho Oval el bastón tradicional vasco ante la atenta mirada de un Ardanza con una sonrisa de oreja a oreja.
Patxi López felicita a Iñigo Urkullu durante
su investidura, en la Casa de Juntas de Gernika
en 2012. Vincent West
Patxi López recibe la makila de su predecesor
en el cargo, Juan José Ibarretxe en 2009.
David Aguilar
Juan José Ibarretxe recibe la makila a manos
de José Antonio Ardanza en 1999. DV
José Antonio Ardanza (centro) durante el acto
de jura de cargo de Ardanza en Gernika
en 1985. Michelena
Patxi López felicita a Iñigo Urkullu durante su investidura,
en la Casa de Juntas de Gernika en 2012. Vincent West
Patxi López recibe la makila de su predecesor en el cargo,
Juan José Ibarretxe en 2009. David Aguilar
Juan José Ibarretxe recibe la makila a manos
de José Antonio Ardanza en 1999. DV
José Antonio Ardanza (centro) durante el acto de jura
de cargo de Ardanza en Gernika en 1985. Michelena
Patxi López felicita a Iñigo Urkullu durante su investidura,
en la Casa de Juntas de Gernika en 2012. Vincent West
Patxi López recibe la makila de su predecesor
en el cargo, Juan José Ibarretxe en 2009. David Aguilar
Juan José Ibarretxe recibe la makila a manos
de José Antonio Ardanza en 1999. DV
José Antonio Ardanza (centro) durante el acto de jura de cargo
de Ardanza en Gernika en 1985. Michelena
Patxi López felicita a Iñigo Urkullu durante su investidura, en la Casa de Juntas de Gernika
en 2012. Vincent West
Patxi López recibe la makila de su predecesor en el cargo, Juan José Ibarretxe
en 2009. David Aguilar
Juan José Ibarretxe recibe la makila a manos de José Antonio Ardanza en 1999. DV
José Antonio Ardanza (centro) durante el acto de jura de cargo de Ardanza en Gernika en 1985. Michelena
Desde entonces, el bastón tradicional vasco se ha convertido en símbolo de autoridad y respeto en Euskadi, y personalidades como el papa Juan Pablo II; el ex presidente de Uruguay José Mujica; la ex primera ministra de Francia Elisabeth Borne, y el rey emérito Juan Carlos I, entre muchos otros, han sido obsequiados con la makila de los Alberdi, además de que en numerosas ceremonias y citas deportivas así como culturales se utilice como premio o regalo.
1 /
Hoy en día, el grueso de los pedidos que reciben los hijos de Iñaki, Beñat y Saioa, corresponden a regalos de trabajadores o de empresas por la jubilación. Los precios de las makilas oscilan entre los 300 euros que cuesta el bastón más barato hasta los 820 euros el más caro, la makila de honor en plata. También envían bastones a Francia, su principal mercado de exportación, aunque en los últimos años se les ha abierto una ventana en el mundo anglosajón. «Los ingleses también valoran mucho una pieza artesana de calidad, y muchas veces nos lo piden para su paseos. Gracias, en gran parte, a la entrevistas que nos hizo Michael Portillo», el exministro inglés que ahora presenta el canal Viajar, detalla Saioa, que añade que «justo ahora acabamos de mandar dos makilas a Camboya». «¡Los vascos estamos por todo el mundo!», apostilla el hermano.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.