Para conseguir unos canelones, además de ricos, de buena estética hemos de superar la cocción de la pasta.
La despensa

El truco para cocer la pasta de canelones sin que se pegue ni se rompa

Los canelones son un popular plato a base de pasta cuya elaboración tiene como paso complejo la cocción de la misma. Te enseñamos qué hacer para superarlo con éxito

Ane Bergara

San Sebastián

Martes, 16 de mayo 2023, 08:23

Los canelones son una receta a base de pasta enrollada y rellena que, con origen en Italia, triunfa en el mundo entero. Y no es para menos porque este versátil plato conjuga sabores y texturas que hacen las delicias de mayores y pequeños.

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El éxito de unos buenos canelones está en el gusto, sí, pero también es importante conseguir un resultado visual atractivo. Este último aspecto, el estético, no es sin embargo fácil de conseguir, pues depende de firmar con éxito la manipulación de la pasta.

Los canelones se preparan con una pasta ancha y de forma rectangular que se somete primero a la cocción y después, al enrollado, una vez introducido el relleno. También puede encontrarse la pasta ya con forma cilíndrica, aunque en nuestro entorno no es del todo habitual y resulta algo engañosa ya que, aunque parezca que pueda facilitar el trabajo, lo cierto es que el proceso de relleno puede volverse más complejo.

Cocción y enrollado de la pasta son las dos fases clave para lograr unos canelones que, además de sabrosos, tengan una estética de diez. Y para conseguir dicho éxito hay que conocer y practicar ciertos trucos. Claves que, asimismo, nos van a valer también a la hora de cocer la pasta para otros platos como, por ejemplo, la lasaña, así que coge papel y boli y ¡apunta!

Tanto en la cocción como en el proceso de relleno deberá predominar un sumo cuidado para garantizar que la pasta no sufra daños

¿Cómo mantener íntegra la estructura de la pasta?

A la hora de cocer la pasta de los canelones es fundamental prestar toda la atención a un proceso que será rápido pero que requiere de actividad constante para que la pasta ni se pegue entre sí ni se rompa.

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La primera recomendación pasa por seguir las instrucciones de cada marca, que vendrán correcta y claramente explicadas en el interior o el exterior del envase de la pasta. Hay que fijarse, principalmente, en los tiempos de cocción, que rondarán los diez minutos.

Una vez nos pongamos en marcha, habrá que elegir un buen recipiente para llevar a cabo la cocción. Lo ideal es elegir una olla de gran tamaño y llenarla de agua, junto con una nuez de mantequilla o un chorrito de aceite que ejerzan de engrasador y así ayudar a que las láminas de pasta no se peguen. Otra recomendación para evitar esa unión es cocerlas una a una, pero lo cierto es que demora demasiado el proceso.

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Si optamos por echar entre dos y cuatro láminas en cada tanda de cocción, será fundamental estar constantemente removiéndolas, con mucho cuidado para evitar roturas en la estructura. Una vez cocidas, procederemos a retirarlas con ayuda de una espumadera para sumergirlas en agua helada durante medio minuto y después, ponerlas a secar sobre un paño limpio y seco.

En esta primera fase ha de predominar un sumo cuidado que tendremos que replicar a la hora del relleno y enrollado, que llevaremos a cabo sobre una superficie engrasada para evitar que la pasta se pegue y rompa. En cuanto al relleno, lo colocaremos sobre uno de los bordes y se procede a 'cerrar' la pasta girándola sobre sí misma.

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