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Viernes, 26 de noviembre 2021
Cualquier día de estos se nos echará el frío encima y ya no nos abandonará hasta la próxima primavera, dando paso a una época, la invernal, en la que es habitual consumir castañas, casi siempre asadas, aunque existen otras recetas interesantes que se pueden ... elaborar con este fruto seco tan típico de esta época.
Dentro de toda esa vorágine que supone adaptarse a los meses más fríos del año, una de las imágenes que se vienen al recuerdo es la de los puestos de castañas que uno se puede topar si camina por la calle. Pequeños refugios en los que el calor y este fruto emergen como aliados para aumentar la sensación de bienestar en nuestro cuerpo. Porque sí, el invierno es un buen momento para disfrutar con este alimento que se puede consumir en la calle, pero también en casa, toda vez que es muy sencilla su elaboración. A nadie se le escapa que la imagen de introducir las castañas asadas en un papel de periódico estará siempre ligada a nuestra infancia, pero no es menos cierto que el resultado puede ser igual de interesante si se practica en casa.
La castaña es un alimento típico de los meses de otoño e invierno, como la gran mayoría de los frutos secos, aunque su aporte energético es inferior. Tiene menos grasa, un alto contenido en agua y nutrientes reguladores, como el potasio y los folatos. Por el contrario, la cantidad de hidratos de carbono es mayor que en el resto de frutos, por lo que conviene moderar su consumo en caso de diabetes.
Asar castañas en nuestra propia cocina y disfrutar de este riquísimo bocado, mientras nos resguardamos del frío de la calle, es muy sencillo. Hay tres formas de asar castañas sin necesidad de tener el clásico tamboril utilizado por los castañeros que podemos encontrar en las esquinas de las calles cuando empieza el frío.
1. Asar castañas en la sartén
En la sartén es una buena forma de asar castañas en casa. De hecho, existen sartenes para castañas, las cuales tienen agujeros en su base para que las castañas se hagan en contacto con el fuego, en caso de tener cocina antigua. En todo caso, no es necesario tener esa sartén y se pueden hacer en cualquier tipo de fuego.Para asar castañas en sartén necesitamos una sartén vieja y una tapa. Se puede hacer con una nueva, pero estará sometida bastante tiempo a temperaturas muy altas y corre el riesgo de estropearse. Lo bueno es que las castañas no se pegan, por lo que se puede rescatar una sartén vieja que vayamos a tirar.En la cocina de gas no hará falta la tapa; si por el contrario tenemos vitrocerámica o cocina de inducción, sí. Basta con hacerles un pequeño corte a las castañas y moverlas de vez en cuando para que se hagan uniformemente. Si todo va bien, deberían estar listas en media hora.Se les debe añadir un toque de sal. Aunque pueda resultar extraño, muchos de los frutos secos que se venden ya listos para comer la llevan, acentuando así su sabor.
2. Asar castañas en el horno
Para asar las castañas en el horno basta con hacerle un corte en forma de cruz y colocarlas extendidas sobre la bandeja. En media hora y con el horno a unos 200ºC estarán listas. Recuerda removerlas un poco para que se hagan de manera uniforme.
3. Asar castañas en el microondas
A la hora de optar por el microondas hay dos formas de hacer las castañas, una con agua y otra sin ella. Para asarlas, en caso de tener un microondas de 1.000 vatios se necesitarán 2 minutos. Y es tan sencillo como hacerles un corte, introducirlas en un bol apto para microondas y vigilar el microondas. Si se opta por hacerlas con agua el resultado es más cocido que asado, por lo que no es muy recomendable si no se va a cocinar con ellas.
Los beneficios de las castañas son varios, por un lado, es un alimento con una gran capacidad para saciar, con lo que gracias a su fibra y a sus hidratos de carbono nos tendrá con el estómago lleno de forma rápida.
Además, son especialmente beneficiosas para las personas que sufren diabetes, toda vez que los carbohidratos que contienen las castañas son de absorción lenta. ¿Qué significa? Algo tan sencillo pero tan importante para este grupo de población que es que no producen alteraciones de insulina.
Tiene menos grasa, un alto contenido en agua y nutrientes reguladores, como el potasio y los folatos.
Otra buena forma de comer castañas es cocinar dulce de castañas, para lo cual se les quita la cáscara y se ponen a cocer durante diez minutos. Se sacan del agua y se van mondando de la piel y a medida se van echando en la leche. Cuando todas están peladas se agregan dos decilitros de agua, la vainilla y una pizca de sal.
Cuando están cocidas se escurren y se pasan por el tamiz. El puré obtenido se pone en un recipiente y se añade el chocolate rallado, el azúcar, las yemas, la mantequilla y el ron. Se trabaja hasta obtener una masa fina y unida y entonces añadimos las claras batidas a punto de nieve. Cuando está todo bien mezclado se echa en un plato de cristal que sea hondo, se mete en la nevera y cuando está bien frío se decora con la nata batida.
Lo dicho, ya está aquí el otoño, la época ideal para degustar unas ricas castañas asadas o si se quiere, cocinarlas en puré o en los diferentes postres que se pueden hacer con ellas. Un producto tradicional y muy sabroso que podemos encontrar en muchas ciudades a la vuelta de la esquina.
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