«A menos de diez minutos a pie de la boca de acceso más cercana»

El proyecto pretende llevar el Metro a zonas pobladas y también a lugares con atractivo comercial y de ocio

J. G.

Domingo, 3 de julio 2016, 08:31

A la hora de trazar las líneas del Metro de San Sebastián la premisa principal ha sido la de «servir a la mayor población posible», señala el proyecto. Por este motivo se han situado las bocas de acceso a las estaciones «en los lugares más ... densamente poblados para que el mayor número de habitantes vivan a menos de diez minutos de la boca más cercana».

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Entre los responsables del proyecto existe no obstante el convencimiento de que «el servicio de zonas casi exclusivamente residenciales no es capaz de modificar la tendencia de la movilidad de forma sustancial». «El desplazamiento de las personas no tiene normalmente un origen y destino entre dos viviendas, sino que sus motivos suelen ser (mayoritariamente) trabajo, estudios u ocio», sostienen.

A la hora de elaborar el proyecto se ha tenido en cuenta estas conclusiones. «El ferrocarril de Euskotren sirve bien la zona de Amara pero deja fuera de captación las zonas del Antiguo y del Centro (la zona de Gros se encuentra servida por Renfe)», se indica en el documento. «Estas zonas, además de estar densamente pobladas, son las de mayor atractivo comercial y de ocio de todo el área de Donostialdea, e incluyen la principal zona universitaria. Ambas a su vez son de un importante foco de empleo», añade.

En las áreas donde se instalarán las tres estaciones se concentra la mayor parte de la población del Antiguo, Centro y Amara, pero también las zonas comerciales, universitarias y de ocio. Se garantiza de esta manera, según el proyecto, «una mayor cobertura poblacional», y se convierte «la actual línea en fondo de saco en una línea con continuidad funcional, proporcionando un salto cualitativo en la mejora de la explotación de la línea y en gran parte de los tiempos de viaje».

Intercambiador

Además de este proyecto, queda pendiente el intercambiador de Riberas, donde confluirán las líneas de Euskotren y de Renfe para posibilitar transbordos entre ambos servicios. Esta infraestructura permitiría al 80% de la población de Gipuzkoa estar conectado a través de dos líneas de servicio de Metro: la de Metro Donostialdea de Euskotren (Hendaya-Lasarte-Oria) y la de Cercanías de Renfe (Irun-Brinkola). Pero no depende solo del Gobierno Vasco, sino del Ministerio de Fomento. La ejecución de esta terminal, además de necesitar la subvención y una inyección presupuestaria, requerirá acordar con Adif (Fomento) un proyecto, teniendo en cuenta que deberá conectar las líneas de Renfe y Euskotren.

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También de Fomento depende la evolución del nudo de Bergara, un punto clave de la 'Y' vasca de alta velocidad, donde confluyen los tres ramales del recorrido que conecta las tres capitales vascas. Las obras se adjudicaron en 2014 pero nunca llegaron a comenzar por problemas entre las empresas adjudicatarias y Adif. A mediados del pasado mes, Fomento decidió rescindir los contratos de estas empresas

Las firmas encargadas de construir el nudo habían reclamado al ministerio una inyección extra de 30 millones de euros para iniciar las obras que finalmente tuvieron que ser rescatadas por la Administración ante el descomunal retraso que acumulaban. Tras ganar los concursos públicos correspondientes con ofertas económicas extremadamente bajas -hasta un 50% menos del coste estimado por el Gobierno central-, las firmas han pasado más de un año cruzadas de brazos esperando un incremento presupuestario que hiciera viables las labores.

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