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Las primeras angulas de la temporada ya han llegado a los mostradores. La pescadería Coro Sotero del mercado San Martín de San Sebastián vendió este ... martes los primeros ejemplares de Gipuzkoa al precio de 1.150 euros el kilo. No había mucho margen para adquirirlas porque buena parte estaban reservadas a clientes que las habían solicitado previamente. ¿Será este un buen año de angulas? Lo veremos, aunque la temporada no ha arrancado temprano ni con mucho género.
Iván Burgaña preparó desde primera hora de la mañana su puesto con esmero. Una montañita de angulas acompañadas de un pimiento choricero presidían el mostrador de esta selecta pescadería y dejaban en segundo plano a reyes, besugos, merluzas o rodaballos. Las primeras angulas de la temporada llegan desde Francia, porque aún no se permite su pesca en Euskadi. Será el día 29 cuando se levante la veda, como recoge una resolución del Gobierno Vasco publicada el mes pasado, y solo se podrán pescar 550 kilos en los ríos y caladeros vascos.
Burgaña tuerce la cabeza cuando le preguntamos por cómo será la temporada. «Ya tenían que haber aparecido las primeras en el río Miño y no llegan», explica. De los más de 20 kilos de angulas que han llegado de Francia a él le han entregado 2,250 kilos y antes de ponerlas en el mostrador ya tenía vendidas 1,750 kilos por encargos que le habían hecho. «No me da la sensación de que sea un buen año de capturas», concluye, a la vista de cómo va la climatología.
La angula necesita frío y hasta ahora el otoño ha sido casi primaveral. «El golpe de frío de la semana pasada seguido de calor es lo que ha hecho que se capturen los primeros ejemplares, pero se tenían que haber recogido más» para estas fechas.
Para recoger angula es necesario «que haga frío, un poco de viento sur, luna llena y que 'chispee' un poco la lluvia en el agua». Casi nada. Si a eso se le añade la fuerte demanda que hay en determinados mercados, como el hostelero de Madrid, se comprende bien los precios astronómicos que alcanza el producto. Iván aún recuerda cuando antaño se veían las primeras angulas «a finales de septiembre o principios de octubre» y cómo su madre llegaba a vender «300 ó 400 kilos» de angulas algunos años, unas cifras que hoy son impensables.
El año pasado fue «razonablemente bueno» en capturas y en ventas. «Este año no ha empezado con buen pie», pero siempre puede haber un cambio, sobre todo si las capturas dependen de la climatología. Eso sí, lo del precio no hay quien lo arregle: «Si no hay, (cuando llega) hay que pagarla y hay que venderla cara».
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