

Secciones
Servicios
Destacamos
Los casos de violencia de género no paran de crecer y a día de hoy son ya 2.107 las mujeres víctimas de agresiones ... machistas a las que la Ertzaintza ofrece algún tipo de protección en Gipuzkoa, 88 más que a finales del año pasado, cuando el Gobierno Vasco las cifró en 2.019. Es un 4% más. Este número, que en el conjunto de Euskadi alcanza las 5.744 víctimas –frente a las 5.588 que había en noviembre de 2023–, vuelve a poner de manifiesto la dimensión de este problema social en una comunidad autónoma en la que, desgraciadamente, los delitos machistas se siguen contando por miles.
«Cada día, una media de 18 mujeres denuncian haber sufrido una agresión de este tipo en el País Vasco. Eso supone que en el primer semestre llevamos registrados cerca de 3.000 expedientes», lamenta el comisario en la ertzain-etxea de Donostia Xabier Peña Coca, quien advierte que, pese a la elevada cantidad, solo vemos «la punta del iceberg».
Para él es clave reseñar que en esta tipología de delitos, igual que ocurre en el resto de ilícitos penales, hay una «importante» cifra negra. Aunque no es un dato exacto, dice, se estima que salen a la luz solo un 20-25% de los casos, que traducido quiere decir que de todas las mujeres asesinadas, «un 80% no había interpuesto denuncia previa». Por ello, desde la Ertzaintza el mensaje es claro. «Hay que denunciar para facilitar cualquier opción preventiva desde las instituciones y cuerpos de seguridad», añade el agente.
En una ponencia durante los cursos de verano que la UPV/EHU organiza en el Palacio de Miramar de Donostia, Peña Coca hizo hincapié en que el periodo estival es habitualmente, junto con las Navidades, el momento de mayor riesgo para las mujeres que se encuentran en situaciones de violencia de género. De hecho, desde que el Ministerio del Interior comenzó a registrar los asesinatos machistas en el año 2003, durante los meses de junio, julio y agosto se han concentrado casi el 30% de ellos.
Mientras tanto, en lo que va de año un total de 27 mujeres han muerto en España a manos de sus parejas o exparejas, ocho de ellas este mes de julio. «En ese sentido, la tasa de victimizaciones en Euskadi presenta uno de los ratios menos negativos del Estado, pero es cierto que la tendencia es al alza», confiesa el ertzaina. En palabras del también psicólogo clínico, «la Euskal Policía (Er- tzaintza y Policías locales) está haciendo muy buena labor y en 11 años 'solo' hemos sufrido un asesinato de una víctima que había denunciado. El resto, no lo había hecho».
De las 5.744 mujeres que se encuentran protegidas por la Er- tzaintza en Euskadi, llama especialmente la atención la situación de 327 de ellas –101 guipuzcoanas–, cuyos casos son graves y están registrados como riesgo alto o especial con medidas de protección de mayor intensidad. En cuanto al nivel de protección, un total de 5.366 tienen riesgo básico (2.009 en Gipuzkoa); 1.389 riesgo moderado (434 en Gipuzkoa); 244 riesgo alto (83 en Gipuzkoa) y 83 riesgo extremo especial (18 en Gipuzkoa). De estas 5.744 mujeres protegidas por la Policía vasca, 4.319 atienden a órdenes concedidas por un tribunal (1.807 en Gipuzkoa).
Por su parte, 38 tienen asignado un escolta personal las 24 horas del día (8 en Gipuzkoa), 219 disponen de contravigilancia (74 en Gipuzkoa) y 224 cuentan con medios telemáticos (61 en Gipuzkoa). Para tratar de paliar esta lacra, la Ertzaintza cuenta con 6.500 efectivos de protección ciudadana distribuidos en 21 comisarías, donde hay tres grupos de trabajo que actúan de forma solapada.
Por un lado están los recursos que atienden urgencias, las llamadas al 112. Son los mismos que protegen a la víctima, la auxilian en caso de tener que acudir a urgencias y le informan de sus derechos. Después habría un segundo grupo, de investigación uniformada, encargado de recoger la denuncia, ordenar la protección a la víctima y confeccionar el atestado. Y, por último, existe un grupo de especialistas de violencia de género, con un agente de referencia para cada mujer maltratada. Cabe recordar que la Ertzain- tza, en colaboración con Interior y el sistema Viogén, cuenta con el proyecto EBA, un sistema digital de gestión compartida de todos los expedientes por delito de violencia doméstica y de género.
Desde su experiencia, Peña Coca observa cómo prácticamente cada año fallecen asesinadas unas 55-70 mujeres en España. Son víctimas y agresores «de todos los órdenes sociales, de todas las edades y orígenes», recalca, con un perfil «muy diverso» que apenas ha cambiado en las últimas décadas. En Euskadi, eso sí, cabe destacar que «más de la mitad de los agresores, en torno a un 55%, son de origen autóctono, mientras que el 45% restante, son extranjeros», revela. Y si bien la media de edad oscila entre los 40 y los 50 años, preocupa que cada vez haya más jóvenes. «Hablamos de chavales de 20-30 años e incluso menores de edad que lo que nos hacen ver es que algo está fallando en el sistema educacional», reconoce el agente, que asocia estos hechos al precoz acceso de los menores de edad a internet, las redes sociales y también a los contenidos pornográficos. «La pornografía hace que chicos adolescentes crean que lo que ven en los vídeos es el modo habitual de relacionarse con las mujeres», añade.
En su opinión, estas prácticas son un caldo de cultivo de situaciones de control y acoso que, en los casos más graves, pueden derivar en un delito penal. En consecuencia, la Ertzaintza tiene un convenio con el Departamento de Educación para impartir charlas en centros que lo soliciten. «Lo que vemos allí es que las chicas también tienen valores equivocados y en ocasiones piensan cosas como que si sus novios no son celosos, si no les controlan, es porque no les quieren. Y algunas cometen el error de caer en la prueba del amor, que consiste en darles todas sus claves de acceso, con las cuales les tienen monitorizadas en todo momento».
Dentro de las múltiples violencias que se ejercen contra las mujeres, la vicaria es la más cruel y despiadada porque le causa un daño irreparable a través de sus seres queridos y especialmente de sus hijas e hijos. Sin embargo, según Peña Coca, en Euskadi ya se ha empezado a dar también este tipo de violencia con animales de compañía. «Hay quienes tienen custodia compartida de los perros o gatos y que aprovechan los ratos que están con ellos para maltratarles y así a hacer daño a sus exparejas».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran muerta en un río a la actriz Sophie Nyweide
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.