Tribunales

Alta tensión en el tercer día del juicio por un intento de homicidio en Pasaia

Todo ha surgido cuando ha comenzado la rueda de reconocimiento de los trece acusados. Uno a uno se han colocado delante de una cámara para que la víctima pudiera ver sus caras. Tras afirmar que reconocía a la primera mujer, otro de los encausados ha reaccionado gritando, levantándose de la silla. «Me cago en su puta raza, 15 años están pidiendo, me cago en sus muertos. No sabe ni lo que dice». Sus familiares han intentado calmarle, y hasta seis agentes de la Ertzaintza han intervenido para contenerle. «Soltadme, no me agarréis». Tras varios minutos de mucha tensión, la magistrada presidenta de la sala les ha amenazado con expulsarles de la sala. «Como me vuelvan montar una de estas se van con la Ertzaintza a comisaría por desacato. Tendrán el turno de ultima palabra, pero así no se pueden comportar en una sala de vistas», ha advertido.

Los trece acusados se enfrentan a penas entre 14 y 16 años de cárcel por intento de homicidio y robo con violencia por una agresión ocurrida la madrugada del 15 de mayo de 2021 en Pasai Antxo contra un menor de 17 años que regresaba a casa con su patinete eléctrico desde Errenteria tras salir del trabajo.

El joven ha declarado que le abordaron dos varones, «me pidieron un cigarro de forma violenta, brusca. Les dije que me dejasen en paz. Uno de ellos me cortó el paso y otro por la espalda tiró el patinete hacia él. Forcejeamos entre los tres, conseguí irme, y cuando me iba andando, una señora desde el balcón me dijo: 'Corre que esa familia te va a matar'. Me fui corriendo hacia el portal, escuché gritos, me puse nervioso y no pude meter la llave. En ese momento vino uno y me dio una patada en la costilla y se me echaron encima. Y me pegaron una paliza».

Fueron «unos, 15, 20, 18, no lo sé», y escuchó como le decían «te vamos a matar, me cago en tus muertos, te vamos a matar. En sus ojos tenían más maldad que un diablo». Además de propinarle «patadas y puñetazos, me escupieron me dieron con una botella en la cabeza y con una cachaba». Dos varones también le atacaron con cuchillos. «Uno intentó cortarme el cuello, falló y me corto la mandíbula. Iba a matarme, me agarró del cuello y me puso la navaja en el cuello. Jamás lo olvidaré. Y el otro vino a clavarme en la costilla y lo evité con las manos. Me dieron en la cara, en la mano, en el abdomen, en la espalda», ha dicho con alguna dificultad. «Me estás haciendo revivir todo de nuevo, y es mucho sufrimiento. He estado medicándome, con pastillas, con la psiquiatra, para poder olvidarme de todo esto. Y me están haciendo sufrir recordándolo», señaló.

Sobre los efectos que estos hechos han tenido en su vida, ha asegurado que «tuve que dejar mi trabajo, mi novia, mis amigos, donde me he criado. Todo por la culpa de esta familia».

Durante su declaración se ha producido un nuevo altercado que ha obligado a interrumpir la sesión durante varios minutos, con la intervención de nuevo de los agentes de la Ertzaintza, que han estado presentes en todo momento. «Se acabó, si dicen algo más se van. Bastante tolerancia hemos tenido», ha dicho la magistrada, que ha ordenado colocar a dos agentes sentados entre los acusados. Finalmente se ha podido finalizar la sesión, y el juicio continuará el lunes con la declaración de agentes de policía.