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Javier Esparza, candidato de Navarra Suma, emite su voto en un colegio electoral de Aoiz Jesús Digfes
Elecciones Navarra 2019: Navarra Suma gana con holgura pero depende del PSN para gobernar

Elecciones Navarra 2019: Navarra Suma gana con holgura pero depende del PSN para gobernar

La coalición de UPN, PP y Ciudadanos obtiene 20 escaños, los socialistas crecen, Geroa Bai y Bildu aguantan el tirón y Podemos se derrumba

el diario vasco

Lunes, 27 de mayo 2019, 00:58

Navarra afronta un escenario de máxima incertidumbre. Los resultados de las elecciones autonómicas de este domingo han dejado conclusiones nítidas, como la entrada con fuerza de la coalición entre UPN, Partido Popular y Ciudadanos, la rentabilización de los socialistas del efecto Pedro Sánchez y el hundimiento de Podemos. Pero son precisamente estos tres datos los que, unidos, dibujan un panorama de eventual ingobernabilidad y no sería para nada descartable que fuera necesario convocar unas nuevas elecciones salvo que los socialistas, los únicos que tienen la llave para cambiar esta fotografía, den un giro inesperado y apoyen un Ejecutivo bien de la derecha bien de las formaciones abertzales y de izquierdas.

Con el 94,33% de los votos escrutados, Navarra Suma, la coalición integrada por UPN, PP y Ciudadanos, gana claramente las elecciones al Parlamento de Navarra con más de un 36% de los votos y obtiene 19 escaños. La formación crece respecto a las elecciones de 2015, cuando UPN obtuvo 15 parlamentarios, el PP 2 y C's no obtuvo representación en la Cámara. El cuatripartito en el poder esta legislatura pierde su mayoría por el batacazo de Podemos, que pierde 5 escaños y más de 33.000 votos. El PSE ha obtenido 11 escaños, Geroa Bai 9, EH Bildu 8, Podemos 2 e Izquierda Ezkerra 1.

El Gobierno «del cambio» de la última legislatura, el cuatripartito formado por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezquerra que ha liderado Uxue Barkos, ha quedado muy lejos de reeditarse. Por dos motivos fundamentales: la mencionada debacle del partido morado y el buen comportamiento de Navarra Suma, la inédita alianza conformada por las tres fuerzas de la derecha creada precisamente para poner freno al nacionalismo y tratar de recuperar el poder en la comunidad foral.

El primer objetivo sin duda lo han conseguido. Con veinte escaños la coalición logró una victoria incontestable -lo demuestra el hecho de que el segundo partido más votado fue el PSN, que consiguió once representantes-. Pero gobernar les va a resultar poco menos que imposible salvo que los socialistas viren el rumbo y se suban al barco capitaneado por Javier Esparza. Esta opción es a día de hoy muy remota. Más allá del abismo que separa a sus proyectos ideológicos y sociales, las relaciones entre Esperza, el líder de UPN, y la candidata socialista, María Chivite, son gélidas. Chivite llegó a asegurar en campaña que no le importaría recibir los votos de Navarra Suma para investirse ella como presidenta, pero las cuentas que manejaba su partidos sobre un hipotético arrastre explosivo del 'efecto Sánchez' se ha quedado a medias. Ha subido, sí, pero no lo suficiente para poder encabezar una alternativa sólida.

El voto útil

Las formaciones que han sustentado el ya extinto cuatripartito han tenido comportamientos muy dispares en estos comicios. Geroa Bai, la coalición de Barkos en la que está el PNV, ha aguantado bien el tirón y no ha sufrido demasiado el desgaste de sus cuatro años al frente del Ejecutivo. Ha logrado nueve parlamentarios, como en 2015. También EH Bildu ha campeado el temporal y ha quedado en ocho escaños, los mismos o uno menos que hasta ahora. Incluso Izquerda-Ezkerra, que durante buena parte del escrutinio llegó a desaparecer del hemiciclo, finalmente salvó los muebles y consuguió uno. Podemos, sin embargo, sufrió una derrota sin paliativos. Su fractura interna y sus crisis constantes no han pasado desapercibidas para el electorado, que se ha decantado por el voto útil. Los podemitas han bajado de siete a dos representantes.

Lo que también han vuelto a demostrar estas elecciones es que Navarra es una de las comunidades más extremas a la hora de cambiar el sentido de su voto en función de si la cita electoral es general o autonómica. El 28-A Geroa Bai recibió el apoyo de 22.150 ciudadanos, muy lejos de los casi 50.000 cosechados ayer. Vox, por su parte, alcanzó los 17.660 y ahora se ha quedado en 4.000, lo que le ha dejado fuera del Parlamento.

Reacciones

El candidato de la plataforma Navarra Suma , Javier Esparza, ha valorado su victoria en las elecciones forales y ha asegurado que «tiende la mano» al PSN «para formar un Gobierno constitucionalista», aunque ha sido rotundo al asegurar que no harán presidenta a la líder socialista.

