Viernes, 4 de octubre 2019
La pasta es uno de los alimentos más populares en todo el mundo. Es económica, nutritiva, versátil y gusta a casi todos los comensales, pero lo mejor, sin duda, es la facilidad para su preparación. Esto nos permite dedicarle tiempo a las salsas que van a acompañarla en el plato, puesto que es poco habitual degustarla sola. Como la pasta tiene origen italiano, la mayoría de elaboraciones de las salsas provienen de ese país. Carbonara o boloñesa son las más conocidas en nuestra gastronomía, pero existen otras igualmente deliciosas. Estas son algunas de ellas:
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Una de las salsas para pasta que tiene más historia, tradición y, por supuesto, sabor, es la amatriciana. Se crea a base de ingredientes como el tomate, la panceta, la guindilla o la cebolla, y podemos lograr una salsa muy potente y con un sabor diferente a las que estamos acostumbrados a utilizar para los platos de pasta. A los alimentos mencionados, se les puede añadir sal y pimienta.
Su nombre proviene de la palabra italiana arrabbiato, que quiere decir furioso o enfadado, y hace referencia al sabor fuerte que la caracteriza. Como es deducible, esta salsa pica mucho, por lo que los amantes de los sabores fuertes la disfrutarán especialmente. De origen romano, la salsa arrabbiata está compuesta por aceite de oliva, ajo, guindilla fresca, tomate, sal y perejil fresco picado.
La salsa napolitana es una salsa de tomate enriquecida con ajo y diferentes tipos de hierbas, como son el orégano, la albahaca, y, en algunos casos, perejil. En Italia se le denomina también salsa marinara, aunque su nombre original es sugo di pomodoro alla napoletana. Extendida sobre una base de pizza, da lugar a la famosa pizza marinara, pero se puede usar para cualquier tipo de pasta, espolvoreando queso Parmesano o Pecorino.
El pesto genovés es una de las salsas para pasta con sabor más potente y con más personalidad. Tiene muchos otros usos, pero el principal es el de acompañar a todo tipo de pastas. Es muy sencilla y rápida de preparar. Contiene albahaca fresca (solo las hojas), queso Parmesano, piñones, dientes de ajo, aceite de oliva virgen y sal.
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La salsa puttanesca es sabrosa y potente, al igual que sencilla para preparar. Hay varias teorías sobre su origen, pero casi todas las sitúan en el sur de Italia. Al parecer está ligado a los burdeles, donde se preparaba para saciar y seducir a los clientes de este tipo de locales, de ahí su peculiar nombre. Lleva ajo, anchoas en salmuera, guindilla roja, alcaparras, aceitunas negras deshuesadas, tomate en conserva, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra molida.
Esta salsa se prepara con setas frescas, aunque se pueden sustituir por setas deshidratadas. Es una salsa ligera de la que no existe una receta canónica, aunque una de las más habituales lleva setas secas, cebolla, aceite de oliva, vino blanco seco, tomate, sal y queso Parmesano rallado.
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