Fíjate si está revuelto el patio que, con lo que a mí me mola el cotarro político, acabo de enterarme que en España hay un ministro que se apellida Miñones. No sé en qué país vivo yo o en qué país vive él. No digo ... que se exhiba en la alfombra roja con los camaradas Yoli Díaz, Bolaños o Calviño, pero qué menos que amortizar su cuota de popularidad, tío. Ni que fuera un infiltrado o un outsider. Te queda la sensación de no saber con quién te juegas los cuartos. O como si cobrara el sueldo (que pagamos todos) sin pegar palo al agua. Miñones es el nuevo ministro de Sanidad y ha suprimido definitivamente el uso de las mascarillas. Ponte una medalla ministro. También te digo, estabais tardando (siempre somos los últimos)
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Y ya que ha empezado mostrando ese poderío, que no baje la guardia, hay mucho que arreglar en el negociado sanitario de este país. Ahora mismo lo tiene a güevo para poner orden en el sindiós sanferminero. Nueve días de intensa fiesta ¿9? ¿no eran 7? 8 encierros (brutales y salvajes) y 542 actos festivos ¿542? Seamos rigurosos ¿Actos festivos o vandálicos? No estaría de más que, además de las agresiones sexuales, hicieran públicos los datos de comas etílicos, accidentes, robos, peleas, broncas y agravios. Violencia a cascoporro. Y luego dicen que la sociedad está polarizada. Soy una petarda aguafiestas y asocial. Vale. Llámame lo que quieras. Cualquier cosa menos sanferminera.
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