Un territorio para recorrer 'tranquitenso'

La provincia de Teruel supone un territorio sorprendente, lleno de contrastes y desconocido para muchos. Un lugar para ser recorrido sin agobios, tanto para los que quieren ir a su aire como para disfrutarlo en familia, y más ahora en otoño, cuando la masificación turística no existe y ofrece todo tipo de actividades y atracciones que satisfacen al viajero/a más exigente. Es un lugar tan especial y con tantos contrastes que, como no existían palabras para describirlo, se las han tenido que inventar: 'tranquitenso', 'cosmopueblita', 'frescalor' o 'rapilento' son algunas de ellas.

De la tranquilidad de sus pueblos a la acción en Dinópolis

En Teruel hay lugar para todos. Los viajeros que busquen relax y desconexión, los hallarán perdiéndose por las calles de sus pueblos de piedra y forja. Es la provincia con el mayor número de municipios reconocidos por la asociación de 'Los pueblos más bonitos de España', con siete: Valderrobres, Albarracín, Calaceite, Mirambel, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Cantavieja. Y más allá del título, descubrirán otros muchos núcleos mágicos y todos encantadores de una forma u otra, especialmente si comparten un momento con sus vecinos y vecinas.

Pero no todo es tranquilidad en la provincia de Teruel. Quienes busquen acción y aventura, unidas siempre al conocimiento, no pueden dejar de visitar el parque Dinópolis y sus subsedes, que muestran los descubrimientos de uno de los territorios con más yacimientos paleontológicos del país y con atracciones para todas las edades. O Galáctica, un espacio que nos invita a mirar al cielo y descubrir los astros que tan bien se ven desde esta provincia de cielos limpios y sin contaminación lumínica. También se puede descubrir la naturaleza salvaje en el parque faunístico La Maleza o bajar a las profundidades del Museo Minero de Escucha, así como recrear la historia dentro de la exposición de armas de asedio del Castillo de Peracense, entre las muchas ofertas.