
Sábado, 10 de abril 2021
Utilizar un termo para transportar bebidas calientes como café, sopa o infusiones, o bebidas frías, ahora que empieza a acechar el calor, como batidos o zumos es una costumbre muy común, aunque no todos saben aprovechar al máximo la capacidad de conservación de este recipiente, así como los pasos a seguir para mantener el termo en buenas condiciones.
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A la hora de utilizar un termo, es importante prepararlo. Si lo vamos a utilizar para transportar cualquier tipo de bebida caliente y queremos que mantenga su temperatura durante el máximo tiempo posible hay que calentar el termo. Para eso, antes de rellenarlo, es aconsejable llenarlo con agua caliente, taparlo y dejarlo durante, al menos, cinco minutos. Pasado este tiempo, basta con vaciarlo y rellenarlo con el líquido que queramos transportar.
A la hora de utilizar un termo, es importante prepararlo. Si lo vamos a utilizar para transportar cualquier tipo de bebida caliente y queremos que mantenga su temperatura durante el máximo tiempo posible hay que calentar el termo. Para eso, antes de rellenarlo, es aconsejable llenarlo con agua caliente, taparlo y dejarlo durante, al menos, cinco minutos. Pasado este tiempo, basta con vaciarlo y rellenarlo con el líquido que queramos transportar.
Si por el contrario lo que queremos es portar un líquido frío, un buen truco es rellenarlo con hielos o con agua fría, o introducirlo durante unos minutos en el congelador. Pasado este tiempo, al igual que en el caso del agua caliente, es tan sencillo como vaciarlo y rellenarlo con nuestro zumo o batido bien fresquito.
En cuanto a su transporte, si vamos a utilizar el termo en una excursión o lo vamos a llevar en una mochila o bolsa de playa es importante mantenerlo en posición vertical y evitar, en la medida de lo posible, que reciba golpes.
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Cuando el termo no vaya a ser utilizado se debe prestar atención a su conservación, ya que en caso de no seguir ciertas pautas de cuidado el termo puede oxidarse, estropearse o perder su capacidad térmica.
A la hora de limpiarlo, se debe evitar utilizar estropajos o superficies alambradas, como las nanas. Se tiene que utilizar jabón y agua, y en su defecto una esponja suave. Y en el caso de presentar suciedad persistente, un buen truco para desincrustar los restos es introducir unos granos de arroz y agua en el termo, taparlo y agitarlo enérgicamente.
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Y si el termo no se va a utilizar en un largo periodo de tiempo, a la hora de guardarlo y para evitar el mal olor que se genera en recipientes cerrados, es recomendable dejarlo abierto o introducir en su interior unos granos de arroz, un poco de bicarbonato o un terrón de azúcar, para que absorban la humedad.
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