Cosas maravillosas de la vida: meterte (sola) en tu cama con sábanas limpias salpicadas de lavanda; frotarte después de la ducha con toallas que rasquen tipo efecto exfoliante; que el aguacate mañanero esté en su punto, o consultar en Aemet si podrás echar la siesta ... al sol. Aprovecha los pequeños placeres, porque en cero coma estalla la 3ª guerra mundial. Menuda putada, tío. Tendrías que prescindir del agua de lavanda y del aguacate mañanero. En el mejor de los casos ducharte con agua fría y pasar los lunes al sol, o a la intemperie. El apocalipsis llega a una velocidad acojonante, mientras los poderes fácticos parlotean como cotorras sobre la Constitución, la democracia, la Libertad y esas mandangas que les dan de comer.
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Cada vez soy más apocalíptica. Además de Israel y Palestina, hay 58 guerras activas en el mundo: Yemen, Irán, Siria, Chad, Somalia y Afganistan. Esto p'abrir boca, hasta 58. Guerras por el poder y por la pasta. Y tienes que soportar a fanáticos iluminados diciendo que si Dios existiera no permitiría tanto sufrimiento. Son patéticos. Menos mal que Yves Bolleré y Olivier Bonnassies, autores del best seller que ha incendiado Francia, 'Dios, la ciencia, las pruebas', afirman que hay datos científicos que demuestran la existencia de una Inteligencia Superior Creadora de la Vida. Te aseguro que no necesitaba que me lo dijeran ellos. Por supuesto que creo en Dios; en quien no creo es en el hombre. Ni harta de Fentanilo.
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