Candidata de Elkarrekin Podemos a diputada general de Gipuzkoa

Miren Echeveste: «Vamos a dar la vuelta a la mala situación social que nos ha dejado el PNV»

-¿Cómo se presenta a la sociedad guipuzcoana la delegada de Igualdad de Irun?

-Como una persona comprometida con la sociedad en la que vive, en cualquier lugar y en cualquier institución.

-¿Le da vértigo este salto?

-No. Ninguno. Soy una luchadora, y lo veía necesario. Estoy en un Ayuntamiento, pero desde una Diputación se pueden hacer muchas más cosas a nivel territorial, y quería dar ese salto.

-Usted viene del 15-M, ¿imaginaba que acabaría dedicándose a la política?

-¡No! Era traductora e intérprete, y además muy desafectada de la política. Pensaba que no merecía la pena, pero llegó el 15-M y ¡ostras! Vi la oportunidad de que la sociedad cogiera fuerza y volviera a decir a las instituciones de lo que tenían que hablar. Ahí surgió todo. Yo también quería expresar lo que verdad le preocupaba a la ciudadanía.

-¿Es la valentía una de sus bazas?

-Sí. Creo que se puede cambiar el sistema para ir a un modelo igualitario y feminista. Tras el 15-M pensé 'o hago algo o no tengo futuro'. Entonces entré en Podemos. Y la verdad es que no me asustan las élites ni los poderes fácticos.

-Y con el resultado de las encuestas, ¿teme que el papel de Podemos quede desdibujado?

-No. Las encuestas no siempre revelan la realidad.

-Se postulan como la única fuerza capaz de recuperar los derechos sociales...

-Sí, porque el PNV y el PSE, que están gobernando, y EH Bildu en cierta medida también, se deben a sus clientelismos, siempre van de la mano de un amigo o de una empresa que les condicionan los proyectos o los maquillan. Pero si de verdad quieres apostar por los servicios sociales, debes gestionarlos desde lo público, sin que haya negocios de por medio. Nosotras lo tenemos claro.

-¿Cuáles son esos retos en política social?

-Muchos. Empezaría por dignificar los cuidados de los mayores. No solo mejorar las residencias, también todo el trabajo invisible -que se hizo visible con la pandemia- comunitario social que hacen las familias; madres, abuelas... y acompañar desde las instituciones todo este trabajo. Porque los cuidados no son a demanda, son 24 horas todos los días.

-¿Estamos ignorando a las personas mayores?

-Sí. Y hoy una de cada cuatro personas son mayores de 65 años, dentro de 20 años será una de cada tres. ¿Con el modelo actual podemos afrontarlo? No. Y al hablar de cuidados hay que hablar de sanidad. Estratégicamente los centros de mayores son centros sociales, no sociosanitarios. Es decir, no cuentan una pequeña UVI, no pueden poner oxígeno a quién lo necesite... si alguien se pone enfermo debe ir al hospital. ¿Y no podría hacerlo la residencia? No, porque se gestiona como un hotel.

-Hablando de salud, ¿siguen insistiendo en la desmantelación de Osakidetza?

-Sobre todo en la Atención Primaria. En algunos países como Francia, el médico de familia es privado, pero si alguien tiene que operarse va a lo público. No sé si es este el modelo que gusta al PNV. Pero así se condiciona el acceso a la salud según la economía de las personas. Hace 40 años todos los partidos apostaban por la salud universal, era algo que igualaba a toda la ciudadanía. Ahora, Osakidetza subcontrata servicios estructurales, ¿y para qué? Para dar negocio a la sanidad privada. Incluso hemos visto a IMQ patrocinando un programa de ETB. ¿A dónde vamos a llegar?

-La carestía de la vivienda es otra de las preocupaciones de la gente. ¿Qué medidas propone?

-Desplegar todas las herramientas que nos brinda la Ley de Vivienda del País Vasco, y ahora también con el paraguas jurídico de la ley estatal. Ya no hay excusas.

-¿Y en qué se concreta?

-Por ejemplo, declarar zona tensionada no a barrios sino a ciudades enteras; esto hará que los fondos buitres desaparezcan. Y ampliar el parque público de vivienda social, ya sea construyendo o comprando inmuebles en zonas deterioradas y rehabilitándolas.

-¿Realmente se va a hacer?

-El PNV no lo va hacer y el PSE, por mucho que diga que sí, ya manifestó que iba a pactar con los nacionalistas... y si has desvelado esto ya no vas a condicionar al Ejecutivo a que se aplique la ley, harás lo que diga Sabin Etxea.

-En cuanto a infraestructuras, ¿la incineradora ya no tiene vuelta atrás?

-La incineradora está ahí, la inversión ya está hecha y con problemas estructurales. Habrá que analizar un contrato que no se conoce porque hay una empresa a la que le quedan 32 años, que no ha gestionado bien, y a la que se ha llegado a multar con 100.000 euros por unos vertidos en diciembre. ¿No se le puede revisar ese contrato?

-La Diputación insiste en que Gipuzkoa es uno de los territorios de Europa con menos desigualdad. ¿Qué opina?

-Que el PNV utilice un indicador para sus intereses y unos datos que lo único que evidencian es que las diferencias salariales en Gipuzkoa no son tan grandes como en otros territorios, lo cual no quita para que, en bloque, se es cada día más pobre. Desigualdad sigue habiendo a la hora de acceder a determinados servicios públicos. Y desequilibrio territorial también. Hay una gran desigualdad dependiendo en qué municipio estés. No es lo mismo acceder a la sanidad pública en Donostialdea que en la comarca del Bidasoa. Hay zonas deprimidas a las que no se les da empuje.

-¿En Gipuzkoa hay pobreza?

-Claro que hay. En Irun, tenemos Pío XII, uno de los barrios con la renta per cápita más baja de Euskadi. Todavía hay gente que duerme en la calle o debajo de un puente porque hay pueblos sin albergues y sin una cama...

-¿Qué propone en política fiscal?

-Revisar los tramos más altos porque pagan cada vez menos. Es decir, nuestro reto es redistribuir para sostener el Estado de bienestar y que no recaiga sobre las rentas de trabajo. La clase media se está empobreciendo a pasos agigantados, y no se le puede pedir más.

-¿Siguen con la mano tendida a PSE y EH Bildu para una entente de izquierdas? ¿Es realista este empeño?

-En este momento yo me quedaría con que en Errenteria gobernamos con EH Bildu y en Irun con el PSE, y les hemos empujado a hacer políticas más de izquierdas y a ponernos de acuerdos con más partidos de la oposición. Porque la diversidad también está ahí, hay que contar con todos y ser responsables.

-¿Con quiénes pactarían?

-Con quiénes estén dispuestos a acometer esa reforma fiscal. Hay que sostener el Estado de Bienestar con una fiscalidad que nos iguale, que sea redistributiva y que sea justa. No sé si el PNV estará dispuesto a hacerlo. Y pactaríamos con quien luche contra la violencia machista, contra la brecha salarial, contra los techos de cristal... con quiénes se lo tomen tan en serio como nosotras. Evidentemente estamos más cerca de PSE y Bildu que de PNV y PP.