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Nerea Garmendia respira aliviada. La simpática presentadora de Beasain, de 44 años de edad, acostumbra a contar con una ajetreada agenda profesional, ámbito en el que ha dado muestra de su saber estar en televisión en programas como 'KTM', 'La Alfombra Roja Palace' o 'Akelarre'. El último compromiso profesional que realizó tuvo lugar en el Keler Espazioa, recinto que le dedicó una sonora ovación después de hacer gala de un gran sentido del humor. Fue un alto en el camino que le permitió desconectar de la pesadilla que ha estado viviendo en el ámbito personal. Y todo, a raíz de la reforma que decidió acometer en su vivienda de San Sebastián, en la que lleva instalada 18 años.
Tal y como contó en sus redes sociales, Nerea Garmendia optó por contratar los servicios de una empresa de reformas integrales para realizar una pequeña rehabilitación: quería cambiar los suelos y, de paso, aprovechar para dar un cambio de cara a las paredes. Sin embargo, las cosas no salieron según lo previsto y la empresa contratada le dejó empantanada de un día para otro.
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Ante semejante imprevisto, la actriz optó por buscar una segunda alternativa. Y para ello, cómo no, se dejó aconsejar por sus personas más cercanas: no quería más sorpresas. Pero, para su desgracia, las tuvo. «Cuando la empresa me dejó tirada, una amiga mía me dijo: 'Nere, tengo un contacto que te puede ayudar'. Mi amiga había trabajado con este contacto, que a su vez era amigo suyo desde hace muchísimos años, y hace como cinco años que le había hecho la obra», se justificaba, en lo que parecía una solución perfecta al problema. Pero nada más lejos de la realidad.
Y es que la actriz guipuzcoana se llevó un nuevo disgusto cuando volvió a revivir la misma pesadilla… con la que a priori se suponía que era la opción perfecta. «Me da hasta vergüenza contároslo. Resulta que ese amigo es cocainómano. ¿Qué pasa? Que ese señor es un drogadicto que se ha fundido mi dinero por el tabique», denuncia a toro pasado, sin dejar de echarle gracia al asunto pese a subrayar la importante pérdida económica que había sufrido. «Con el cocainómano he perdido mil euros más -que es lo que me ha sacado- porque iba a comprar el material de la obra, pero realmente lo que estaba haciendo era metérselo por ahí -se señalaba a la nariz-. Mi amiga -con toda la buena voluntad y poco acierto- tenía que haberse asegurado que ese señor seguía siendo la misma persona de siempre, pero… Mil euros más que damos por perdido», denunciaba.
Es por ello que, desesperada, Nerea Garmendia optó por pedir auxilio a sus seguidores en Instagram, red social en la que acumula más de 132.000 seguidores. «Necesito urgentemente, para empezar mañana si puede ser (por hoy lunes), una empresa que se dedique a hacer reformas integrales. Lo poco que me han hecho me lo han hecho mal. Hay que arreglar cosas que han hecho mal. Tuve incluso que llamar a la Policía», denunciaba la actriz en busca de una solución. Y la respuesta de la comunidad no se hizo esperar: fue tal que la actriz reconoció sentirse abrumada. «Necesito daros las gracias por todos los mensajes que me habéis escrito. Os habéis volcado y os mando este vídeo desde un Airbnb que he cogido, porque en mi casa no puedo dormir», aseguraba sonriente, dando muestra una vez más de su extrovertida personalidad.
Sea como fuere, y pese a la mala experiencia vivida, Nerea Garmendia no ha querido quedarse con los brazos cruzados y ha optado por hacer pública la identidad de los culpables del desaguisado. «He sido estafada por un señor que me ha dejado tirada y por un cocainómano que ahora mismo está durmiendo en un banco. Por ello, quiero deciros quiénes son el cocainómano y la empresa que me ha dejado tirada para que si os llaman no los contratéis», denunciaba en uno de los stories subidos a Instagram.
Y para ello, no ha tenido mejor idea que dar buena cuenta de las chapuzas que habían realizado en su vivienda de San Sebastián. Una de ellas la hicieron en su salón, una estancia cuidadosamente decorada en la que aún se pueden ver algunas de las obras pendientes. «Aunque parece que todo está super cuqui, no hay espacio para la dilatación de las juntas. Esto de aquí (señalando a una de las juntas) lo hizo la empresa que me dejó tirada. Y esta otra raya la hizo el cocainómano, que otra cosa no, pero para hacer rayas es buenísimo», argumentaba con mucha gracia y sin complejos.
Tras el doble imprevisto, Nerea Garmendia sonríe, ya tranquila, con la garantía de una empresa seria bajo el brazo. «Ya tengo una empresa, una empresa maravillosa, ya he pedido referencias. Me han hecho un presupuesto a medida, cero abusivo, arrimando el hombro. Estoy súper tranquila y súper contenta. Además, ya tengo la denuncia puesta y puedo irme tranquila sabiendo que mi casa está en buenas manos», añadía, satisfecha de haber acertado por fin con su elección. A la tercera…
Sin embargo, el imprevisto y la pérdida económica que ha sufrido Nerea Garmendia han sido considerables, de ahí que la extrovertida actriz de Beasain no ha dejado pasar la ocasión de dar un consejo a todos aquellos usuarios que vayan a afrontar una reforma en sus respectivos domicilios: «Cuando vais a hacer una obra hay que pedir un contrato. Yo esto no lo sabía, con lo cuál yo no tenía contrato. Tengo un montón de pruebas, facturas y demás para hacer la denuncia pero es muy importante lo del contrato de fin de obra. Si sois muy de a pie no sabéis estas cosas».
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