magen del chalet de Castiello de Jaca antes de ser incendiado.

Los acusados de allanar el chalé incendiado en Huesca dicen que no les pareció «que fuera ilegal»

Los cuatro jóvenes, dos de ellos guipuzcoanos, defienden que entraron «14 o 15 a hacer botellón» y que no forzaron la puerta al hallarla «abierta»

Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Lunes, 26 de febrero 2024, 18:56

Ni sabían de quién era el chalet, ni imaginaban que podían estar allanándolo, ni forzaron ninguna puerta, ni siquiera conocían a todos los jóvenes que se encontraban en el interior de la casa que acabaría reducida a cenizas la madrugada del 17 de abril ... de 2022, en la localidad oscense de Castiello de Jaca. Los cuatro menores culpables del incendio, tres de ellos guipuzcoanos, ya fueron juzgados y castigados por ello. Los otros cuatro mayores de edad identificados en el interior de la vivienda las noches previas al fuego, dos vecinos de Donostia y otros dos zaragozanos, comparecieron este lunes en la Audiencia Provincial de Huesca. Y en su defensa, admitieron que en la Semana Santa fueron «a hacer botellón» al chalé, creyendo que sería de algún familiar de los chicos que les invitaron a la fiesta. Por ello, no eran conscientes «de estar haciendo nada ilegal ni nada malo».

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La Guardia Civil tuvo consciencia de las fiestas en el chalé –segunda vivienda de un notario de Zaragoza– durante la investigación del incendio, en la que accedió a los vídeos compartidos en un grupo de Whatsapp por varios de los participantes en los encuentros nocturnos. En este grupo estaba uno de los cuatro acusados, pero no los dos guipuzcoanos, cuyas familias tienen una casa en Castiello de Jaca.

Una fiesta «en la peña»

Según coincidieron los cuatro, que tenían entre 18 y 20 años en el momento de los hechos, por los que la Fiscalía les pide año y medio de cárcel por allanamiento de morada, aquellas noches solían reunirse en la plaza de la localidad pirenaica a beber y fumar, y uno de los menores condenados por el incendio –cuyas familias debieron afrontar una indemnización de más de medio millón de euros– les invitó a «ir a una fiesta» al chalé, al que llamaba «peña». Según dijeron, llegaron a reunirse «14 o 15» chicos y chicas. «Las puertas estaban abiertas» y ni preguntaron «quién era el dueño». De hecho, «de haber sabido que (los menores) no tenían permiso del propietario, no hubiéramos entrado», manifestaron. Cuando decidieron irse de la casa, esta estaba en perfectas condiciones. Al día siguiente supieron del incendio, y fueron «hilando todo».

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