Asador Portuondo: un homenaje en Urdaibai

Con una entrada con el coche un tanto endiablada, te plantas en un local amplio, con barra, unas mesas exteriores, restaurante interior tradicional y una terraza acristalada que en días soleados es un placer para los sentidos. También tiene un local adyacente, una cervecera, para comer en plan más informal con raciones y platos tipo hamburguesas, pollo, costilla... Pero no lo conocemos.

Lo que les recomiendo es elegir la terraza acristalada y disfrutar de las marismas de Urdaibai. Incluso de algún surfista gozando de la ola de Mundaka. A partir de ahí, déjense llevar. Cocina de producto, buenas raciones, servicio rápido y atento, y un responsable que les cantará los platos de fuera de carta, de temporada.

Al elegir un besugo para dos, teníamos duda de si escoger dos o tres entrantes. Pero con el pescado y el marisco, ya saben, uno se llena menos. Así que nos animamos con todo. De primero, almejas finas, que se pueden pedir a la sartén o en salsa verde. Nos decantamos por lo primero. Grandes y finas.

Después, gamba roja a la plancha. Con un tamaño apetitoso, sabrosas, con sal gorda y limón a gusto del consumidor. La potencia de sabor de sus cabezas es de las que perdura. Y de tercero, kokotxas de merluza a la brasa. Otra delicatessen que se caracteriza por su textura gelatinosa y un sabor exquisito, gracias a que la grasa de esta zona concentra el sabor del pescado.

Tras estos entrantes, le dimos duro al besugo. El rey de las mesas vascas junto al rodaballo. En este caso, aunque disfrutamos del pescado, echamos de menos un poco más de 'bixigarri'. Ese refrito que combina aceite, ajo, guindilla y vinagre que se vierte el mismo sobre el besugo ya asado, abierto y desespinado, y que le da un vuelo más al besugo.

De postre, tarta de queso al horno y torrija de brioche con helado de galleta. Otras dos delicias que pusieron un estupendo fin de fiesta.

¡Ah! Se me olvidaba. Para regar este homenaje, un Santa Cruz de Artazu blanco. Un caldo cremoso con aromas de fruta de hueso, notas cítricas y toques especiados. De 13 grados y con 93 puntos Parker. Conocíamos el tinto, que es un vinazo, pero no el blanco. Ya está en nuestra lista de favoritos. Lo dicho, cuando vayan a Urdaibai, apunten el asador Portuondo. Un homenaje en Mundaka.