Condenado un conductor ebrio que se fugó y casi arrolla a varios ertzainas en Zumarraga

Un conductor que se dio a la fuga en estado de ebriedad, casi arrolla a tres ertzainas que intentaron interceptarlo y sufrió un accidente en Zumarraga, ha sido condenado a un año y medio de cárcel por un juzgado de San Sebastián.

Según la sentencia del caso, los hechos sucedieron sobre las 14.40 horas del 25 de octubre, cuando el acusado, que estaba acompañado por dos amigos que no están procesados en esta causa, tuvo un "altercado" en un restaurante de Ormaiztegi, a raíz del cual fue alertada la Ertzaintza.

Una patrulla de la Policía Vasca acudió al lugar, pero para entonces el implicado ya se había dado a la fuga, acompañado por los otros dos hombres, a bordo de un Seat Toledo, en dirección a Zumarraga y "a gran velocidad", con "el consiguiente peligro para la circulación" y "con riesgo" para el resto de usuarios de la vía.

Los agentes alertaron de este hecho a otros compañeros, quienes instalaron un dispositivo policial en la carretera GI-2632 "con la finalidad de interceptar el vehículo conducido por el acusado" que llegó sobre las 14.50 al control, donde los funcionarios le indicaron que aminorase la marcha y se detuviera. No obstante, el procesado hizo caso omiso y continuó "con evidente ánimo de menoscabar el principio de autoridad" y obligando a uno de los ertzainas "a hacerse a un lado para evitar ser atropellado"

Se saltó un control

Casi media hora más tarde, se instaló otro dispositivo en el que también tomaron parte diversos agentes uniformados y vehículos oficiales con distintivos, a pesar de lo cual el procesado volvió a rehuir las órdenes de los policías y "realizó una maniobra evasiva y se saltó el control", lo que llevó a varios agentes a apartarse para no ser embestidos.

El fugitivo se subió a una jardinera y rebasó a gran velocidad un semáforo en rojo entre los vehículos que se encontraban parados a la espera de la fase verde, con lo que volvió a poner en riesgo a los peatones que pasaban la calzada.

Unos minutos después, el Seat Toledo sufrió un accidente en el barrio Aparicio de Urretxu, sus tres ocupantes se escondieron en las proximidades y, aunque fueron descubiertos por los ertzainas que les seguían, volvieron a emprender la fuga a pie, hasta que fueron interceptados definitivamente por los agentes, ante los que se negaron a identificarse.

El conductor del vehículo presentaba además "claros síntomas de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas", por lo que fue sometido al control correspondiente, en el que arrojó sendos resultados positivos de 0,79 y 0,74 miligramos por litro de aire espirado.

Durante el juicio por estos hechos, el acusado se mostró conforme con la pena solicitada por la Fiscalía, por lo que ahora ha sido condenado a penas que suman un año y medio de cárcel como responsable de un delito contra la seguridad vial, con la atenuante de dilaciones indebidas y la agravante de reincidencia y de un delito de atentado, con la misma atenuante.