Y a ti, ¿qué tipo de patata te gusta para la tortilla?

La tortilla de patata es uno de esos platos tan populares que están condenados al debate. Que si con o sin cebolla, que si jugosa o muy hecha, que si puede o no llevar otros ingre-dientes como pimientos o calabacín… Ahora es el turno de posicionarse sobre qué patata le va mejor a esta receta.

Ya despejamos la duda sobre qué tipo de patata es más indicada para la tortilla de patata, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en cómo es mejor cocinarla. Las opciones son muchas, así que vamos a descubrirlas para que puedas probarlas todas y decidir qué tipo de patata es el mejor para la tortilla de patatas.

Posiblemente sea la forma más extendida de realizar esta popular receta. Hablamos de preparar la tortilla con las patatas previamente fritas (independientemente de la forma que elijamos: en dados o en láminas) en aceite. Hay quien emplea más cantidad de aceite (obteniendo patatas fritas), mientras que otros son más cautelosos con el 'oro líquido' (logrando patatas confitadas) para no hacerla tan grasienta. En cualquier caso, con este tipo de patata frita o confitada hay que procurar escurrirla muy bien antes de mezclarla con el huevo, para no sobrecargar de aceite el resultado final.

Una versión libre de aceite y de grasas de la tortilla de patata consiste en hacerla empleando patatas cocidas. Ligeramente más fácil y rápida, la receta de las patatas se limita a cocerlas en abundante agua durante unos 15 minutos. Hay quien las cuece ya peladas y troceadas (haciendo más ágil el proceso), mientras que otros prefieren cocerlas en entero y, posteriormente, pelarlas y cortarlas. Hay que tener precaución con no dejarlas demasiado tiempo para evitar que se deshagan en exceso, aunque hay amantes de hacer la tortilla con patata muy cocida y machacada. ¡Mejor prueba tú mismo!

Otra forma muy saludable de preparar las patatas para la tortilla es cociéndolas en el microondas, ya que apenas serán necesarias unas pocas cucharadas de aceite (3-4) para impregnar las patatas previamente cortadas y laminadas (cuanto más fino, mejor). Colocar la mezcla en un bol apto para microondas y tapado con film transparente, y calentarlo durante 15 minutos a una potencia de 800 W. Importante tener en cuenta que es normal que durante ese tiempo el papel se hinche, además de levantarlo. Una vez concluido el tiempo, retirarlo con mucha precaución y cuidado de no quemarnos con el vapor.

Siguiendo el hilo de hacer una tortilla saludable, una manera muy popular de hacerla es asando las patatas en el horno. Es un proceso más largo (unos 40 minutos de asado), pero con un par de puntos positivos: podemos pochar la cebolla al mismo tiempo y el resultado es exquisito. Luego, hay quien termina la tortilla en la sartén o también es posible finalizar su cocinado en el mismo horno: en un molde apto con altura durante 20 minutos a 170ºC y con calor arriba y abajo.

La alternativa favorita de quienes siempre andan con prisa y no tienen tiempo (o ganas) para cocinar es preparar la tortilla de patatas empleando patatas chip de bolsa. Es una forma realmente sorprendente en su resultado, ya que las chip le otorgan un toque crujiente que combina muy bien con la textura de la tortilla. Eso sí, este tipo de patatas suelen traer sal incorporada, así que mucho ojo a la hora de agregar la sal para no arruinar la tortilla con un exceso de salazón.