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La manzana negra, el 'diamante negro' del Tíbet
La despensa

La manzana negra, el 'diamante negro' del Tíbet

Esta desconocida variedad de manzana, con su característico color oscuro, es una de las más caras del mercado, pero ¿qué tiene de especial?

Ane Bergara

Martes, 25 de marzo 2025, 07:35

Manzanas verdes, amarillas y rojas son habituales en nuestros mercados, pero ¿sabías que existen también las manzanas negras? Es probable que nunca la hayas visto, así como que tampoco hayas tenido ocasión de probarla. Y es que estamos hablando de una de las variedades de manzana más caras.

La manzana negra, también conocida como 'diamante negro' (o 'black diamond', en inglés) es una variedad de manzana muy exclusiva. La razón no es otra que su cultivo, que se delimita a una única zona del planeta, localizada concretamente en la región Nyingchi del Tíbet. Dicha ubicación se caracteriza por su gran altitud, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, siendo esta la principal causante de su llamativo y exótico aspecto.

Y es que la manzana negra tiene la piel de una llamativa tonalidad morado oscuro, casi negro, mientras que su carne esconde un color blanquecino y brillante como el de cualquier otra manzana. Según los afortunados paladares que han tenido ocasión de probarla, esta manzana -conocida en China como Huaniu o Chinese Red Delicious- tiene una textura crujiente y jugosa al mismo tiempo y un sabor dulzón y ligeramente ácido.

¿A qué se debe su color negro?

Esta manzana negra debe su color a las condiciones climatológicas de la zona en la que se cultiva. Expuesta a una gran amplitud térmica y a condiciones atmosféricas drásticas, la fruta padece un exceso de radiación ultravioleta. Ello provoca la concentración de los pigmentos vegetales denominados antocianos que oscurecen la piel del fruto.

¿Por qué es tan cara?

El elevado precio del 'diamante negro' no se debe únicamente a su producción geográficamente limitada. Porque las manzanas negras en oriente también son una fruta codiciada y que simboliza el lujo. Y no solo por su inusual aspecto exótico, sino por su carestía.

La manzana negra es cara porque el proceso de producirla es complejo. El cultivo de estos manzanos requiere de un largo tiempo de hasta ocho años hasta que empiezan a brotar y madurar sus primeros frutos, por lo que los agricultores de la zona rechazan trabajarla. No solo eso, sino que tienen un tiempo de producción anual muy corto (están apenas dos meses en temporada) y, además, cerca de un 70 % de la cosecha se ha de desechar por no cumplir con los estándares de calidad establecidos.

Por todo ello, la manzana negra o 'black diamond', a pesar de ser un fruto que simboliza la exclusividad, no resulta rentable para los agricultores del Tíbet. Ello provoca que la oferta de esta fruta sea cada vez más limitada, lo que redunda en un aumento de su valor.

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