El Diario Vasco
Miércoles, 4 de noviembre 2015, 11:59
Recostada sobre una toalla, luciendo un vientre planísimo, con un paisaje idílico de fondo... Así posa la modelo Essena O'Neill, de 18 años, en una de sus fotografías en Instagram. Pero la realidad es muy distinta. Esa fotografía es el resultado final de más de cien intentos para conseguir el posado perfecto. La imagen más bonita posible. «Me hubiera gustado comer bien ese día. Probablemente le grité a mi hermana pequeña hasta que consiguiera una foto que me gustara».
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La joven australiana ha dicho basta. Basta a lo que ella considera la mentira de las redes sociales. Tal es así que, si bien no se ha dado de baja en ninguna de sus cuentas, ahora las presenta de forma diferente. Por ejemplo, en su cuenta de Instagram, puede leerse: «Social Media Is Not Real Life» (Las redes sociales no son la vida real) y muchas de sus fotos tienen comentarios en las que cuenta el «detrás de escena» de esas imágenes ni tan hermosas, ni tan reales, ni tan divertidas. En su cuenta pide que se lean los textos reeditados de sus fotos en los que relata algo a lo que estamos poco acostumbrados viniendo de modelos o de internautas con tantos seguidores.
El 27 de octubre, O'Neill eliminó más de 2.000 imágenes que había compartido con otros usuarios en Instagram «que no sirvieron para otro propósito que no fuera la auto promoción» y creó una página web para ayudar a otros adolescentes y jóvenes a desengancharse de los follows y los likes, relata la modelo. En su sitio Lets be game changers (vamos a cambiar el juego), la australiana comparte vídeos y textos en los que relata y confiesa sus sentimientos y hasta ha escrito su declaración de principios veganismo, salud mental, física y espiritual o preservación del planeta Tierra, entre otros.
«Para ser realistas, he pasado la mayor parte de mi vida siendo adicta a las redes sociales, la aprobación social, el estatus social y mi apariencia física. Estaba consumida por ello. ¿Cómo podemos darnos cuenta de nuestros propios talentos si no dejamos de fijarnos en los demás?», ha escrito O'Neill en la última fotografía que ha subido a Instagram, hace una semana, y que dice: «Somos una generación de cerebros lavados». La modelo explica que no ha eliminado todas las fotografías que tenía, sino que ha retitulado algunas para confesar cuál es el auténtico proceso de preparación que hay detrás de cada una. También ha pedido perdón por engañar, pero, dice, «no lo hacía conscientemente, estaba obsesionada con gustar a los demás».
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