Viernes, 16 de agosto 2019
500 g de tomate
22 g de kétchup
25 g de concentrado de tomate
120 g de hielo pilé (picado o triturado)
45 ml de aceite de oliva
20 ml de aceite de albahaca
Hojas de albahaca
25 ml de vinagre de sidra
Sal y pimienta
500 ml de agua
50 g de azúcar
70 ml de vodka
1 hoja de gelatina
1 diente de ajo
5 bolas de pimienta negra
25 g de hojas de albahaca
50 ml de aceite de oliva virgen
Introducimos todos los ingredientes en un bote de cristal, cubrimos con el aceite y dejamos macerar, un mínimo de 15 días, en algún lugar que no esté expuesto a la luz.
Calentamos el agua con el azúcar, sin que hierva, y agregamos la hoja de gelatina previamente hidratada.
Verter el vodka, mezclar bien y colocar en un recipiente.
Congelar y, a la hora de servir, raspar con un tenedor para hacer un buen montón de granizado.
Cortamos los tomates en trozos, con piel y pepitas.
Introducir dentro de un vaso de batidora y agregarle el kétchup, el tomate concentrado y el vinagre de sidra.
Mezclar durante 1-2 minutos y filtrar por un colador fino (aunque sin filtrarlo queda más rústico).
Salpimentar y colocar de nuevo en el vaso junto al hielo pilé y los 2 tipos de aceite.
Triturar 1-2 minutos más y verter en los vasos donde se quiera presentar.
Servir en copas, y añadir una buena cucharada del granizado por encima y unas hojas de albahaca frescas para decorar.
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