Mercedes Milá se sincera sobre su lucha contra la depresión: «Es como una espada de Damocles»

La reconocida periodista Mercedes Milá ha compartido abiertamente su lucha contra la depresión crónica, una enfermedad con la que convive desde hace siete años y cuyos primeros síntomas aparecieron hace 25. Durante su intervención en el programa 59 segundos de RTVE, junto a Gemma Nierga, Milá habló con sinceridad sobre los momentos más duros de su enfermedad y cómo afecta su día a día.

«Me dijeron que podía aparecer y desaparecer en muchos momentos. De repente sientes en la boca del estómago como un puñalito y dices: 'ya está ahí'», confesó la periodista, quien ha estado medicándose para tratar su condición. A pesar de ello, reconoce que no siempre los tratamientos resultan efectivos: «Tomo pastillas, pero hay veces que no me hacen efecto. Hoy me ha ocurrido y he estado llorando como una idiota muchas horas».

Milá describió con crudeza los sentimientos que la embargan en los momentos más complicados de su enfermedad: «Lloras por una tristeza, por una melancolía, por una sensación de vacío, de infelicidad. Piensas que toda tu vida no ha servido de nada… Pero es mentira, porque al día siguiente te despiertas y vuelves a ser la Mercedes de siempre».

La primera vez que Milá habló públicamente sobre su depresión fue hace siete años, aunque sus primeros episodios se remontan a hace 25, cuando terminó su relación con el empresario Carlos Castillo. «Cuando se fue de mi casa, yo había cumplido 50 años y entré en barrena», admitió, señalando que ese fue el inicio de su enfermedad.

Su trabajo en Gran Hermano, donde estuvo 15 años al frente del programa, le sirvió como una válvula de escape en ese momento tan complicado. «Las pastillas y la ayuda psiquiátrica me ayudaron, pero GH fue la liberación», aseguró. Sin embargo, volcarse por completo en su carrera también tuvo consecuencias negativas, ya que le llevó a sufrir una segunda depresión. «Le dediqué tantas horas que acabó matándome. Los médicos me dijeron que no podía seguir y era cierto. No podía», reveló sobre su salida del formato en 2016.

«Me da miedo que aparezca de nuevo el monstruo. Notar la ansiedad, el horror, la angustia en la boca del estómago», reconoció Milá, recordando el temor que sintió en su segunda depresión. «A la que aparece la tercera depresión, ya es una enfermedad crónica. Y ahí estoy yo».

A pesar de la dureza del camino, la periodista mantiene una actitud de lucha y esperanza. «Estoy bien a ratos. No me puedo quejar de nada, solo del cerebro. Tengo trabajo si quiero, mi familia está bien, tengo casa...», compartió, dejando entrever su deseo de volver a la televisión y seguir adelante a pesar de las dificultades.

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