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Imagínense que un día les llega a través de alguna red social un mensaje de un supuesto periodista extranjero preguntando por su bisabuela. La mayoría de la gente pensaría que se trata de una estafa o una broma, pero yo tuve la suerte de que ... Maite Arouesty me tomara en serio. A 9.000 kilómetros de distancia, en Ciudad de México, Maite leyó aquel extraño mensaje y contestó que sí, que ella era bisnieta de dos exiliados españoles llamados Santiago Dañobeitia y Emilia Murillo.

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