José Antonio Ardanza
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José Antonio Ardanza
El lehendakari José Antonio Ardanza (Elorrio, 1941) ejemplifica el espíritu pactista en Euskadi. Estuvo al frente del Gobierno Vasco entre 1985 y 1999, cuatro legislaturas ... en las que el PNV firmó gobiernos de coalición con PSE, EA y EE. Ardanza asegura en esta entrevista, realizada mediante cuestionario escrito, que las alianzas seguirán siendo necesarias en Euskadi, unos acuerdos que, subraya, tendrán que ir buscando soluciones a la dualidad vasca y española de nuestra sociedad.
- ¿Por qué Euskadi se ha caracterizado por ser una comunidad donde los gobiernos de coalición, ya sea en el Ejecutivo autónomo o en las diputaciones, son casi una constante?
- Obtener mayorías absolutas de un solo partido para gobernar en solitario ha sido siempre bastante difícil. De ahí la necesidad de las coaliciones. Y éstas han venido determinadas por las circunstancias de cada momento. En la época del lehendakari José Antonio Agirre se formó una coalición amplia para hacer frente a un golpe de Estado, por tanto, en una circunstancia de guerra. Se sumaron quienes defendían la República y la democracia. Después de la recuperación democrática, durante un tiempo apenas tuvo Euskadi necesidad de firmar esos acuerdos. El PNV gobernaba en solitario en Vitoria porque HB no ocupaba sus escaños en el Parlamento. En diputaciones y ayuntamientos no era posible pactar con HB porque eran el frente político de ETA y nadie quería contaminarse con ellos por sus comportamientos antidemocráticos.
- ¿El conflicto interno del PNV cambió el escenario?
- La ruptura y el nacimiento de EA con el lehendakari Garaikoetxea provocó el pacto de legislatura PNV-PSE. Además, se sumaron otras circunstancias posteriores, como que la izquierda abertzale decidió ocupar sus escaños en el Parlamento 'Vascongado', como lo denominaban con desprecio, de manera que cambió la matemática parlamentaria y vinieron las coaliciones. Luego llegaron las treguas, sus rupturas y finalmente ETA decidió terminar con la lucha armada. La izquierda abertzale se incorpora al 'Parlamento español' donde 'los vendidos y traidores del PNV llevaban años' y, poco a poco, se fue normalizando la política en Euskadi.
- El PNV siempre ha sido la clave de estos acuerdos.
- Siempre ha habido un partido mayoritario, el PNV, con un profundo sentido del pacto, de gran pragmatismo, pisando de cerca la realidad del país y que ha sabido defender sus objetivos identitarios sin estridencias, sin renunciar nunca a la defensa de Euskadi-nación. Reconociendo siempre al diferente, imbuido de un sentimiento humanista y solidario que ha dado estabilidad a la sociedad.
- ¿Este tipo de acuerdos seguirán siendo necesarios en las próximas legislaturas?
- Sí, y ello conllevará que las aristas de cada cual se vayan atenuando, pero llevará tiempo. Los viejos, con nuestra memoria de elefante, iremos desapareciendo. Las nuevas generaciones, sin tanta mochila y recuerdos negativos, tomarán el relevo.
- ¿Los pactos serán deseables incluso si se obtuvieran mayorías absolutas?
- A corto plazo y con una perspectiva de varias legislaturas no veo mayorías absolutas, luego solo serán posibles mediante pactos de coalición que tendrán que ir buscando soluciones a la dualidad de la sociedad vasca. En la sociedad española no existe tal dualidad, todos son nacionalistas españoles, su patria y nación es España y sus diferencias derivan de lo entendido por izquierdas o derechas.
- ¿Euskadi es más compleja?
- Mucho más. Nuestra dualidad viene dada porque hay vascos nacionalistas para quienes Euskadi es su patria y nación. Una parte de ellos ha defendido su idea democráticamente, avanzando paso a paso, y otros han pretendido imponerla mediante la coacción y la amenaza. Y hay otros vascos nacionalistas españoles para quienes España es su patria y nación. Esta ha sido y es nuestra confrontación básica antes de que surgiera lo de izquierdas y derechas. Esta diferencia no se va a resolver mientras los vascos, y solo entre nosotros, no busquemos mediante el diálogo un pacto democrático, una salida a ese contencioso, para que luego España lo asuma.El conflicto convencional entre izquierdas o derechas es idéntico al de España y otros estados y es más fácil de acordar, como lo demuestra nuestra historia de pactos entre PNV y PSE-EE, donde hemos intentado dar soluciones parciales a nuestras diferencias.
- ¿El cese de la actividad de ETA abre el escenario a nuevas combinaciones de gobierno?
- Sí, porque respetando el diálogo y la democracia son posibles los acuerdos. Siempre habrá recalcitrantes en todas partes. Algunos dirán que mientras ETA no reconozca el daño causado y se arrepienta de sus barbaridades no se puede hacer nada con su brazo político. Otros podríamos decir lo mismo de los carlistas, requetés y franquistas que entraron en Euskadi a sangre y fuego y mantuvieron su régimen de terror y falta de libertades durante 40 años. Desde nuestro propio dolor lo mismo podríamos decir de ETA, GAL y compañía. Pero la experiencia nos dice que el deseo de venganza solo empobrece al que lo padece. Cuando a mis nietos les cuento o me preguntan quién fue Franco y qué paso, y qué fue ETA y qué hizo, compruebo que en dos generaciones se van diluyendo los recuerdos y las tragedias. Ello me lleva a pensar que la historia hay que conocerla para no volver a cometer las mismas barbaridades, pero luego conviene mirar al futuro.
- ¿Cuáles podrían ser las nuevas combinaciones de gobierno?
- Con las condiciones establecidas todas las combinaciones serían posibles con el tiempo.
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