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Jueves, 3 de agosto 2023, 07:42
El agua es la mejor bebida sin lugar a dudas. Es la que más sacia la sed, la que más hidrata y la que más beneficios aporta a nuestro organismo. Algo parecido sucede con el agua con gas, una opción de no demasiado éxito, pero que seguro sorprenderá a más de uno. Son exactamente lo mismo, solo que una contiene burbujas. Lo cierto es que en nuestro entorno no está demasiado extendido su consumo y la mayoría de las personas prefieren optar por otro tipo de bebidas, principalmente alcohólicas.
Así las cosas, existen dos tipos de agua con gas:
La gasificada naturalmente y que contiene gas -que en realidad es ácido carbónico- desde el manantial.
Las aguas minerales gasificadas, que son las que han recibido el gas posteriormente añadiéndole el ácido carbónico. Ambas opciones aportan enormes beneficios a nivel gastrointestinal y pueden incluso ayudar a esas personas que buscan perder peso.
El agua con gas ayuda mucho a saciar el hambre. El ácido carbónico contribuye a quitar el hambre puesto que el gas ayuda a hacer presión en las paredes del estómago, algo que nos generará una sensación de estar llenos antes. Un fenómeno perfecto para aquellos que buscan perder peso.
El ácido carbónico también ayuda a realizar la digestión más fácilmente, algo que nos mejorará la salud intestinal. Cuando este se junta y mezcla con los ácidos y gases que ya de por sí se encuentran en el intestino, se suele estimular una segregación de los jugos gástricos, algo que evita que las digestiones sean pesadas.
El agua con gas ayudará mucho a las personas a prevenir o a controlar enfermedades metabólicas como son la diabetes, la obesidad, la osteoporosis o la hipertensión.
Es una alternativa saludable a los refrescos y zumos azucarados. El agua con gas no contiene calorías ni azúcares añadidos, por lo que es una buena opción para las personas que quieren controlar su peso o su ingesta de azúcar.
Puede ayudar a reducir el estreñimiento. El agua con gas puede ayudar a aumentar el volumen de las heces, lo que puede facilitar su expulsión.
Puede proporcionar minerales al organismo. El agua con gas natural puede contener minerales, como calcio, magnesio, sodio y potasio.
El gas no es bueno para todos
Las personas que padecen flatulencias, que padezcan acidez o reflujo, que tienen enfermedades pulmonares o insuficiencia respiratoria, personas que padezcan alguna enfermedad de tracto digestivo bajo o incluso los deportistas -el gas puede provocar que ciertos elementos puedan ser absorbidos- es mejor que eviten tomar con asiduidad agua con gas. También puede causar desgaste del esmalte dental si se bebe en exceso.
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