Tamara Falcó e Íñigo Onieva, de visita en Bilbao para la primera prueba del vestido de novia

'Creative meeting' ('reunión creativa'), escribió Tamara por la noche en Instagram. Quiso compartir con su más de millón y medio de seguidores cómo avanzan los preparativos. En las imágenes y los vídeos que publicó, Tamara aparece en el atelier de Sophie et Voilà viendo bocetos y vestidos de novia, desde diseños de tul con voluminosas mangas a opciones con adornos de flores en el hombro o propuestas fluidas con detalles de lentejuelas. «Todo ha ido fenomenal», contó Sofía Arribas a este periódico sin querer entrar en más detalles sobre el vestido de novia más mediático del año, creado desde cero para ella y que no dejará a nadie indiferente.

En su visita, Tamara estuvo acompañada por su prometido y por su suegra, Carolina Molas. Juntos comieron en al restaurante Azurmendi de Larrabetzu, del chef Eneko Atxa, con el que precisamente Saioa Goitia, una de las socias de Sophie et Voilà, desarrolló una exitosa carrera empresarial de diez años.

Tamara, Íñigo y Carolina aprovecharon el festín gastronómico para celebrar el 54 cumpleaños de la madre del novio. 'Happy Birthday mum', le dedicó su vástago en una fotografía en la que posan los tres sonrientes con Eneko Atxa. Este periódico se puso en contacto con el restaurante, con tres estrellas Michelin y distinguido como el más sostenible del mundo en 2018 por The World's 50 Best Restaurants, pero eludió facilitar información sobre el menú que degustaron los comensales.

La instantánea terminaba con los rumores de distanciamiento de suegra y nuera. Al parecer, la relación entre Tamara y Carolina, excelente durante la primera parte del noviazgo, se enfrió tras la ruptura. Sin embargo, parece que las aguas han regresado a su cauce. Sí llamó la atención que en esta visita la novia no estuviera acompañada por su madre, Isabel Preysler, sin que se conozcan por ahora las razones de dicha ausencia.