Una gran oportunidad para descubrir historias auténticas y 'cuvées' únicas

Dos años después de su segunda edición, Azoka, el Salón de los Vinos de L'ArtNoa, regresará a Anglet los días 5 y 6 de abril para acercar propuestas vitivinícolas llegadas de toda Francia. Una feria en la que no solo se podrán catar cerca de 200 referencias, sino que también habrá tiempo para conocer de primera mano, en boca de los viticultores, cómo se han elaborado cada una de las propuestas que podrán degustarse en L'Espace de l'Océan de la localidad francesa.

Se trata de un encuentro en el que se anima a la interacción entre Iparralde y Hegoalde, con un eje tan gastronómico como el vino. Una oportunidad única de ahondar en la rica historia de esta bebida en el país vecino y de hacerlo a tan solo unos minutos del territorio. En este sentido, Azoka sirve como puente transfronterizo, como nexo de unión para que todos los consumidores de vino de Euskadi tengan la posibilidad de catar distintas denominaciones francesas.

Una de las señas de identidad de este evento es que los protagonistas no son los CEO o responsables de marketing de las distintas bodegas, sino que son los propios viticultores, los que están día a día en el viñedo, quienes van a explicar cada una de las características de cada vino. Es el contacto directo con los productores lo que hace especial esta cita de Anglet.

Por ello, son muchos los que están llamados a acercarse a Iparralde y disfrutar de dos jornadas en las que el conocimiento será compartido. Se espera que más de 1.000 personas visiten Azoka durante los dos días.

Entre todos ellos, habrá profesionales del sector gastronómico adquiriendo botellas de gran calidad a precio de bodega, sin intermediarios, pero especialmente Azoka está dirigido al consumidor final, que tendrá la ocasión de adentrarse en los viñedos de Borgoña, Beaujolais, Burdeos, Alsacia, Loira, Córcega, Jura o Ródano, entre otros. Para ello, estarán presentes bodegas tan prestigiosas como Lapierre, Coston, Villard, Larrivaux, Delamotte, L'Enclos, Sénat, Sanzay, Mellot, Perret, Cave d'Irouleguy, Combel-La-Serre, Arretxea, Bordaxuria, Cazeneuve, Domaine de l'Île, Pavelot, Lucien Collard, Magnon, Todeschini y Bouvier.

Y todo será posible por tan solo diez euros la jornada o quince los dos días, un precio que, además de dar acceso al recinto, permitirá a los visitantes catar los vinos de las bodegas. También está incluida una copa 'souvenir' y un cuaderno de degustación en el que todos los amantes de esta bebida podrán ir valorando cada uno de los vinos. No faltarán auténticas joyas, vinos que merecen ser degustados por todos los apasionados de la uva.

Sin duda, una de las actividades más singulares de esta tercera edición volverá a ser La Paulée, una cena gastronómica que rinde tributo a una tradición borgoñesa que marca el final de la vendimia. En ella, viticultores, amigos de la bodega y amantes del vino comparten mesa y brindan por la cosecha. Y ese concepto se trasladará el sábado hasta Anglet (20 horas), con el añadido de que será una cena a cuatro manos que tendrá el protagonismo de los chefs Anthony Ruffet, del restaurante Marloe (Biarritz); y Jules Dupouy, de La Maison de l'Uhabia (Bidart).

Además, en Azoka, La Paulée reunirá a productores y visitantes en grandes mesas compartidas, acompañados de botellas mágnums y jéroboams traídas para la ocasión por los propios viticultores.

Los motivos son casi infinitos para acercarse a Anglet y conocer en profundidad qué vinos se están elaborando en Francia.