La nueva pérgola del Xixario lleva el sello de Saxun

El emblemático Xixario oriotarra está de estreno. Lleva más de 60 años abierto, con unas señas de identidad muy marcadas que no cambiarán, pero ahora ofrece un espacio exterior mucho más confortable gracias a unas nuevas pérgolas y otras soluciones de cerramiento y protección solar, instaladas por la firma alicantina Saxun. Es tanta la mejoría que ofrece, que el pasado 10 de diciembre celebró una fiesta de inauguración de esta nueva terraza y los asistentes quedaron sorprendidos de cómo sin obra puede mejorar tanto un espacio.

Y eso que Juan Carlos Martínez Beltrán, propietario desde el año pasado de este asador, no tuvo tiempo de contarles lo fácil que ha sido confiar en esta empresa de cerramientos, protección solar y decoración y que tiene al mismísimo Martín Berasategui como uno de los embajadores. En el caso del Xixario, la opción elegida ha sido una pérgola de lona tensada, modelo Fúlvia, para la zona de la parrilla; y una amplia pérgola bioclimática, complementada por la cortina de cristal corredera Iras y la protección solar Wind Screen, para la terraza.

El propietario de Xixario está encantado con los resultados. «Ha quedado fenomenal. Yo estoy fascinado, pero en el pueblo alucinan con el cambio y me lo dicen», comenta feliz. Juan Carlos, al asumir las riendas del negocio, se dio un año de margen para cambiar el espacio exterior: «Nos debemos a los clientes y estos deben estar cómodos y, en ese sentido, la terraza era una carencia. No podemos fallar en el servicio ni en el besugo, pero tampoco pueden pasar frío por el viento o que caiga agua de lluvia; que estén 'goxos'», explica. «Con esta instalación ahora contamos con un espacio exterior más amplio y confortable para nuestros clientes. Ahora, la gente está encantada de estar en la zona exterior. Nos protege del frío y también del calor. No dudé en elegir Saxun porque, sinceramente, son los mejores», reconoce.

Las soluciones de Saxun son ágiles, porque no necesitan obra (en Xixario, «la instalación ha sido a medida y muy fácil, en tan solo una semana de montaje»); y son, sobre todo, rentables, porque esa inversión supone una mejora en el uso del espacio exterior tan evidente que se nota en el servicio que se puede dar al comensal, por un lado, y en cómo los clientes apuestan por acudir a un establecimiento independientemente de la época del año o las condiciones meteorológicas.

En Saxun ofrecen una amplia gama de soluciones, pero de un tiempo a esta parte se han especializado en las pérgolas bioclimáticas, que son las grandes aliadas de los hosteleros.

Es un bienestar inteligente apoyado en las tres 'es' que no deberían faltar en ningún negocio. Es una solución económica, porque se aleja de las grandes inversiones y complicaciones que conllevan los tradicionales cerramientos y sus obras; es energética, porque gracias a su efecto bioclimático los clientes disfrutan siempre de una temperatura ideal sin aires acondicionados ni sistemas de calefacción (algo que también está íntimamente relacionado con la primera 'e', la de económica); y es escalable, porque al ser una estructura modular, permite cubrir superficies muy amplias, permitiendo aumentar el área de negocio y eliminando la estacionalidad veraniega de las terrazas exteriores.

A todas estas virtudes habría que añadir que, además, se configuran a medida de las necesidades del cliente y que sus acabados son de calidad y 100 % personalizados, integrándose a la perfección a la estética del resto del establecimiento.

Todas las pérgolas bioclimáticas Saxun pueden cerrarse por todos sus lados. Son soluciones, además, inteligentes, ya que esta firma trabaja con las marcas más punteras en domotización, ofreciendo las soluciones más inteligentes del mercado y facilitando el día a día del hostelero, ya que estas pérgolas se pueden controlar también desde cualquier dispositivo móvil.

Tal y como señala Martín Berasategui, el chef con doce estrellas Michelin, «confiar en Saxun es confiar en un equipo humano que, gracias a su experiencia y dedicación, consigue poner alma o dar vida a la tecnología en sus proyectos. Son necesidades dignas de espacios reconocidos en todo el mundo».