Borrar

Tengo serias dificultades para abrir cualquier tipo de mecanismo. No solo engranajes complejos, sino recipientes domésticos y cotidianos. Lejías, blanqueadores, anti grasas y todo tipo de productos con garantía 'triple acción'. Me resulta misión imposible. Dirás que los cierres herméticos se justifican por la toxicidad ... de su contenido. Vale. Pero lo que no te esperas es que los inocentes artilugios de cosmética estén protegidos por invisibles profilácticos antiviolación. Tarros de crema, frascos de serum, barras de labios, rímel y lápices de ojos, cubiertos por auténticas escafandras imposibles de rasgar, rajar o desvirgar. Abrir latas es lo único que se me da bien. Y eso, siempre que lleven la espoleta del abre fácil. Como sea necesario utilizar abrelatas y otras armas de destrucción masiva las abandono a su suerte y el que venga detrás que arree.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Abrefácil