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El brócoli se puede congelar de muy diversas formas.
¿Cómo congelar brócoli?
LA DESPENSA

¿Cómo congelar brócoli?

Mantener las propiedades de esta verdura, prioridad a la hora de conversar esta materia prima

Viernes, 26 de junio 2020

Queda fuera de toda duda la importancia del brócoli dentro de una dieta sana y equilibrada, toda vez que es rico en vitamina C, ácido fólico y vitamina A. Son tres características de un producto que aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales a nuestro organismo.

El brócoli, como algunas otras verduras, no aguanta fresco más de una semana, por lo que acertar con un buen método de conservación es fundamental. De temporada en verano, congelarlo nos permitirá disfrutar de su sabor a lo largo de todo el año. De hecho, aguanta perfectamente en el congelador doce meses.

En crudo, escaldado o cocido, el brócoli se puede congelar de muchas formas

¿Cómo congelar brócoli?

Para ello, lo más aconsejable es escaldarlo, un proceso no muy complicado y tremendamente eficaz. Esta elaboración no tiene mucho misterio. Poner agua a hervir en una olla, trocear el brócoli en trozos pequeños y cocinarlo tres minutos. Para que el resultado sea óptimo es fundamental añadir unas gotas de zumo de limón, que es un conservante natural muy interesante. Después llega el momento de escurrir esta colorida verdura e introducir los trozos en un recipiente de agua helada. Tres minutos más tarde, llega el momento de guardarlo herméticamente y directo al congelador.

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La importancia del escurrido

Para congelar el brócoli hay que destacar la importancia de escurrirlo bien, puesto que es fundamental extraer toda la humedad para evitar la aparición de hongos. Una vez realizado este proceso, hay que introducir la materia prima en una bolsa, quitarle todo el aire y cerrarlo herméticamente.

Los hay incluso que apuestan por congelar el brócoli crudo. Es una opción más. Tan sencillo como introducir el brócoli en agua con un poco de limón, escurrirlo, y guardarlo en una una bolsa hermética sin aire.

Para los más detallistas, recordar que previamente a cualquier proceso resulta interesante retirar las hojas del brócoli que no se consumen. El resultado del plato, antes o después de congelarlo, será infinitamente mejor. Y, ojo, también es importante acertar con el brócoli en el supermercado. Por eso hay que buscar aquellos que tienen las cabezuelas verdes y bien cerradas.

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