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El próximo 21 de abril Euskadi volverá a someterse al escrutinio de las urnas. Iñigo Urkullu finalmente ha despejado la incógnita y, después de ... varias semanas de conjeturas, este jueves decidió apretar el botón electoral y desvelar el secreto mejor guardado: la fecha exacta de unos comicios autonómicos que pondrán el broche final a su ciclo político como lehendakari.
Arropado por todos los miembros de su Ejecutivo –ocho consejeros del PNV y tres del PSE–, Urkullu compareció ante los medios de comunicación desde Lehendakaritza tras la celebración de un Consejo de Gobierno extraordinario, el mismo que se pospuso el pasado martes debido al delicado estado de salud de su madre y posterior defunción.
A pesar de que el lehendakari seguía manteniendo un silencio sepulcral al respecto, el 21 de abril era el día que se barajaba con mayor fuerza. Todos los grupos parlamentarios llevaban semanas trabajando bajo esta hipótesis, e incluso el propio Urkullu había dado muestras de que el anuncio oficial de la convocatoria se acercaba: el pasado lunes, por ejemplo, se reunió en Ajuria Enea con los líderes del PNV y del PSE, Andoni Ortuzar y Eneko Andueza, respectivamente; y el viernes pasado llegó al Parlamento Vasco agarrado de la mano de su mujer, Lucía Arieta-Araunabeña, que, de manera inusual, le respaldó en lo que acabó siendo su último cara a cara con la oposición tras doce años al frente del Gobierno Vasco. Lo que envolvió aún más el ambiente con aires de despedida.
26 de febrero Urkullu firma el decreto oficial.
27 de febrero Se publica en el Boletín Oficial del País Vasco la disolución del Parlamento y la convocatoria electoral.
Mediados de marzo Tiempo para presentar candidaturas.
5 de abril Arranca la campaña electoral.
Hasta que este jueves Urkullu marcó definitivamente en rojo la fecha de los comicios en un calendario que arrancará oficialmente en la noche del 4 al 5 de abril, cuando se dará el pistoletazo de salida a la campaña electoral, justo al final de la semana de Pascua. Este próximo martes, día 27, se publicará en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) el decreto oficial.
Urkullu, que no repetirá como candidato –el PNV ha optado por un relevo en su cartel electoral, con Imanol Pradales como cabeza de lista –, arrancó este jueves su intervención explicando los criterios en los que se ha basado para elegir el 21 de abril: el «cumplimiento» del programa de Gobierno suscrito en 2020 por PNV y PSE; «ceder el mejor legado» al próximo inquilino de Ajuria Enea; y «defender el interés general de la sociedad vasca». Y es que, como explicó, descartó la posibilidad de convocar los comicios autonómicos el 9 de junio para no hacerlas coincidir con las europeas y así no estar al albur de debates, dijo de forma velada, que no atañen a Euskadi. El mes de abril, según defendió, era la fecha idónea al cumplirse los cuatro años que marca la legislatura, ya que cabe recordar que los comicios de 2020 se convocaron inicialmente para el 5 de abril y se tuvieron que retrasar hasta julio debido al azote de la pandemia.
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«En 2012 asumí ante la sociedad vasca un compromiso basado en el trabajo duro, el rigor y la responsabilidad y, lo confieso, nunca imaginaría tener semejante honor». Con estas palabras, Urkullu arrancó la parte más emotiva de un discurso en el que reivindicó su gestión e hizo balance de sus tres legislaturas al frente del Gobierno Vasco, desde que el 15 de diciembre de 2012 jurase su cargo en Gernika.
«Durante todos estos años –dijo– he defendido Euskadi y los intereses de la sociedad vasca por encima de todo lo demás». «He intentado dar lo mejor de mí», sostuvo Urkullu, que ofreció un largo agradecimiento a la sociedad vasca al asegurar que «el esfuerzo» de los ciudadanos ante las dificultades sobrevenidas ha sido «de quitarse la txapela».
Urkullu reivindicó además la alianza de PNV y PSE como socios de Gobierno. «Superando nuestras diferencias, y siempre a través de la discreción y el acuerdo, hemos compartido estrategia y objetivos de país, la defensa de los intereses de Euskadi por encima de todo», manifestó el lehendakari, que recalcó los «avances» que ha experimentado Euskadi bajo su mandato.
«Hemos avanzado en bienestar, calidad de vida, autogobierno...», enumeró. «Y es un honor poder legar una Euskadi más avanzada y más justa a quienes nos sucederán; asentada en los valores del respeto, la cohesión y la convivencia», insistió.
Urkullu resaltó a este respecto las once nuevas competencias que ha asumido Euskadi –entre ellas, Prisiones o el Ingreso Mínimo Vital–, el fortalecimiento del Concierto Económico o el cumplimiento de sus compromisos legislativos: bajo su mandato, el Parlamento de Vitoria ha aprobado 121 leyes, el 75% de ellas con el concurso de algún grupo de la oposición. Lo que le llevó a recalcar la importancia del diálogo y el entendimiento entre diferentes. Igualmente, destacó el «logro colectivo» de haber reducido la tasa de paro en estos últimos doce años. Un balance que incluso también le llevó a pedir disculpas: «Pido perdón por mis errores y doy las gracias a Euskadi por todo lo que me ha dado», dijo.
Urkullu también tuvo palabras de recuerdo para Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, fallecidos en el derrumbe del vertedero de Zaldibar, y también para todas las mujeres víctimas de la violencia machista. También se detuvo especialmente para hablar de las víctimas del terrorismo e hizo hincapié en que el final del terrorismo de ETA «ha llegado con muchas décadas de retraso y todavía queda por hacer para que nunca vuelva a germinar el odio y la violencia en nuestro pueblo».
Una vez convocadas las elecciones, a Urkullu –que desechó cualquier tipo de enfrentamiento con el PNV por su relevo; «soy un hombre de partido, no estoy alejado del PNV y me siento absolutamente apoyado», dijo– aún le queda una importante carpeta que cerrar: el traspaso de las últimas tres competencias pendientes (Cercanías, la homologación de títulos universitarios extranjeros y la segunda fase de acogida de refugiados).
De momento, los gobiernos vasco y español siguen inmiscuidos en la negociación para hacer efectivos los traspasos. De hecho, Urkullu destacó que «hay base» suficiente para que se materialicen las transferencias cuanto antes a pesar de la convocatoria electoral, ya que el Ejecutivo autonómico trabajará a pleno rendimiento hasta que se celebren los comicios y no será hasta entonces cuando entre en funciones. Eso sí, también lanzó un mensaje a Pedro Sánchez, con quien aún tiene un encuentro pendiente. «La relación en este último tramo ha sido bastante más epistolar que del cara a cara», zanjó.
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