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Ion Aramendi y María Amores son unos enamorados de San Sebastián. El simpático presentador guipuzcoano es todo un referente en Telecinco, cadena de televisión en la que es la cara visible de 'Reacción en cadena' y desde hace poco el debate de 'Gran Hermano Duo'. Eso sí, pese a su intensa agenda profesional, el donostiarra -de 46 años de edad- no duda en acercarse a su ciudad natal siempre que puede para disfrutar de la compañía de familiares y amigos, además de los grandes atractivos que ofrece la ciudad.
Lo suele hacer siempre junto a su mujer, María Amores, influencer que cuenta con más de 31.000 seguidores y que siempre habla maravillas de Donostia, De hecho, en una de sus recientes visitas la salmantina lo dejó bien claro: «Esta ciudad fue mía y yo fui (y sigo siendo) suya. Me preguntan que por qué no vengo más. 'Pues porque cuando vengo, me quiero quedar'. Y eso no va ser posible…todavía», se justificaba en una de sus publicaciones en redes sociales.
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Lógicamente, su estancia temporal en la capital guipuzcoana marcó sobremanera a la mujer de Ion Aramendi, quien reconocía sentir cierta añoranza. «Desde que llego me embriaga un bienestar absoluto y no se me borra la sonrisa, pero en realidad sufro bastante, me entra mucha nostalgia. Porque aquí fui muy feliz y, no es que ahora no lo sea pero, el hecho de vivir en Donosti como concepto, era un plus de felicidad», llegó a afirmar. Y, meses después, a apenas una semana del 20 de enero, María Amores ha vuelto a presumir de una cierta melancolía con motivo de la inminente fiesta estrella de todo donostiarra: la Tamborrada de San Sebastián.
Por ello, la influencer ha dedicado una 'storie' (publicación temporal de 24 horas) de su cuenta de Instagram al día grande de Donostia. En la misma, se ve a dos de sus hijos, Marieta y Lucas, jugando en el que parece el salón de su hogar en Madrid. Y con los primeros acordes de la marcha de San Sebastián de fondo, María Amores en un momento dado les invita a sacar su vena tamborrera. Su primer intento es con Marieta, que hace amago de canturrearla, y después con su hijo, que apenas sigue el ritmo de la marcha con sus manos. La mujer de Ion Aramendi le invita a seguir disfrutando de la marcha («Mira, a ver ese tamborrero», se le oye decir), pero a los pocos segundos el niño se cansa y deja su vena donostiarra para otra ocasión.
El 'storie' de Instagram está encabezado por un mensaje que denota la nostalgia con la que vivirá María Amores la fiesta, lejos de San Sebastián. Y todo porque la familia de Ion Aramendi no podrá acudir a Donostia el próximo 20 de enero para disfrutar de los redobles de tambores y el gran ambiente que se vivirá en las calles de la capital guipuzcoana. «Queda una semana para el Día de Donosti y otro año que NO podemos ir», se puede leer en el mensaje, al que acompaña un significativo smiley con lágrimas.
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