Cata de blancos: Frescos y sofisticados

Lucía Marcilla: Uno de los grandes chardonnays de España. Un vino de producción limitada elaborado con sus mejores viñedos. Fermentado y criado en barrica francesa con propias lías, es envolvente, intenso y untuoso. Predominan las frutas blancas maduras junto con las notas tostadas y ahumadas del contacto con la madera. Puede disfrutarse ahora, pero tiene una vida muy larga y con el paso de los años y algo más de guarda encontraríamos otros matices y quizás más complejidad aún.

Lucía Marcilla: Pagos Del Rey vuelve a sorprender con este albariño elaborado con uvas procedentes de parcelas de Val do Salnés, la subzona reina del albariño de Rías Baixas. No es de extrañar que se haya posicionado rápidamente y los logros obtenidos. Con una entrada en boca fresca, ligera y vibrante, destacan los aromas florales, especialmente flores blancas y frutas de hueso. Un gran acompañante en esta época para refrescar los días calurosos y disfrutar con amigos.

Lucía Marcilla: Un vino único dentro de la D. O. Rueda, elaborado con la variedad verdejo malcorta, uva que da nombre al vino y la gran protagonista aquí, al tratarse de una variedad casi extinta y que ha sido recuperada por la familia Javier Sanz Viticultor. Se trata de un blanco que no deja indiferente a nadie, sorprendente en matices. Es un vino elegante con una acidez bien integrada, mineral, con toques cítricos y floral.

Javier Caneja: 100 % viura con un color amarillo brillante y potencia media-alta. Aromas de flores blancas y miel. Muy gastronómico, cremoso y largo, marida muy bien con los txipirones en su tinta y pescados grasos que están ahora de temporada. La Última Viura es un vino único y efímero. Procedente de una viña que ya no existe, tras ofrecernos un fruto espectacular desde hace casi 50 años. Como despedida, y para agradecerle su buen servicio, Bodegas Ondarre ha elaborado en su última campaña un vino para que su recuerdo se nos quede fijado en la memoria.

Carlos Muro: Cultivado en las tierras altas del castillo de Milmanda, con ideales condiciones climáticas para la variedad chardonnay. Su envejecimiento en barricas nuevas de roble francés de alrededor de diez meses propone un vino complejo en nariz, con paladar elegante, equilibrado y persistente. Perfecto con pescado azul y blanco.

Martín Flea: Es un blanco sabroso, intenso, potente en nariz y que resulta untuoso y sedoso, producto de la crianza sobre lías. Se asemeja a los grandes verdejos y puede disfrutarse con pescados asados, aves de carne blanca o quesos de pasta blanda. Se trata de un vino totalmente gastronómico que invita a beber desde que muestra su color pajizo y su gran brillo en la copa.

Carlos Muro: Filosofía de respeto al viñedo, experiencia y buen hacer. Es la tercera bodega más antigua de Rioja. El vino es una mezcla de viura, tempranillo blanco y sauvignon blanc. Intenso, frutal, boca con cremosidad y volumen, muy versátil. A tomar desde aperitivos con ibéricos hasta pescados y carnes blancas.

Martín Flea: Es un sauvignon blanc y como tal muestra un color amarillo paja con destellos dorados. Tiene una nariz de frutas tropicales y se nota la bollería y la madera del roble francés. En boca es sedoso y graso, producto de su cría con lías. Ideal para guisados de carne blanca, pescados a la brasa y aguanta carnes rojas suaves.

Martín Flea: Es un viura que resulta sabroso, untuoso, amable, seco y refrescante en boca. Tiene muy buena acidez. En la nariz destacan sus aromas de frutas de hueso, de cítricos, resaltando el pomelo. Esta conjunción convierte este vino en una elección ideal con frutos secos, sardinas asadas, pescados a la parrilla o verduras.

Javier Caneja: Con un color amarillo pálido y una nariz fresca que nos lleva a flores blancas y avainilladas. Un vino con estructura, pero a la vez fresco y muy fácil de beber. Lo acompañaría con arroces o pescados de temporada. También es perfecto para esas tardes de picoteo con quesos frescos y semicurados.

Javier Caneja: Un color amarillo pálido con aromas muy cítricos y un toque de lavanda. Boca muy fresca, es un vino muy largo que acompaña una comida de entrantes, como esos embutidos, esas antxoas marinadas... pero también podríamos continuar con él, tranquilamente, para una txuleta.

Martín Flea: Es un vino que resulta estructurado, amplio, untuoso, con volumen y largo en boca. De acidez equilibrada y amable retrogusto. Su elegante paso en madera hace que pueda soportar tranquilamente platos de carne roja, cerdo ibérico, aves de carne roja y asados. Su color amarillo brillante con notas verdosas y su aroma frutal anuncia lo que es: un gran vino.

Carlos Muro: Bodegas Zifar se encuentra en Peñafiel. El proyecto comienza en 2002 y su nombre es la primera novela de caballería en prosa castellana, 'Caballero Zifar'. Es un blanco de albillo mayor, diseminado en parcelas de tinto fino. La vid es frutal, sobre todo frutas blancas con matices florales. Voluminoso en boca, sin apenas notar la barrica. Persistente en su final. Para pescados y carnes blancas.

Lucía Marcilla: Bodegas Zinio puede presumir de contar con una gran diversidad de terroir. En esta ocasión, nos presentan al joven de la casa, un blanco elaborado con tempranillo blanco y viura. Un blanco noble con aromas a fruta tropical y cítricos, con una entrada en boca fresca y ligera y final muy agradable. Un vino disfrutón y divertido.