

Secciones
Servicios
Destacamos
Miércoles, 28 de abril 2021, 07:52
Si por algo nos gustan los fritos es por esa deliciosa capa crujiente y dorada que presentan los alimentos, pero ¿sabes cómo mantenerla aun teniendo que recalentarlos? Bien sean fritas, empanadas o rebozadas, las frituras causan sensación en nuestros paladares; lo que ha llevado a freír prácticamente cualquier tipo de producto: pescados, carnes, verduras…
Sin embargo, un alimento frito gusta recién hecho, cuando la textura de la superficie está tersa y caliente; y esa sensación de 'recién hecho' es muy difícil recuperar en este tipo de alimentos.
Las frituras con el paso del tiempo, se reblandecen y enfrían; y esa capa crujiente no es nada sencilla de mantener ni de volver a conseguir. De hecho, una de las formas más comunes de recalentar la comida, el microondas, es una muy mala idea a aplicar a los empanados y rebozados.
El proceso de freír, es decir, de cocinar en aceite hirviendo provoca que la comida se cocine de manera homogénea y que se cree una costra que envuelve el alimento, gracias a que el oro líquido es un buen elemento conductor del calor. Precisamente esa superficie crujiente hace que los fritos tarden en enfriarse, pero una vez se templa el interior, la capa pierde su consistencia y se reblandece.
Pero, entonces ¿cómo recalentamos la comida sin que se quede blandengue? Por supuesto que las técnicas aquí expuestas son para paladares exigentes, ya que hay quien no pone ninguna pega a las frituras frías o con textura rancia.
Tal y como se ha apuntado antes, el microondas no es una buena opción aunque sea la más utilizada. Esto se debe a que su sistema de calor reblandece las piezas y dejándolas con una textura poco agradable.
Por otro lado, el horno es uno de los sistemas más eficientes, pero también el que mayor gasto energético produce y, por lo tanto, el menos económico. Además, en función de la potencia y temperatura que se le dé, se corre el riesgo de sobrecalentar la superficie sin dejar penetrar el calor en el interior.
¿Y qué hay de volver a freír el alimento? Esta técnica tampoco es recomendable, ya que hay peligro de quemar y sobrecocinar el producto y no se logrará el efecto de 'recién hecho'.
Por tanto, la mejor forma y la más económica de recalentar los alimentos es utilizando la sartén. Hay varios trucos para conseguir un buen resultado: que la sartén sea antiadherente y pintar la base con muy poca cantidad de aceite. Así se conseguirá un calentado homogéneo y manteniendo la superficie crujiente.
Asimismo, es recomendable poner el fuego lento para garantizar que el calor penetre en el interior del alimento sin calcinar ni alterar demasiado la superficie, garantizando tan solo recuperar la textura crujiente.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.