Cuando éramos chavales nos decían que para ser altos como los daneses debíamos tomar mucha leche, pero del todo no debía ser verdad. Por falta de buena leche de vaca no fue, se lo prometo. Lo ratifica el dato que acabo de encontrar. El consumo ... de leche se ha reducido en un 24% en los últimos 20 años en España y, sin embargo, los chavales de ahora son más altos que nosotros. El consumo de carne también va descendiendo poco a poco, pese a que somos es el primer exportador de cerdos del mundo y el quinto en productos cárnicos.
Publicidad
¿Y qué es lo que comemos si también va descendiendo el consumo de pescado en términos alarmantes? En 2014 el españolito medio comía 27 kilos al año. En 2022 esa cifra se quedó en 18.5 kilos, un 30% menos. Alucinante, ¿no? Pues aún hay más. Sigo buceando entre las estadísticas y me encuentro otro dato sorprendente. El descenso del consumo de carne y pescado no se ha contrarrestado con un aumento de las frutas y hortalizas frescas, sino al contrario. En 2023 consumimos 21 kilos menos por persona de estos alimentos que en 2021.
¿Y entonces? ¿Aparecen nuevas categorías de alimentos no frescos? Pues sí. Una de ellas la componen los productos procesados de origen vegetal. Hasta la fecha, sobre todo bebidas sustitutivas de la leche, empujadas por poderosas campañas que las relacionan con la mayor digestibilidad para los adultos y también porque han logrado que se las asociara a la salud, al bienestar animal y hasta a la sostenibilidad del planeta, cuestiones las tres sobre las que se podría debatir largo y tendido. En los últimos años, las inversiones de los grandes grupos de alimentación y también de pequeños nuevos jugadores está llenado el mercado con hamburguesas o chuletas vegetales, quesos elaborados a partir de soja u otras materias y un largo etcétera de productos que hasta la fecha trataban de sustituir a los anteriores con su mismo aspecto y sabor.
Las empresas productores de alimentos 'planted-based', como ahora los llaman, aseguran que alguno de sus productos ha entrado ya en la mitad de los hogares españoles, una cifra realmente sorprendente, aunque solo han logrado reemplazar parcialmente la caída estructural del consumo de leche y de carne. Creen que su siguiente paso es lograr convertirse en una categoría generalista más y no un nicho de consumidores comprometidos con la salud. Dicho de otro modo, dar calidad, placer y adecuarse a los gustos tradicionales de esa mayoría que hasta ahora no está tan interesada en consumir estos productos por los motivos ya citados y también porque son más caros.
Publicidad
En mi opinión, quizás el cambio más estratégico de los que prevén es el de abandonar el mimetismo con los productos de origen animal a los que 'sustituyen', su principal objetivo hasta la fecha, y conseguir formulaciones originales que por sí mismas atraigan la atención de los consumidores y les gusten, así como ofertar formatos y preelaboraciones que se sumen a la demanda cada vez más importante de personas que no quieren dedicar ni un minuto a cocinar.
Los restaurantes vegetarianos nunca han sido mayoritarios en nuestro país, pero llevan décadas alimentando a aquellos que rechazaban el consumo de animales. Lo curioso es ver cómo ahora muchos de ellos van mutando de nombre al de 'plant-based' por una cuestión de percepción, modernidad y marketing. Los grandes grupos de restauración, incluidas las hamburgueserías, ya han empezado a lanzar ofertas de productos veganos y Michelin ha empezado a incluir restaurantes de esta categoría en su guía, caso del madrileño Mudrá, que se define como 'Plant Based Food'. Les prometo que voy a ir a probar para poder contarles qué tal.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.