Sábado, 18 de mayo 2019
1 lata de pimientos del piquillo extra
250 ml de aceite de oliva
6 dientes de ajo enteros
Abrimos la lata y escurrimos los pimientos, reservando el jugo
Los colocamos en una sartén amplia
Que cubran bien el fondo, junto con los dientes sueltos de la cabeza de ajos, sin pelar y cubiertos de aceite de oliva
Los arrimamos a fuego suave, de forma que surjan tímidamente pequeños hervores en su Superficie, siempre controlando que la intensidad del fuego sea muy baja
Los tendremos así, aproximadamente 1 hora y media, dándoles continuas vueltas con ayuda de 2 tenedores, sin pincharlos, para que se confiten por ambas caras
Veremos que los pimientos enturbian el aceite. Y que, conforme se van confitando, van acumulando en su superficie pequeños rastros de jugo caramelizado y el aceite se va limpiando
Es entonces el momento de retirarlos
Los escurrimos con cuidado de que no se rompan, puesto que estarán muy frágiles y delicados
Colocamos los pimientos bien estirados y escurridos sobre una bandeja de porcelana que pueda ir luego al horno: sin amontonarlos, como si fuera un puzzle
Con ayuda de una brocha, los pintamos con el jugo de la lata y los horneamos 20 minutos a 120°C
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