Ha celebrado también la «recuperación» para Navarra Suma de una veintena de alcaldías de localidades navarras, una enumeración jaleada una a una por los presentes, que han vitoreado su intervención en un ambiente de euforia, acompañado de otros candidatos y de los dirigentes de UPN, PP y Ciudadanos que conforman la plataforma electoral.

Ante ellos, Javier Esparza ha asegurado que «Navarra ha votado cambio, un cambio de gobierno, ha dicho no al nacionalismo vasco, no a los experimentos, no al cuatripartito» que ha gobernado la última legislatura bajo la dirección de Uxue Barko

La presidenta de Navarra y candidata de Geroa Bai a renovar el cargo, Uxue Barkos, ha subrayado que a partir de esta noche a la socialista María Chivite le toca dirigir el proceso para formar una mayoría progresista.

Entre aplausos en la sala de Baluarte donde Geroa Bai ha montado el seguimiento de la noche electoral y arropada por otros candidatos de la coalición, Uxue Barkos no ha querido esperar al tener escrutados el cien por cien de los votos y ha dado ya por seguro que Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, el cuatripartito que ha sustentado el Ejecutivo foral en esta legislatura, no han conseguido revalidar la mayoría absoluta.

«Cuando la sociedad toma una decisión, hay que aceptarla porque es democracia», ha dicho, aunque también ha subrayado que mantiene «la ambición para seguir defendiendo la sociedad que creemos más justa».

La sociedad ha decidido un cambio, ha reconocido, pero también ha puesto en valor el trabajo realizado en estos cuatro años que Geroa Bai seguirá teniendo «muy en cuenta», ha finalizado Uxue Barkos.

La candidata del PSN-PSOE a la Presidencia de Navarra, María Chivite, ha asegurado que quieren liderar un «Gobierno de progreso» y en ese sentido ha recalcado que no llegarán a acuerdos de gobierno con EH Bildu, ni darán sus votos a Javier Esparza para que sea presidente.

En un ambiente festivo, entre gritos de «presidenta, presidenta» y respaldada por miembros de su candidatura y de la Ejecutiva, Chivite ha celebrado los resultados que sitúan a los socialistas como segunda fuerza con once parlamentarios, frente a los siete de la pasada legislatura.

María Chivite ha señalado que se abre «un tiempo de diálogo», en el que el PSN quiere liderar el próximo Gobierno de Navarra.

El candidato de Podemos a la presidencia de Navarra, Mikel Buil, ha reconocido que los resultados que han obtenido han sido «muy malos» y tras felicitar al cabeza de lista de Navarra Suma, Javier Esparza, le ha dicho que sepa que les van a tener enfrente.

Pamplona cambia de alcalde

Navarra Suma, con 13 de los 27 concejales del consistorio de Pamplona, se ha quedado al borde de la mayoría absoluta en la capital navarra, una vez escrutado el 100 % de los votos. EH Bildu ha obtenido 7 concejales, el PSN 5 y Geroa Bai 2, y se han quedado fuera del consistorio Aranzadi e I-E.

El candidato por EH Bildu a la alcaldía de Pamplona, Joseba Asiron, quien pese a haber mejorado los resultados de su grupo no cuenta con apoyos suficientes para continuar al frente del Consistorio, ha valorado el apoyo recibido como el refrendo del «buen trabajo» realizado. «Creo que hemos tenido unos resultados muy buenos, rozando el 25 % de los votos, veníamos de un 16 % eso significa que estamos un 8 % de subida y eso no me cabe ninguna duda de que es el refrendo de un trabajo bien hecho» durante cuatro años en los que, ha dicho, se han «dejado la piel».

Asimismo, ha añadido, refleja que EH Bildu ha sido «la columna vertebral del Ayuntamiento y por lo tanto, pase lo que pase, a partir de aquí con los pactos y no pactos, alianzas y no alianzas, con la cabeza muy alta y que no nos borren la sonrisa».

El candidato por EH Bildu a la alcaldía de Pamplona, Joseba Asiron ha incidido en que «Iruña es una ciudad de izquierdas, progresista», tras lo que ha señalado que «estamos prácticamente en el único sitio del Estado donde todas las derechas han venido unidas, la derecha corrupta, la derecha antiforalista y la que quiere terminar con nuestros derechos históricos y la derecha doméstica de toda la vida». «Y eso -ha agregado- es porque no cabe ninguna duda de que Navarra e Iruña su capital es todavía cuestión de Estado».

Además ha llamado la atención sobre el hecho de que hay «un 8 % de votos netamente de izquierda sin representación por la dispersión del voto. Es el momento de que determinados sectores hagan esa reflexión y reconozcan que ha sido un error», ha apuntado.

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